Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Derrota contra el Elche
C. F que en siete minutos nos goleó dos veces
Tras
la apurada victoria de la pasada jornada tocaba visitar el feudo del
Elche C. F., visita ilusionante por cuanto una victoria nos auparía
a puestos nobles de ascenso y una derrota frenaría el ímpetu de la
parroquia de El Molinón, olvidadas las penurias clasificatorias de
las últimas temporadas. Había ambiente en el BAR en las horas
previas al partido, en horario que incitaba a sana francachela
gastronómica y tertulia posterior hasta el comienzo del encuentro
donde se esperaba a un Real Sporting que presentara batalla
recuperando las mejores esencias de la primera vuelta que estuvieron
un tanto aguadas en la segunda vuelta...
Para
esencias los efluvios etílicos y la pesada digestión que me hizo
llegar durmiendo a la hora del encuentro, el chigrero que es un
cabrito lejos de despertarme pues me dejó seguir sobando. Es decir,
el primer tiempo dormime, no por el juego desplegado que debió de
estar animado con dos goles en siete minutos que hacía a los locales
irse al descanso con un tranquilizador dos a cero en el marcador, pero dormime. Ya
despierto desde diez minutos antes del fin de la primera parte, se
pudo ver en el segundo tiempo a un Real Sporting competitivo donde el
descanso y los cambios del míster, Bombillo Ramírez, que
movió el banquillo. Y fue el bravo Otero quien en el minuto sesenta
y siete hizo renacer la ilusión rojiblanca con un gol que presagiaba
una remontada digna de gloriosas épocas de antaño. Pero el Elche no
es manco y también se jugaba tres importantes puntos y lograron
neutralizar los ataques sportinguistas y se llegó al pitido final
sin más cambios en el marcador que dejaba sabor agridulce en los
visitantes y alegría merecida en los locales y su afición.
La
cosa no puede estar más animada en la eterna rivalidad con los
carbayones empatados en puntos y pegados a nuestros talones clasificatorios. No
está la suerte echada porque estamos sextos con 55 puntitos, los
mismos que los carbayones que son séptimos y toca recibir la
próxima jornada al Villarreal B. El típico temor ante el partido
contra un filial, además es colista en la tabla clasificatoria,
donde esta vez hay mucho que ganar y muchísimo que perder. Ya no
valen medias tintas y hay que lograr la victoria pese a la larga
lista de enfermería y sancionados por acumulación de tarjetas.
Perder sería poner pie y medio fuera de la lucha por el ascenso y la
promoción, ganar sería seguir soñando porque hay opciones de
luchar por el ascenso...
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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