Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
EL ÚLTIMO DESAFÍO
(2013)
Variados
motivos para visionar esta película: interviene como malo maluco el
actor Eduardo Noriega y de protagonistas el siempre fiable de Forest
Whitaker y ver cómo se conserva el bueno de Schwarzenegger...
Lo
cierto es que Hollywood suele visitar los escenarios fronterizos,
esos alejados de las grandes urbes, de grandes rectas sin fin por
parajes desérticos y fronteras delimitadas por barrancos y
riachuelos sin que falten las tribulaciones de los representantes de
la Ley ante lo agreste de la vida en villorrios fronterizos aunque en
esta ocasión, sin renunciar a la esencia fronteriza, se bebe de
diversos géneros como el de trastazos y persecuciones
automovilísticas, huida de super peligroso narcotraficante y la
soledad del sheriff para hacer cumplir las leyes rodeado de
malandrines con armas.
La
acción se reparte entre la desquiciada huida del narco, los
esfuerzos del FBI para atar cabos y llegar a tiempo a la frontera
profunda, aunque aquí la tardanza en llegar chirría un poco, y los
esfuerzos del honrado representante de la Ley y sus ayudantes.
Se
agradecen las escenas sin truca digital de hostias y vuelcos de
coches, todo terrenos y autobuses escolares. Hay algunas fantasmadas
como el rescate del narco por sus compinches en que todos disparan al
vehículo levantado con grúa imantada y a la compinche que dispara
encaramada a ella, corren a los edificios circundantes pero nadie se
ocupa del operador de grúa, que si hubieran ido a por él hubieran
interrumpido el rescate aunque el director sabe mantener el pulso
dinámico de la acción sin que el espectador piense demasiado en las
incongruencias, que las hay.
Dirigida por Kim Jee-Woon, la película resulta bastante predecible por cuanto ya hemos visto esas escenas y situaciones en otras películas y por desgracia da tiempo a pensar en ello mientras transcurre el metraje, aunque seguimos pegados a la butaca porque es una pena dejar de ver una película a la mitad, los actores nos son familiares y sabemos que esperar de ellos y, porque se quiera o no, hay un par de generaciones que disfrutaron del bueno de Schwarzenegger, ese musculado culturista que supo siempre elegir bien sus papeles y que salió ileso de los intentos de hacer comedia, acción o ambas tres.
Vemos
a la estrella con el paso de la edad, sin que trate de camuflarlo
excesivamente y sabe reírse de sí mismo en las escenas de acción
donde tarda en recuperarse de las caídas y utilizar la maña de la
lucha libre en las escenas de mamporros sin que chirríe demasiado su
decrépito estado estético.
Forest
hace su papel, que tampoco da lugar para mucho lucimiento, pero llena
la pantalla pese a que sus muchachos del FBI llegan siempre tarde,
siempre se les escurre el malo pese a la superioridad de medios
armamentísticos y no se fía de que el sheriff de un villorrio de
catetos de pueblo perdido en medio del desierto sea capaz de detectar
y abortar el osado plan de fuga del narco.
En
cuanto a Eduardo Noriega, cumple su papel de narco pero se limita a
muecas y gestos hasta la pelea final en que si a cualquiera de los
mortales nos coge el Schwarzenegger y nos arrea el hostiazo a la
espalda contra el perfil de acero del puente, nos hubiera partido el
espinazo y dejado parapléjicos.
En
realidad la película es un buen cómic cinematográfico que cumple
todas las reglas y se cumplen bien, pese a los momentos chirriantes,
aunque a mitad de metraje el sheriff y su equipo parezcan el Equipo
A.
La diferencia con otras del mismo estilo radica
fundamentalmente en mezclar escenas cliché de otros géneros
familiares al espectador veterano y el lenguaje visual de los vídeo
juegos, en esas salpicaduras de sangre que son realistas, cierto,
pero parece que siempre disparan a donde más sangre produce:
cabezas, cuellos y abdomen con balas de gran calibre. No falta la
metáfora recurrente últimamente de contraponer a veteranos jodidos
de las Guerras Bushianas frente a mercenarios que han olvidado
por un sueldo el patriotismo y el honor. Salpicaduras de escenas del
carácter fronterizo de los habitantes y guiños al espectador
riéndose de sí mismo el protagonista. Aquí la gente muere aunque
la escapada en el auto reconvertido del narco exige no pensar
demasiado en lo que se está viendo y abandonarse a la magia del cine
aceptando la propuesta por parte del espectador...
Un peligroso narco se evade cuando es trasladado a
prisión y escapa a toda velocidad, nunca mejor dicho, devorando
millas para llegar a un pueblo fronterizo donde un destacamento de
mercenarios le construye un puente que salve el barranco que hace de
frontera con México y salve al narco de ser encarcelado en los EEUU.
Mientras el narco se evade, sus mercenarios toman una
granja y preparan el puente pero
son detectados por los ayudantes del
sheriff matando a uno de ellos. El sheriff deberá decidir si dejar
el caso en manos del FBI que nunca termina de llegar o enfrentarse
con sus medios a los mercenarios y abortar la escapada del peligroso
narcotraficante...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Contara para ello con sus ayudantes, una chica sin
experiencia en tiroteos y un regordete hispano que sabe como
escabullirse de disparos, lanzamientos de cohetes y demás
parafernalia mortal. También una antigua estrella deportiva de
instituto veterano de Iraq y Afganistán que se redime de sus
tribulaciones de fracasado visitante de la celda de la oficina del
sheriff dando el callo como combatiente ganando de nuevo la auto
estima y el amor de su ex novia, que no es otra que la ayudante del
sheriff que cuando llegan los tiros se transforma en una letal
francotiradora.
Lo cierto es que hay que verla como homenaje crepuscular
de Schwarzenegger y la dirección de Kim Jee-Woon hay que verla como
homenaje a un montón de títulos pero nos deja un sabor de boca que
dejará nostálgicos a quienes pasaban por taquilla para ver a la
estrella de acción y las nuevas generaciones que ya no están
acostumbradas a cine con oficio y notarán falta de trucas digitales,
sexo violentado y las jodidas escenitas de mamporros al estilo
oriental, lo cual se agradece porque sería la guinda para dejar de
verla a las primeras de cambio.
Y es que las estrellas envejecen y los espectadores
también, pero aún podemos distinguir gato por liebre pese a que
como producto de entretenimiento no hay nada que objetarle y el
Schwarzenegger, pese a su decrepitud visible y notable, sabe
adaptarse a la vejez.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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