The Adversiter Chronicle

martes, 8 de octubre de 2024

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro:
Ifni -La guerra que silenció Franco-
Autor: Gastón Segura Valero
Editorial: Ediciones Martínez Roca S. A.
Edición: Primera edición, abril de 2006

Es la guerra olvidada salvo por quienes la vivieron y sufrieron en primera persona, actualmente la sociedad española ni siquiera es capaz de identificarla y mucho menos cuándo ocurrió, tal vez algunos la confundan con el abandono del Sahara por parte de España. Una guerra que tuvo lugar en el marco histórico de la Guerra Fría y el proceso de descolonización a nivel exterior y una dictadura en el nivel interno que temía una crisis en la misma si Franco no lograba parar diplomáticamente las ansias marroquís impulsadas por el proteccionismo del gran aliado de Marruecos, y también de España, como era y es EEUU. Añadir la crisis de Argelia que azotaba a la clase política de Francia deseosos de atajar las insurrecciones y contando que España y Francia debían actuar juntas militarmente. El desastroso estado de las tropas y el material bélico español donde los bombarderos Heinkel y los aviones de transportes JU-52 ya eran reliquias del pasado en 1957 a lo que hay que sumar lo precario del tema de transportes, blindados y pertrechos de las tropas españolas que necesitaban de la colaboración francesa para parar militarmente los acosos y batallas de los rebeldes auspiciados por el rey de Marruecos...

Gastón Segura Valero nació en Villena (Alicante). A los siete años se trasladó a Caudete (Albacete), y entre ambos pueblos vivió hasta que se fue a Valencia a estudiar Filosofía. Más tarde anduvo por Cataluña, para mudarse, posteriormente, a Madrid. Ha sido finalista de algunos premios literarios de gran prestigio, como el XXIII Premio Azorín (1998), el XIII Premio Max Aub (1999) y también el Premio Blasco Ibáñez de Novela en 2002.
Datos, parcos, sacados como es habitual de la contraportada y actualizados al año de edición, y sin más preámbulos unas breves reseñas que os animen a su apasionante lectura:

De potencia mundial a país insignificante...
"Los diplomáticos españoles, desde el crepuscular Desastre del 98 -donde se perdió la Armada, por segunda vez en un siglo-, ya no podían aspirar a ser considerados como legados de una potencia por más prosapia que exhibiesen, sino más bien como representantes de un país comparsa, con un radio de influencia efectiva limitado exclusivamente a Marruecos. Ante este corto margen de poder real sólo tenían tres opciones para respaldar nuestra aventura colonialista: o aliarse con la pragmática Inglaterra o con la cercana pero peligrosa Francia o apoyar las pintorescas y cizañeras aventuras germanas. De inmediato se impuso el realismo, y la cancillería española decidió entenderse exclusivamente con Francia. El resultado fue que, tanto el Protectorado Norte como en el Sáhara, para que las decisiones gubernativas de Madrid tuvieran fortaleza internacional, debían contar con la anuencia de París."

Sáhara Español...
"A pesar de todos los inconvenientes, que tendrán una repercusión decisiva en el conflicto de 1957, España había ampliado internacionalmente su soberanía con un territorio casi tan extenso como la mitad de la Península Ibérica, donde apenas habitaban treinta mil personas, que se podían triplicar según se dieran las lluvias ese año. Un tercio de esta población, unos diez o doce mil, era más o menos estable, y vivía entre la Saguía El Hamra y el País Tekna, regiones que todavía permanecían ignotas para los españoles. En cambio, los españoles no eran unos desconocidos para sus señores, el clan del Ma El Ainín, que los consideraban unos comerciantes afincados en la costa, que le rendían tributo a ellos y a las otras tribus con regalos y dinero, para poder llevar a cabo sus menesteres comerciales en paz."

Mohamed V cuenta con un poderoso amigo...
"Pero, por si al sultán le cabían algunas dudas tras el desembarco de todo el material acorazado parta la batalla del desierto, dos meses después, entre el catorce y el veintisiete de enero de 1943, tuvo de huésped al propio Roosevelt, junto con Churchill, en Casablanca. Entonces, el neoyorquino pudo convencer al alauita de todos los parabienes que le aguardaban en la era que estaba a punto de nacer. Tan satisfecho quedó el sultán con su nuevo e inopinado amigo que lo agasajó con la más suntuosa despedida que se hubiese visto en años. El sultán ya tenía un nuevo candidato a protector para mantener su trono, por tanto, ahora debía pensar en cómo deshacerse de los ya caducos españoles y franceses. Para ello disponía de un instrumento moderno y, como tal, en sintonía con los `yankees´: el nacionalismo y su partido, el Istqlal, naturalmente lo utilizaría, pero cuando y como le conviniera."

Un régimen sin capacidad de maniobra...
"El régimen se hallaba, pues, enredado en el teatro de sombras del alauita, al punto que, ofuscado, el propio Franco se mentía a base de farfullar contra García Valiño, para eludir su responsabilidad en la maraña que le había tejido su entrañable amigo de Rabat. Pero entonces, surgió de nuevo aliviadora la figura de su fámulo, Carrero Blanco, que volvió a agitar, al igual que hacía una década y cuando el panorama se teñía aún más negro, su `doctrina de los dos imperios´, arguyendo que todo era una artimaña de la contumaz Moscú, que no descansaba en sus ansias imperialistas. Era el bálsamo oportuno. Esta doctrina de la malvada injerencia moscovita en marruecos se convertiría en el embeleco tras el que el régimen se parapetará para presentar un argumento novelero, disimulador y favorable, en primer lugar, a sí mismo; después, a los españoles, y, por último y de forma harto curiosa, a los norteamericanos -Deux ex machina de todo el enredo- sobre este conflicto que estaba al borde de estallar y que segaría la vida de doscientos españoles"

Una guerra incómoda para la dictadura franquista...
"Quiero señalar que, mientras tanto, el pueblo español vivía ajeno a esta mascarada de aceros y muerte. En guardar silencio sobre todo este asunto, el régimen fue escrupuloso al extremo. De facto, una de las causas por las que Madrid se retraía, hasta exasperar al anterior gobernador, Pardo de Santayana, paras enviar el suficiente contingente de hombres que permitiese sellar la frontera del río Dra, aquel enorme coladero por donde entraban y salían los guerrilleros como Perico por su casa, era que no cundiese el más mínimo rumor sobre otra posible guerra africana. El régimen, emanado y gobernado por el africanismo, sabía mejor que nadie cuánto había convulsionado a España la guerra del Rif. Ésta era una curiosa paradoja, porque si bien su Caudillo y sus camaradas de sublevación y ahora -aunque cada vez menos- de gobierno le debían a esta campaña su gloria y su leyenda, también habían vivido cómo sus victorias eran recibidas en la península con hostilidad por el pueblo y con perturbación por los gobiernos. Franco era consciente de que otro combate contra el moro suponía abrir una hemorragia, máxime con un ejército mal dotado y carente de los conocimientos y la experiencia para aplastar una guerra de guerrillas. Y si cuando era un joven cadete le vino de perlas una matanza como aquélla para ascender en la escala de mando de forma fulgurante, ahora, que estaba apaciblemente aposentado en El Pardo, entonces, y ni por lo más remoto deseaba otro Rif en aquel secarral monstruoso de Ifni o en el desierto infinito del País Bidán. Y menos aquel año de 1957 en que todo el mundo las pasó canutas con el célebre Plan de Estabilización."

Ifni...
"A lo largo de estas páginas, ya he avisado bastante, llamándolo cuña, sobre las hechuras de ratonera que presentaba Ifni. Era un territorio de unos 1.770 kilómetros cuadrados, con una fachada de unos setenta kilómetros de costa, sin un mal puerto, y sobre unos treinta o treinta y cinco de profundidad; todo pelado, montuoso, recóndito en collados y cañoncejos traidores, donde, por no arraigar, ni arraigaba el olivo, que allí era suplido por el argán, árbol tosco y duro que da un aceite recio y poco agradable para nuestros paladares, más adamados que los de los ba amranis. Y el caso es que éstos no eran muchos, unos doce mil tirando por alto, pero todos se sentían unidos al trono de Rabat. Y eso que una buena porción de ellos eran, por así decirlo, deudos de España, porque cobraban la pensión de excombatientes; sin embargo, esto no resultó ninguna garantía como entonces, en algún momento, llegó a pensarse. Pues bien, nunca como durante aquel penúltimo fin de semana de noviembre de 1957 se tuvo la sensación de que Ifni era una ratonera sin escapatoria."

Bautismo de fuego para las tropas paracaidistas...
"A las dos de la madrugada del viernes, don Mariano Gómez de Zamalloa firmaba el plan de operaciones, es decir, daba el visto bueno para el primer salto de combate del paracaidismo español. Y una hora después, los imaginarias comenzaban a despertar a los miembros de la 7ª Compañía del capitán Sánchez Duque. A las seis y tras el desayuno reglamentario de entonces, que se componía de un modesto café con leche y torrijas, los paracaidistas son informados por su jefe, el comandante Pallás, sobre su objetivo. De inmediato, aquellos setenta y cinco hombres pasaron por la armería para recibir el equipo de dos paracaídas, provisiones, mantas y armas. Una hora después, se disponían a ser trasladados al aeropuerto y ya sabían que el salto se realizaría a la altura mínima: doscientos metros, para reducir todo lo posible su exposición a las balas del enemigo. A las nueve embarcaron, y a las once y diez despegaban los cinco JU-52 con quince paracaidistas a bordo de cada uno; en veinte minutos sobrevolaron su destino. Aunque sufrieron fuego ebnemigo durante el salto, el bombardeo previo de los Heinkel había dispersado lo suficiente a los partisanos para que ninguno d elos disparos hiciese blanco; conclusión, sólo tuvieron dos lisiados y por malas caídas. Es más, el único contratiempo lo produjeron los quince hombres del avión del capitán, más otros ocho, que aterrizaron a unos dos kilómetros de la pista de Tiliuín, muy cerca del poblado llamado Agadir – no confundir con la ciudad portuaria- . Este desplazamiento del objetivo ocasionó una descubierta posterior que ni siquiera merecería la pena recordarse, si no fuera porque es una muestra más de las muchas temeridades que imponía la pobreza del ejército de entonces a nuestros soldados."

Colaboración militar de Francia en el Sáhara...
"Sin embargo, no se puede decir que la participación francesa fuese mezquina; ni mucho menos. Pusieron a disposición de los españoles los transportes marítimos `Odette´ y `Foudre´ y una considerable cantidad de vehículos -de la que no me consta que fuesen utilizados, muy a pesar de las manifiestas carencias hispanas-. Por lo demás, movilizaron cinco mil hombres y unos setenta aviones, mil toneladas de abastecimientos por vía aérea y mil quinientas por tierra, y sus bajas se acercaron a las españolas. Por si esto fuera poco, el general Cogny, jefe de las tropas francesas en Marruecos, efectuó unas oportunas maniobras en la región de Agadir, para temperar cualquier tentación alauita de intervenir en el conflicto. Al tiempo que, para halagar y avalar la doctrina oficial de Madrid -la de la oscura mano soviética-, dieron la máxima publicidad al apresamiento del buque yugoslavo `Slovenije´, cargado de armas con destino a Casablanca, en cuyo flete estaba implicado el presidente de la Unión de Cámaras de Comercio de Marruecos y conspicuo financiero del Istqlal, Sidi Laraki. En cuanto a la operación en sí, tendría dos fases; durante la primera se limpiaría la Saguía El Hamra y el arco de asedio a las plazas costeras, y, por supuesto, se raerían los dos grandes campamentos: Tadufart y Raudat El Hach. Cuatro columnas -dos por cada país- en movimiento convergente hacia Smara serían las ejecutoras. Por la parte francesa, una expedición procedente de Tinduf y a la que se le uniría por la retaguardia otra, desde Fort Trinquet -llamadas en su conjunto, Agrupación Grall-, y por la española la Agrupación B desde Tarfaya y Daora, con destino a la ribera norte de la Saguía, y la Agrupación A, desde el Aaiún, con el recorrido por la orilla opuesta y el Jat."

Consecuencias de una guerra olvidada...
"Cierto, restaba el pleito: ese delirio del Gran Marruecos, y alunas otras calamidades irresolutas, como Sidi Ifni casi en estado de sitio permanente y el resto de la cuña más bien deshabitada por considerarlo Marruecos territorio militarizado. Y así permaneció hasta que le fue entregada, en 1969, al clementísimo Hassan II, quien seguía y siguió empeñado en fundar ese fantasioso imperio, por supuesto, con el respaldo de EEUU. Y en cuanto el régimen flaqueó, en 1975, porque su caudillo lo entubaron en La Paz y a todo el mundo le entró el azogue, el entonces sultán se zampó el desierto entero; sólo que el bocado se le atragantó tanto que Marruecos todavía no ha podido hacer la digestión. Por lo demás, sólo me queda recordar el silencio insondable y conmocionador de los muertos. Doscientos españoles que perecieron por un inmenso territorio al que jamás hicimos demasiado caso; y a los que hoy, ala vista del renco devenir de la Historia, se podría afirmar con tristeza que ni tan siquiera se les guardó la consideración debida cuando correspondía."

Libro que cobra actualidad tras el giro de la política española respecto al Sáhara y homenaje a quienes defendieron, lucharon y murieron en una guerra olvidada en su momento por la propaganda del régimen franquista y desconocida en la actualidad. Lectura ideal para amantes de hazañas bélicas y público en general que quiera conocer otro aspecto de las siempre delicadas relaciones entre Marruecos y España, ambos bajo la sombra de los EEUU. Ideal para lectura de noche en vigilia inesperada, servicios nocturnos de calma chicha o simplemente amantes de la Historia. Cuidado con la suegra que igual se le va la pinza y se pone a canturriar imitando a Carmen Sevilla o contando chistes de Gila...

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org 






theadversiterchronicle@hotmail.es 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger