Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Autor:
Martin Hume Editorial: Ediciones Espuela de Plata
Prólogo: Francisco Núñez Roldán
Edición: 2009
Corren tiempos revueltos en España y nada mejor que
mirar a su pasado para tratar de encontrar las claves del presente
que oscurecen nuestro futuro...
Nada mejor que echar un vistazo al que fue el último
Rey que gozó de la riqueza imperial aunque su reinado y su regia
persona estuvieron marcados por la decadencia de valores, de dineros,
de sistema político, de fe en llevar a Dios de nuestro lado y de
dinastía con genes y cromosomas defectuosos por endogamia.
Por otra parte las armas españolas también estaban en
decadencia por tener varios frentes abiertos protegiendo los galeones
de las Indias y el propio territorio americano a la vez que seguía
la tradición política de apoyar el Imperio y el pantano mortal que
era seguir subyugando a los holandeses tanto en recursos como en
dinero contante y sonante.
Posiblemente Felipe IV hubiera podido regenerar el país
y el paisanaje, pero en lugar de ello fue criado en un ambiente de
cortapisas morales, pecados mundanos y delegar en personas ambiciosas
y que buscaban su propio beneficio sin poner en duda el patriotismo
que les movía. Felipe IV es el fin de un sistema de vertebrar el
país, que se dice ahora, basado en el respeto a las idiosincrasias
políticas y recaudatorias a la vez que se gastaba lo disponible en
seguir con la soberbia de sus antepasados recientes pero que sin el
soplo del pueblo también convencido del destino y la salvaguarda de
valores cristianos estaba condenado como todos los imperios
precedentes y futuros a ceder el puesto a otra potencia emergente
como era Francia en el caso español.
Por otra parte vemos un Rey que simplemente reflejó en
sus contradicciones ser educado en un ambiente cortesano, de
claustrofobia religiosa y confiado en una persona que ansiaba el
poder y no dudó en mantener al monarca en una oscuridad completa
respecto a los asuntos de Estado potenciando la holgazanería de ser
espectador de espectáculos y artes en los que perdía
mayoritariamente el tiempo a la vez que era mortificado por su fe..
Hoy en día o en la historia más reciente posiblemente
hubiera sido obligado a abdicar y dejar el cetro en manos más
competentes, pero no entraba en los códigos de la época tal
comportamiento. El Rey se divertía y el pueblo quería diversión,
los validos se enriquecían y el populacho dejaba los oficios y
cultivos atraídos por el oropel al que también aspiraban dentro de
sus posibilidades...
En
este libro no hay lugar a la duda por cuanto la mejor manera de
vernos es ver cómo nos ven los demás. El único pero que se puede
poner al libro es que está escrito por un inglés pero criado en
España mas no cae en el chovinismo y se basa en documentos de la
época originales para mostrarnos una Historia más fascinante que
cualquier novela o serie que se dicen históricas
desde el bautizo hasta
la muerte de Felipe IV.
Puede hasta sorprender que pese a la memoria colectiva
inducida a generaciones de escolares, España e Inglaterra estuvieron
más cerca de ser fieles aliados que acérrimos enemigos.
Martin Hume (1843-1910) fue uno de los historiadores más
prolíficos y conocidos en la Inglaterra de finales del siglo XIX y
principios del XX. Hispanófilo no sólo por vocación sino porque
vivió su infancia en Madrid y allí cursó sus primeros estudios.
Fue profesor de literatura y lengua española en las Universidades de
Cambridge, Londres y Birmingham. Su actividad historiográfica
comenzó con libros sobre Felipe II y el periodo isabelino.
A
su iniciativa se debió principalmente la publicación de la copiosa
colección Spanish State
Papers que tanto
contribuyó a esclarecer el largo e intrincado proceso de las
relaciones hispanobritánicas de los siglos XVI y XVII.
Datos como siempre sacados de la contraportada.
Por otro lado se trata de un libro disponible en
bibliotecas ya que está subvencionado por la Dirección General del
Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, para su
préstamo público en Bibliotecas Públicas, con lo cual no hay
excusa para no leerlo si realmente os interesa el tema.
Como siempre, os dejo unos breves pasajes que siempre es
mejor que mi verborrea:
Valladolid, capital de un imperio...
La
pequeña ciudad de Valladolid alcanzó la cumbre de su gloria el 28
de mayo de 1605. Siete semanas antes -el Viernes Santo 8 de abril- le
había nacido en el Palacio del Rey un heredero a la inmensa
Monarquía de las Españas, el primer vástago varón que en
veintisiete años se hubiera concedido a la endeble Casa reinante; y
la nueva capital, engreída por la efímera importancia que el
capricho de Lerma le confiriera, mitigaba la cuaresmal penitencia
entregándose a una mezcla de vehemente devoción y ostentosas
comilonas. El Rey Felipe III y sus nobles, entre ascuas de esplendor,
se habían arrodillado en acción de gracias ante las imágenes
sagradas de la Santísima Virgen refulgentes de gemas; monjes y
frailes habían entonado alabanzas delante de cien altares
resplandecientes y el hambriento populacho, cubierto de sucios
harapos, se disputaba, como lo hacen las fieras rapaces, las viandas
gratuitas que les habían sido arrojadas y luchaba ferozmente por las
monedas de plata tiradas en la arrebatiña.”“
Visita clandestina del Príncipe de Gales a la Corte de
Felipe IV...
“Mientras
tanto, la gente había encontrado, con orgullo y satisfacción la
solución de que la venida del príncipe significaba su designio de
convertirse al catolicismo y la vuelta de Inglaterra al redil de la
Iglesia, y Olivares recalcó este punto con tanta insistencia y tan
públicamente a Carlos, que el mismo Buckingham empezó a asustarse.
Observó que siempre que Olivares estaba junto a Carlos, lo que por
cierto era continuamente, llevaba la conversación hacia la religión.
Carlos era joven, hijo de madre católica y estaba en aquel momento
ciertamente impresionado por la Infanta: su padre había profesado
ser católico una y otra vez. En este tiempo escribía así a sus
`Queridos niños´: <<Os envío, `baby´ mío, dos de los
capellanes más apropiados para el objeto, Mawe y Wren, con todo el
material y ornamentos idóneos al servicio de Dios. Les he instruido
perfectamente al objeto de que su conducta y servicios sean, como
espero, convenientes y agradables al servicio de la Iglesia
primitiva; y aun tan próximos a la forma romana como pueda
legalmente ser, porque ha sido siempre mi costumbre ir con la Iglesia
de Roma `usque ad aras´>>.
Pero
cualquiera que fuesen las inclinaciones del propio Carlos, Buckingham
en sus momentos de cordura, y con toda certeza Bristol, debieron ver
la trampa tendida al Príncipe, y así muy pronto, en medio de los
obsequiosos arrullos anteriores a la entrada pública, los jóvenes
aventureros empezaron a darse cuenta de la dificultad de la empresa,
que parecía tan fácil a distancia.”
El tema catalán, ya en boga entonces...
“Lo
mismo se vio en Cataluña a la primavera siguiente. Contando con el
notorio desafecto de los catalanes a la política de Olivares, Condé,
en la dicha primavera de 1639, invadió el Rosellón, que entonces
pertenecía a Cataluña, y se apoderó de Salces. Llegaron a Madrid
perentorias demandas de ayuda, pero Olivares no tenía prisa de
socorrer a los catalanes y prefería que primero se demostrase la
impotencia de aquéllos para defender su país sin el auxilio de
Castilla. Las autoridades provinciales eran
enérgicas y determinadas
y rápidamente levantaron un ejército de diez mil hombres. Mas los
catalanes no tenían jefe digno de ese nombre, y aunque pelearon
bravamente, fue por algún tiempo en vano. Estaban mala y tímidamente
mandados; ocho mil murieron de epidemia ante salces, en cuya
fortaleza estaban los franceses encerrados. Condé, avanzado el
otoño, volvió de Provenza con un nuevo ejército francés de veinte
mil infantes y cuatro mil caballos para reforzar a los franceses; y
aunque el caso parecía desesperado, los catalanes, raza dura
siempre, decidieron no moverse y luchar contra ellos. Lleno de
confianza el ejército francés, asaltó las trincheras de los
sitiadores catalanes el 1 de noviembre. Pero zanjas y fosos estaban
empapados por las lluvias de otoño, y regimiento tras regimiento se
lanzaron al ataque tan sólo para ser repelidos con terribles
pérdidas por los enérgicos catalanes detrás de sus obras de
tierra y gabiones.”
Cataluña dependiente... ¡de Francia!
En
Cataluña los ejércitos y la escuadra españoles eran sitiados y
derrotados sin esperanza (1641). El Rey francés había recibido el
juramento de fidelidad de Barcelona, y poderosos ejércitos
franceses, mandados por Schomberg, De la Motte y Meilleraie, tras de
quienes iba Richelieu, ocupaban el Principado firmemente, secundados
de corazón por los propios catalanes. España entera, incluso
Madrid, casi al cabo de sus recursos, vio que el país estaba en un
rápido declive conducente a honda ruina. Ido Portugal, y apenas la
pretensión de volver a ganarlo; ida Cataluña, al parecer igualmente
sin esperanza; Andalucía casi en revolución y Nápoles hirviendo en
descontento; un gran Imperio de gentes leales cayendo en disgregación
impotente. Todos los dedos señalaban como autor de esta ruina y
desgracia al hombre pesado, ceñudo, de rostro amarillento, que
trabajaba noche y día haciendo la labor de todos y manteniendo
desesperadamente al Rey sumergido en fútiles placeres.”“
La soledad del Rey...
Felipe
hacía cuanto estaba a su alcance, pero se hallaba enfermo y cansado,
y pronto aflojó sus esfuerzos personales. Nada de lo que hacía, en
verdad parecía prosperar, y en su constante correspondencia con Sor
María se hace crecientemente punzante la desesperada referencia a
que sus pecados propios son la causa de todas sus tribulaciones. Con
dificultades infinitas y arañando a fin de reunir recursos, se las
arregló para levantar otro ejército y abundante material de
campaña, mediante los que su hijo don Juan había de reconquistar
Portugal para la Corona.”
Libro interesante, al alcance de todos y que encierra
parte de nuestra historia y que no hay que rasgarse las vestiduras
porque continuamente estamos reinventándonos. Un acercamiento a un
Rey que tenía el mundo en sus manos pero le mortificaba el otro
mundo, una persona víctima de los pecados heredados por sus
parientes y último fulgor del Imperio español que comenzó su
aislamiento de Europa y sus evoluciones sociales y políticas, tal
vez porque España disponía de otra España en el Nuevo Mundo pero
con arquitecturas políticas ya obsoletas y desfasadas de un mundo
que ya era cambiante a más velocidad de la acostumbrada...
Ideal para turnos de noche, veladas literarias por
efectos gripales en la cama y a la suegra para que sepa lo que vale
un heredero y que hubo un tiempo en que la hubiésemos denunciado a
la Inquisición por bruja...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario