Una sección de
El Bis en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
CHICA DEL ESTE (2003)
Se
conmemoró el pasado día 9 la caída del Muro de Berlín, tres
décadas nada menos, y tocaba elegir una canción acorde a la
efemérides. En un mundo digital, la Guerra Fría es sólo un
capítulo de la historia y en el caso del Muro de Berlín hay toda
una serie de temas con la iconoclasta ópera rock del Muro de Pink
Floyd. Pero en el orbe hispano hubo un tema y un grupo que colocan la
canción de hoy con sitio propio pese a que fuera escrita más de una
década después...
Estamos
en 2003 y la Guerra Fría ha quedado atrás, el mundo trata de
reajustarse a la nueva era surgida con el fin de la URSS y su imperio
comunista donde Rusia aparecía en películas como decadente
escenario de la saga cinematográfica del agente 007 y
en los telediarios era habitual ver al Boris Yeltsin haciendo el
canelo mientras la sociedad entraba en los albores del consumismo tal
y como lo conocemos y consumimos hoy en día. Pero en 2003 comenzaban
a verse en las ciudades de Europa Occidental a beldades rubias del
Este de Europa con ese halo de misterio que aún despertaba ver a
alguien del antiguo imperio soviético, no me refiero a burdeles y
lupanares, me refiero a empleadas domésticas, camareras donde tras
las botellas colgaban fotos de una joven atleta o bailarina y de eso
trata la letra de esta canción.
Por
otra parte Ilegales ya era una banda con nombre propio y trayectoria
exitosa detrás aunque el alma de la banda siempre es el irreverente
Jorge Martínez, venerado y odiado a partes iguales pero siempre sin
dejar a nadie indiferente. La banda se hizo un hueco en la historia
musical dando lugar al denominado Sonido Gijón,
una de esas etiquetas donde el mundo musical de la periferia
territorial trataba de sumarse a la movida madrileña, que nadie
sabía en la periferia qué era exactamente pero donde cada
territorio, terruño y localidad de España se sumaba a la ola de la
modernidad lo cual era profusamente animado por las emisoras locales
de radio. Sea cómo sea, Ilegales se labró la leyenda televisiva
cuando en los inicios de los programas matinales y vespertinos en la
televisión pública se vetó la presencia del grupo en platós por
aparecer el Jorge Martínez vestido de nazi...
Pero
en 2003 se incluye este tema en el LP Si la muerte me mira
de frente me pongo de lao y se
hace un corte con este tema que dio lugar además a uno de los
mejores vídeo clips de la música hispana donde parece que se ha
detenido el tiempo y retrocedemos dos décadas, una hechura final de
estilo británico, con esa fascinación ya desaparecida por los
uniformes y parafernalia soviética convertida ya en chatarra de una
época pasada y ya superada en el año del lanzamiento del LP. Un
grupo y un sonido a descubrir en un mundo que no tiene ni invierno
nuclear ni hordas de humanos entre restos de un mundo desaparecido
pero que musicalmente si ha sido apocalíptico con canciones basadas
en el mismo chunga-chunga de bases programadas, distorsiones de voz y
letras simples. En ese sentido repasar la discografía de Ilegales
puede suponer un viaje al recuerdo y descubrir un sonido con entidad
propia de un ente propio como es Jorge Martínez y su banda...
A descubrir por las generaciones digitales.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org
Ella desde hace un año
temía que él un día muriera, que le fallara algún latido de su
corazón, o que su mente quedara flotando en un espacio lejano y
desapareciera de ese entorno que compartían, dejándole un gran
vacío. Se había acostumbrado a sus charlas entretenidas, a sus
bromas que le arrancaban siempre una sonrisa, a contarle cosas que a
veces comprendía a la perfección y otras no, pero cuya respuesta le
hacían reflexionar. Le gustaba escucharle con atención cuanto
quería compartir, especialmente cuando era trascendental y podía
dibujar algún trazo de su verdadera esencia. Ella sabía que en él
casi todo era artificial, que se esforzaba por reforzar los hilos que
le mantenían unido a este mundo, que necesitaba imitar y fingir para
no herir, para no separarse demasiado del resto de la humanidad. A
veces intuía que en cierta forma él la tenía como posible elemento
útil para algún fin. Ella supo desde el principio que su frialdad,
su indiferencia, su brusquedad, su extraña libertad la podían
dañar, pero aún así le tenía cariño y admiración por todo lo
que había logrado, por luchar continuamente de la manera que lo
hacía, por no rendirse ante la adversidad, por mantener la capacidad
de disfrutar de su vida actual.
Un día él encontró una
motivación especial y se fue alejando de ese entorno que con cariño
le quisieron acompañar en su caminar desde hace años, se distanció
sin darse cuenta día tras día, semana tras semana, mes tras mes,
hasta llegar casi al punto de no retorno de la amistad. Se cansaban
de esperarle en vano, de pedirle una explicación que nunca llegaba,
de ver cómo la confianza ganada con los años era pisoteada con
silencios incomprensibles o con palabras fuera de tono. Una noche
alguien le volvió a disparar una piedrecilla con un tirachinas, pero
él interpretó que era una bala mortal y con desmesurado e
inapropiado ímpetu se defendió antes de marcharse sangrando,
dejando parte de su equipaje en aquel lugar. Voló tal vez en busca
de otro confortable nido, que podría ser de cucos. Aquella misma
noche ella soñó que mataban a un ruiseñor, y lo peor fue esa
angustiosa sensación de que ella también disparó. Aunque le queda
el consuelo de que él no murió, que vuela por otros lugares con
otras compañías o quizá empapado en su profunda soledad.
Ana
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org/
Me he visto obligado a
renovar mi medidor de tiempo horario de pared, el anterior poco menos
que se desintegró entre mis manos... Parecía una sencilla
cirugía de cambio de pilas, no tenía achaques salvo el inevitable
retraso en una semana que me hacía ponerlo en hora cada domingo, no
se atrasaba mucho, un par de minutos en siete días... Tal vez, sólo tal vez,
ese contacto personal cada domingo forjó un vínculo especial. Puede
decirse que estaba lisiado puesto que la esfera de cristal hace
muchas lunas que se hizo añicos; las agujas dobladas porque si no se
montaban y dejaban, estáticas, de cumplir su función. El
departamento de la pila carecía de dos paredes y hace también
muchas lunas que el papel celofán hacía de pladur de emergencia,
uno de esos apaños de Pepe Gotera doméstico, pero tras las cirugías
pertinentes superó su tara y daba la hora cuando le miraba
interrogante... Estéticamente era
resultón, con números romanos que siempre dan mucha enjundia y
rodeado de un estampado de estilo retro. Llamaba la atención como si
fuera de marca o de categoría... Y es que era de origen
humilde, ensamblado en China y adquirido en una de esas tiendas que
venden cosas inútiles en su mayoría pero también cojines, tazas
estampadas de mensajes o figuras, de cuadros de Marilyn Monroe, de la
ciudad de New York o estampas inglesas. Fue barato y caro a la vez,
de esos objetos que te llaman la atención y automáticamente lo
visualizas colgado en la estancia y sabes que es lo que estabas
buscando... Puede decirse que murió
en mis brazos. Lo descolgué de la pared, ya tenía la pila de
recambio preparada y cuando me disponía a extraer la gastada, la
parte de la rosca de poner en hora se soltó, más bien percibí que
se suicidaba tirándose al suelo. Aún perplejo y poco repuesto de la
impresión, al cogerlo en vertical la aguja del minutero dejó su
posición casi al mediodía y se ahorcó quedando inerte y muerta
moviéndose inerte si meneaba la esfera. Tal cuelgue de la aguja era
la señal inequívoca de su muerte clínica... Ni fue una despedida de
epitafios. Sólo pensaba en que me había dejado tirado y sin poder
mirar la hora en la estancia. Fue amortajado en la bolsa de la basura
de esa misma noche y arrojado al contenedor donde nadie sabrá nunca
su historia, mi historia de tantas y tantas horas... Dicen que las lágrimas
van al mar pero me gustaría saber a dónde va el tiempo una vez
marcada la hora o si sólo será una basura más en un vertedero
cualquiera, quién sabe.
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Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH VIP 2019: Expulsado
Castejón, enemistad entre Alba y Mila del copón mientras Adara nos
deleita con intimidades erótico-festivas y Antonio David llora a
lágrima viva
Semana
animada y movidita que comenzó con el duelo en la expulsión de dos
machos alfa como son Antonio David y el Hugo Castejón. Siguió la
cosa con Alba de jefa de la casa y poder de salvar en las
nominaciones, lo cual hizo salvando a Estela y subiendo a Mila
Ximénez. La cosa se enredó más aún cuando este pasado domingo
Mila se vio nominada y terminó enzarzada en una discusión
antológica que ha dejado la casa con dos grupos: las parcas Estela y
Noemí lideradas por Alba y el otro con el lacrimógeno Antonio
David, la desorientada Adara y la Mila. Además, la dulce Adara nos
deleita con confidencias de alcoba con el padre de su hijo y pareja
cuando entró en el concurso, ahora no sabemos qué son, qué serán
y casi qué fueron porque él ha presentado demanda en el juzgado y
el italiano ya prepara su tocata y fuga...
El
duelo de nominados subió de emoción con la salvación de Noemí y
un Antonio David que tenía por poca diferencia todas las papeletas
para salir, mas una vez salvada Noemí, el voto étnico hizo caer la
balanza en contra de Hugo Castejón. Una vez que les mostraron a
ambos el vuelco que daban las votaciones y con los teléfonos aún
abiertos a las mismas, nos deleitaron con una de las mejores
expulsiones de la historia del formato con ambos machos alfa
lanzándose al cuello mutuamente por diferentes razones: Hugo
Castejón porque es un erudito del concurso y sabía que tenía que
dar caña como nunca para recuperar el favor del público y el
Antonio David porque se vio crecidito y como hace siempre que se
crece con el viento a favor pues se puso chulito, faltón y hostil.
Finalmente fue expulsado por la audiencia el Castejón que animó la
casa con su repesca y más delirantemente endiablado que nunca, pero
le ha podido la paranoia y llegó a desgastar a su único apoyo,
Adara, a la que convirtió en blanco de sus iras. Ha hecho un
concurso agotador para sus compañeros de concurso, para la audiencia
y hasta para él mismo...
¡Un
tipo demasiado nervioso para tomar cafeína y posiblemente demasiado
nervioso para cualquier otra sustancia!
La
salida de Hugo logró que Adara se relacionara con el resto que
habían sido sus antagonistas desde entonces y entre lágrimas, cara
de romántica soñadora y nuevos engarres por apoyar a Mila frente a
las tres parcas, nos hace estar atentos a sus palabras cuando cuenta
secretos de alcoba: que se pasea semi desnuda para despertar el
apetito del padre de su hijo que no responde a los estímulos
visuales, que le gusta el fornicio sin luz, que se pregunta que si el
padre de su hijo no la desea, que practican el apareamiento en dos
formas básicas y clásicas. Chascarrillos de alcoba que desesperan
al padre de su bebé y despiertan recelos del italiano en el plató
de las galas que ya duda del amor de Adara y no deja lugar a la duda
de que este pájaro vuela en cuanto pueda...
No
defrauda Mila y cuando se entera de que está nominada, dijo que no
le importaba. En la redacción hacíamos apuestas a cuántas horas
aguantaba antes de estallar en uno de sus numeritos con Alba pero no
aguantó ni veinte minutos. Gritó, gesticuló, insultó, a la mierda
mandó y todo su repertorio clásico, y único, con un Antonio David
que aprovechó para soltar contra Alba lo que no tuvo huevos a
decirle en dos meses con lo cual jodió todo posible arreglo entre
ambas. El resultado es que ahora Adara defiende a Mila frente a las
parcas mientras ésta llora en la cama tirada con el jeta llorón del
Antonio David dándola caricias en la chepa. Lo cierto es que ahora
mismo están en un punto donde han perdido los papeles ambas y se
enrocan en sus personalidades ya conocidas. Por algún extraño
arcano Mila apoya al Antonio David porque le da pena su ruina
económica y su ruina existencial y Alba sigue largando en base a su
amistad con Rocío Carrasco y sólo logra rematar de cagar su mierda
de concurso y posiblemente perder la amistad de la ex- de Antonio
David...
Se
han engarrado desde el inicio del concurso y dan vergüenza ajena él
y ella.
Esta
semana tenemos nominados a la expulsión al Antonio David, Mila y
Adara. El primero encabeza las apuestas y los porcentajes siendo de
esperar que salga de una vez aunque no descartamos que sea Adara la
castigada y Mila tampoco es para desdeñar. Han hecho méritos de
sobra para no estar en la casa más tiempo pero el único que no da
trama es Antonio David y sus lagrimones que no engañan a nadie salvo
a él mismo...
¿O
no?
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Si
hay un sitio donde relacionarse, es en un ascensor. Pero no es tan
simple, conversaciones,silencios, miradas e incluso mascotas
contribuyen al azoramiento que se siente cuando tomamos un ascensor y
nos topamos con vecinos, agentes comerciales y furibundos portadores
de recibos y pufos impagados. Hoy entrevistamos a Obdulio Pómez, un
tipo que ha montado una empresa de usuarios del ascensor para
comunidades de vecinos, reciclando un oficio perdido como era el de
ascensorista que ya sólo vemos en rancias películas...
-¿Cómo
surge la idea, Obdulio?
-Soy
usuario de ascensores desde mi más tierna infancia y a lo largo de
los años me percaté de que una de las situaciones más embarazosas
de nuestra existencia es cuando tomamos el ascensor con un perfecto
desconocido, ese vecino tirrioso o los que van con la mascota,
auténticos sacos de pulgas o felpudos con patas en algunos casos.
Tras un estudio de mercado llegué a la conclusión de que era
necesario un servicio de acompañamiento en el ascensor que nos evite
pasar un mal trago. Encontrarse con alguien al salir del ascensor
para ir al trabajo u cuando volvemos del mismo, puede arruinarnos lo
que era hasta ese momento otro delicioso día en nuestras vidas. En
definitiva, ofrecer un servicio que haga placentero el trance de tomar
un ascensor. Tras una pequeña inversión en adecentar al personal
desde un punto de vista estético, se les contrata a tiempo imparcial
de horario en las listas del paro, se les da un cursillo, gratuito
por cierto y siempre que se llama el ascensor, hay un miembro, con
perdón, de la empresa en su interior.
-Parece
una idea un poco gilipollas... ¿Y qué hacen?
-Lo
primero el confortable contacto humano que siempre tiene un tema de
conversación sobre el tiempo que hace o deja de hacer, que halaga el
cardado y la permanente de esa vecina a la que nadie hace caso en su
casa; una barrera física entre esos dos vecinos que se tienen malas
ganas; la agradable sensación de que te abran la puerta porque se va
cargada de bolsas y qué no decir de interponerse entre la mascota y
otros usuarios sin esas molestas tirrias porque fulanito odia las
mascotas y el perro de su vecino es grande como una oveja. Son
detalles que luego en las reuniones de vecinos se comentan con agrado
y que supone desde un punto de vista empresarial, una grata
satisfacción del trabajo bien hecho.
-¿Quiénes
contratan sus servicios, ein?
Fundamentalmente
las comunidades de vecinos con ascensor pero estamos en plena fase de
expansión y estas navidades lanzamos el acompañamiento de cenas
familiares donde un empleado hace el servicio que se da en el
ascensor pero aplicado a las reuniones gastronómicas familiares. Ese punto de cordura
que evitará discusiones, pendencias y demás incordios que se dan al
juntar a suegros, cuñadas, familiares incómodos y demás. Esta
sociedad actual nos empuja al aislamiento y es por ello que coger el
ascensor o ir a una cena o comida familiar nos hace sentirnos
autistas, hostiles casi. Por otra parte nuestro personal, si cuadra
la conversación, puede ofrecer a los vecinos y vecinas distintos
productos, idea que tomé de las aerolíneas.
-Ya
para finalizar Obdulio, ¿prestan servicios en todo tipo de
ascensores de comunidad de vecinos?
-Se
pierde una sensible cuota de mercado con esta moda de instalar mini
ascensores en comunidades de vecinos que en principio carecían de él
y por cuestiones de espacio sólo entra un usuario u usuaria, y eso
de perfil, y que los bultos suban por la escalera. El sector hemos
elevado un escrito al Ministerio de Industria para que las empresas
de tales instalaciones pague un canon que sufrague las pérdidas y
que no repercuta en la comunidad de vecinos. Pero en ascensores de
dimensiones normales pues nos adaptamos al tamaño que sea aunque
claro está que según el tamaño es la tarifa, no es lo mismo dar
conversación a cinco personas que a tres y ese don de gentes de
nuestro personal tiene unos costes.
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