Con la
colaboración de Donald Al Harish Al
Shama Smith, ex-agente de la CIA expulsado por
tenencia, extorsión y líos de faldas,
en exclusiva para The
Adversiter Chronicle
Han
saltado todas las alarmas de las agencias de inteligencia y defensa
advirtiendo que no adquiramos marcas chinas punteras de cachivaches
digitales. ¿Guerra comercial de fondo? ¿Defensa en un nuevo campo
de batalla? ¿Intento de monopolio acojonando al personal con la
competencia china? ¿Contubernio comunista chino para debilitar a
Occidente? Nadie mejor para responder con nuevos y más intrigantes
interrogantes que nuestro experto en asuntos de espionaje...
-Todos
los gobiernos de la OTAN sin excepción tratan con más o menos
presupuesto de analizar los datos que generamos en el uso de
dispositivos digitales. Siempre se habla de usos con fines
comerciales y de mercadotecnia, pero al apuntarnos a la revolución
digital y el uso de sistemas de comunicación con dispositivos de
geolocalización, incluso con este apartado apagado, hemos renunciado
a la salvaguarda de nuestra intimidad a la hora de navegar por
Internet y hacer uso de las distintas aplicaciones, casi considerado
un peaje asumible. Lo cierto es que esos datos se generan y en su
mayoría son necesarios para mejorar la interfaz y en tiempo real,
pero hay una parte que puede ser analizada y sacar conclusiones que
se plasmen en planes operativos de control, de masas en estos inicios
pero que en China se aplica como control de población. Pero de
alguna manera la OTAN también salvo el detalle de la salvaguarda de
los derechos individuales que otorga la democracia, un gobierno
comunista y totalitario como tal no tiene cortapisas a la hora de
aplicar el control de los datos generados individualmente.
-Por
supuesto, pero hay algo más. El veto a que empresas chinas opten a
contratos gubernamentales es un medio de defensa nacional. El PCCh
aprendió de la Guerra de Vietnam que es posible debilitar al enemigo
mediante adicciones, recordemos el consumo de heroína entre las
tropas estadounidenses dos años antes de la retirada y las
consecuencias en las ciudades y el tejido social. El PCCh contempla
en su estrategia enganchar a la población a lo digital. Yonkis del
móvil que descargarán aplicaciones de juegos en realidad
superpuesta que en realidad recogen datos geográficos estratégicos.
Archivos de foto y vídeo tomadas por inocentes turistas que guiados
por la aplicación enfocarán secundariamente el objetivo estratégico
de interés que son desencriptados en China. Hace pocas fechas saltó
a los medios una aplicación que señalaba las bases y demás gracias
a usuarios anónimos pero que se convierten si saberlo en vectores de
recogida de información. Es evidente que frenar las ventas y su
popularidad entre consumidores y usuarios es una medida irrenunciable
de defensa de los EEUU.
-Es
el futuro a corto plazo. Hay un nuevo campo de batalla como la
producción industrial y las materias primas lo fueron los últimos
dos siglos. La ciudadanía se encuentra expuesta a los ataques de un
PCCh que se enfrenta a una población que controlar y si es
inevitable que acaben conectándose a la aldea informática global,
es de interés estratégico para China controlar el mercado de
dispositivos digitales. Podemos mirar para otro lado, ignorar los
avisos y la lectura entre líneas de una batalla donde se decide
quién nos controla porque se da por hecho que hay que controlar esos
datos que es controlar a los usuarios. Nos hemos vendido y somos
adictos, ahora ya sólo queremos seguir conectados utilizando
aplicaciones y aparatos de precio asequible.
-Siempre
he visto algo inquietante en el encargado de la tienda de los chinos
de la esquina, siempre...
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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