Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
NO ME CHILLES QUE NO TE
VEO (1989)
Traemos
en esta ocasión lo que podríamos definir como canto del cisne de un
tipo de comedia que comenzó en los 70´s y aguantó hasta los
primeros 90´s aunque ya muy decadente.
Por
un lado un profesional mercenario de la dirección como Arthur
Hiller, un completo desconocido pero no tanto su obra por cuanto
rodaría unas cuantas del Charles Bronson en la saga del justiciero
a la que dedicaremos un número
en breves.
Luego
tenemos a los protagonistas, populares ambos en la época. Uno el
Gene Wilder, un actor cómico que sabía imprimir una atmósfera
predispuesta a la risa pero sin renunciar a los diálogos que
complementaban unas puestas en escena de los gags
que eran magníficos por su sencillez. Sin llegar a la magia del
Peter Sellers, era una réplica competitiva y le debemos algunos de
los más hilarantes títulos sin olvidar las dirigidas por el
inefable Mel Brooks donde los espectadores a veces no apreciábamos
en su totalidad y que en España se ganó la indiferencia por su
versión de la Inquisición en La loca historia del mundo
pero que sin embargo, cuando escapaba de grandiosas pretensiones,
rodaba buenas comedias dirigiendo e incluso actuando arropado por
actores de la talla de Gene Wilder...
Tenemos de co protagonista al Richard Pryor, destronado como estrella
afro americana del star
system desde la
segunda mitad de los 80´s por el también inefable Eddie Murphy amén
de que loas estragos físicos de la enfermedad ya eran palpables en
su rostro aunque no obstante muestra su valía como actor, el único
defecto, que no lo era en su caso, cierto abuso de las muecas
faciales mas en esta película su interpretación de invidente es
magistral ya que no es fácil simular la ceguera y posiblemente sea
junto Al Pacino en Esencia de mujer el
actor que mejor ha interpretado a una persona ciega aunque por
desgracia no fue valorada en su momento como merecía y nos gusta
pensar que fue su venganza al sistema demostrando que los afro
africanos son también buenos actores, es una pena que el bueno de
Pryor no disfrutara de sus colegas de color de piel triunfando como
estrellas de acción y de comedia...
Luego
de secundarios tenemos sorpresa con Kevin Spacey haciendo amanerado
villano y para amantes de los curioso, el apreciar en su inmensidad
el pedazo de grano o quiste de grasa que luce en una mejilla.
Le
acompaña de villana Joan Severane, de rostro desconcertantemente
alienígena, piernas que son una perdición y se le ve una teta
cuando está en la ducha, aunque nos da la impresión de que Gene
Wilder quiso repetir bombazo presentando actriz femenina como hizo
con Kelly Lebrook en La mujer de rojo pero
ni la belleza alienígena de su faz enamoraba al espectador ni sus
curvas levantaban el ánimo de los machos alfa y despertaba envidia
estética de las féminas.
Estas
comedias y estas estrellas no defraudaban nunca porque el espectador,
ya parroquiano de sus títulos, sabía que iba a reírse, ver un buen
producto de entretenimiento y disfrutar de unos actores que tenían
legiones entregadas de ante mano. Son películas de risa, pero son
actuaciones dignas de representación teatral porque el producto era
solvente aunque no logró pervivir mucho más tanto por
envejecimiento de los protagonistas como de las historias para un
público potencial que era superado por las nuevas hornadas y se daba
el curioso espectáculo en la taquilla del cine de ver mayoría de
gente adulta y poca adolescente.
Dave
es un wasp sordo que
regenta un kiosko y busca un ayudante. Wally es un invidente afro
americano de clase media que busca un trabajo y acude al kiosko de
Dave. Ambos tienen en común que se niegan a aceptar ante la sociedad
sus minusvalías y tratan de disimular y aparentar como si fueran
gente con todos sus sentidos operativos.
Sucede
un asesinato en el kiosko donde el ciego escucha el disparo y el
sordo ve escapar a los asesinos sucediéndose mil y una peripecias
donde Dave y Wally se complementarán sensorialmente hasta desfacer
el entuerto y castigar a los culpables...
Lejos
de los chistes fáciles sobre minusválidos que podrían esperarse,
es la cotidianidad de las situaciones que hacen que dejemos de sentir
compasión o empatía simpática por el ciego y el sordo para ver que
en realidad pueden hacer lo mismo que los demás con sus vicisitudes
y adaptabilidad al entorno. No son chistes denigrantes de brocha
gorda y os aseguramos que las interpretaciones merecen la pena.
Película
para recordar por veteranos el mundo de los 80´s urbanitas y para
generaciones vírgenes cinematográficamente hablando, descubrir a
dos actores que en su época eran taquilleros y estrellas del
celuloide, taquilla y vídeo clubs...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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