The
Adversiter Chronicle entrevista a Barquero,
el de las verdades
Nos despertamos,
sesteamos y acostamos con noticias interpretadas en ocasiones por el
capital que financia el medio en que se difunden: si la infanta debe
ir a pie o en coche de San Fernando, si el que fuera ministro señor
Cascos es también choricillo, si se intervendrá en la guerra civil
siria...
Pero cuando se
responden este tipo de interrogantes siempre la sentencia definitiva
es:¡son las verdades del Barquero!, así que una vez más The
Adversiter Chronicle va a la cuestión que es el meollo del problema
entrevistando por primera vez en un medio digital al Barquero...
-Yo siempre pensé que
era una frase hecha y que se refería a un barquero, un tipo que
maneja barcas, y resulta que tras la palabra hay un apellido y una
saga, los Barquero...
¿Se elige ser Barquero
el de las verdades o es una imposición, ein?
-Primero
es un orgullo y luego pero a la par, una responsabilidad de mantener
la tradición familiar y mantener la calidad del apellido a la hora
de dirimir definitivamente la cuestión en litigio.
-¿Alguna
vez le confunden con el barquero?
-Pues
es una pregunta interesante por cuanto todo esto comenzó a finales
del siglo XV con un antepasado manejando una barca que hacía el
servicio de llevar al barco a los judíos expulsados y que más tarde
siguió hasta bien entrado el siglo XVIII para todo tipo de pelaje
disidente en que se le concede a la familia por parte de la Corona el
apellido Barquero.
-Los
judíos expulsados transmitieron la tradición de cerrar un asunto en
que había dudas de terminar o empezar con la frase `las verdades del
barquero´ ya que al comienzo de su diáspora tras el decreto de
expulsión, con la lógica congoja y sensación de injusticia, solían
aburrir a mi antepasado barquero con preguntas sobre el porqué de la
expulsión... La tradición familiar ha transmitido que al segundo
día mi antepasado harto de escuchar las mismas preguntas decidió
darles respuesta. Luego en la diáspora y durante las discusiones se
impuso la frase que acabó llegando hasta nosotros... Puede decirse
que los Barquero pusimos la primera piedra para el encuentro entre
judíos y cristianos unidos en la resolución de sus problemas con el
apellido que tengo el honor de llevar y que ya tiene otra generación
lista para continuar la saga.
-¡Vaya,
es una historia fascinante! ¿Se limita Barquero a supervisar el
marchamo de calidad o toma parte en la resolución final de las
disputas?
-Los
Barquero tenemos dos formas de mantener el prestigio y el marchamo de
calidad, una supervisando la documentación sobre las disputas y la
segunda autorizando a usar el apellido Barquero cuando es una verdad
inamovible.
-Más
que haberla, lo intentan pero no acaban de cuajar. Tenemos el
apellido Casa y el Cojones que se ganaron ambos el apellido por
servicios en el Nuevo Mundo, pero aunque también se han extendido a
España no superan en la psique el apellido Barquero y puedo ponerle
un ejemplo ilustrativo...
-Pues
dígame alguna cuestión que ilustre el ejemplo, Skizo´s.
-¿Qué
dice la prensa?
-Bien,
eso es una verdad de cojones por cuanto siendo cierto tampoco prueba
ni dirime la cuestión ya que es normal que como actor del argumento
sea investigado si cobró o no cobró... En este caso es una verdad
de cojones y de cajón... es aquí donde vemos que el apellido
Cojones tiene origen en el Nuevo Mundo. ¿Qué dicen sus partidarios?
-Tenemos
entonces que hacer un poco de historia, porque hasta la colonización,
y seguramente durante la conquista, siguiendo el espíritu de la
metrópoli, se solía aseverar con los apellidos Templo y Casa. Hay
constancia de que el primer virrey que dejó escrito `es una verdad
de cojones´ es de mitad del siglo XV y su hijo participó en una de
las últimas batallas de conquista... La diferencia con el apellido
Barquero reside en que un virrey logró el apellido y por tanto no
hubo reconocimiento al que introdujo el ser una verdad de Cojones.
-Entonces
nada que ver con los templarios y la Orden del temple como afirman
algunos articulistas...
-¡Falso!
¡Rotundamente falso! ¡El ser una verdad de Cojones tiene un origen
en los primeros españoles que fueron al Nuevo Mundo!
-Una
última cuestión al hilo de todo esto: ¿Por qué el pueblo llano y
la ciudadanía montañosa en general siguen diciendo cojones y
barquero como si fuera templo, en minúsculas quiero decir.
-Desconocimiento
de la historia de los Barquero. Es un error más frecuente de lo que
pensamos y hasta en transcripciones se omite la mayúscula
convirtiendo un apellido en un objeto. Es por ello que acepto gustoso
ir a entrevistas y que se sepa que el apellido Barquero es el de las
verdades, genuino en suma.
-¡Y
siempre es mejor que te llamen barquero a que te lamen cojones, que
si se pone entre signos de exclamación suena a autoritarismo
cuartelero chusquero a punto de cumplir el servicio militar
obligatorio...!
Sigamos
con el tema del ex ministro pues: sus partidarios se dividen entre
quienes lo fueron y quienes lo son que entre todos alguno tendrá la
razón y ésta la dictará el veredicto del tiempo y las sentencias
judiciales...
-Bien,
es un ejemplo claro de que unos tienen razón como una casa y otros
dicen verdades como un templo... Pero aunque todos pueden quedar
contentos no se logra el veredicto aceptado unánimemente... ¿Qué
dice el protagonista de todo eso?
-Bueno,
que hay que trabajar como hormigas, lo cual es una verdad como una
casa ya que sus seguidores tienen al insecto como logotipo y
espíritu. Tiene razón como un templo cuando afirma que no es un
chorizo porque nadie le ha acusado y es una verdad como una casa que
sus modos y maneras rayan en el totalitarismo.
-Pues
todas esas verdades son suficientes para que usted pueda decir que
son las verdades del Barquero.
-¡Acojonado
me ha!
-Suele
pasar... Ahora si es tan amable de abonarme 1200 aurelios, habrá
sido un placer de entrevista, Skizo´s.
-Ein?
-Que
me abone la tasa de certificación de calidad por utilizar mi
apellido.
-Pero
oiga, eminencia, cómo le voy a pagar por una frase hecha, es darme
con botas y quedar como bobo.
-Son
mis verdades, las del Barquero.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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