Aquel primer reloj
digital
Me
han regalado un móvil, dispositivo que se resume en un ordenador que
además sirve de teléfono. Lo miraba y recordé mi primer cachivache
digital allá por finales de los analógicos 70´s. Era noche de
Reyes Magos y recuerdo nítidamente el CASIO, totalmente distinto a
lo que conocía por un reloj. Las manecillas no existían, era
información horaria en una pantalla de cristal líquido que además
decía la fecha, tenía cronómetro y cuatro botones en lugar de una
rueda; anticipando el futuro que ni siquiera llegaba a imaginar como
lo es y vivo hoy. Aquel reloj anunciaba una nueva era, pero para mí
aquel momento fue inolvidable...
El
reloj venía en compañía de la que fue mi primera calculadora, de
números de verde casi fosforito en la pantalla, puedo volver a
encender fascinado la calculadora y probarla sumando, restando,
dividiendo, pulsando funciones que eran entonces en mi mente
desconocidos arcanos matemáticos...
Creo
recordar aunque no lo recuerdo exactamente que todos tuvimos nuestro
regalo digital pero tengo grabada la calculadora que recibió mi
padre, pequeña y delgada que también tenía alarma, pero no
recuerdo el resto de regalos de aquella noche...
Era
un buen diseño y sigue plenamente vigente aunque ahora prime más el
gusto y la moda de relojes de esfera y bisutería a precios de
edición limitada aunque yo sigo con el CASIO, tengo otros relojes,
un par, y si bien uno no funciona el otro da la hora en ocasiones de
celebración o vestir bien un domingo pese a que no me visto de tal
desde hace lo que parece una eternidad. Pero el confinamiento no me
impide maravillarme de cómo avanzó la tecnología. Eran tiempos de
borrascas políticas igual que ahora y sin embargo aquellos padres y
madres nos permitieron una infancia y adolescencia libre de problemas
y tal vez sea la hora de que esta generación privilegiada honre su
trabajo y sacrificio mejorando el presente aunque tachen sus trabajos
y sacrificios de entonces de inútiles y fascistas...
Miro
la hora, miro las noticias escupidas por el televisor y miro la
ventana pero quiero quedarme un poco más en el recuerdo, sentado
perenne que aún se maravilla como aquel niño ante el regalo
digital...
Antón
RenduelesThe Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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