Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The
Adversiter Chronicle
CHUCHES
Si
nos preguntaran o nos retaran a nombrar alimentos que consumimos
normalmente, seguramente podríamos dar una lista casi interminable
pero casi fijo que no nombraríamos a los chuches. ¿Alimento para la
infancia que se consume a escondidas por los adultos? ¿Contienen
sustancias adictivas que nos producen un irrefrenable deseo de
devorarlos hasta terminar con ellos? ¿Es realmente un alimento?
Estas y otras interesantes cuestiones que planteamos a nuestro
querido profesor T. A. Rambaina para que nos ilumine, ilustre y
despeje dudas...
-Hay
bastante confusión respecto a esto y depende de cómo lo veamos. Si
recurrimos a su definición en el diccionario podremos leer lo
siguiente: `producto comestible, normalmente pequeño, dulce y
ligero, que se suele picar a cualquier hora por su sabor agradable y
no por su alimento; en especial, los dulces que habitualmente toman
los niños.´ Bien, ya sabemos que es alimenticio, es decir, que
alimenta. Pero teniendo en cuento que la infancia se convierte en
adultos y su indudable contenido adictivo, logra que entre el
populacho forme parte de la dieta, no todos los días pero gracias a
que logra que los devoremos hasta acabarlos y que de un atracón
podemos llegar a comernos la cantidad mensual recomendable, yo diría
que a nivel culinario sí es un alimento.
-¡Inducción,
Skizo´s! ¡Pura y simple inducción desde la más tierna infancia!
Lo que ocurre es que a medida que crecemos nos produce un efecto
psicológico de vergüenza, como si comer gominolas con treinta años
o más de quince fuese sinónimo de infantilismo. No sucede por
ejemplo con las pipas o los frutos secos en general donde si nos ven
comiendo avellanas incluso nos piden dándose el curioso efecto de
que si vemos a un adulto comiendo gominolas lejos de pedir nos reímos
mas sin poder evitar la salivación que responde a la inducción que
citaba antes. Es psicológico y un residuo de la adolescencia cuando
se desarrollan en plenitud los órganos genitales y relacionamos los
chuches con la inocencia infantil. Son sólo prejuicios sin ninguna
base científica. Somos adictos a los chuches nos guste o no nos
guste asumirlo y, sobre todo, aceptarlo.
-¡Por
supuesto! ¡Claro que son adictivos! Se han hecho experimentos donde
se metía a un grupo de adultos en una sala y en una mesa una cesta
de chuches variados. Pues bien, al poco tiempo y de forma grupal,
casi simiesca, todos los adultos picotean hasta que llega un momento
de paroxismo adictivo en que llegaban a pelearse por algún chuche en
concreto y cuando entraba el controlador y preguntaba por los chuches
todos los adultos respondían a una que no había chuches...
¡Llegamos a mentir por no reconocer que como adultos nos comemos
chuches! Por no hablar de que cuando vemos a la infancia de nuestro
entorno comer chuches siempre terminamos por gorronear unos cuantos
incluso a escondidas y pese a que vemos al niño o niña desesperados
buscando esa piruleta o esa gominola que nos encanta en especial
desde que hicimos la primera compra de chuches en nuestra infancia.
La población es totalmente adicta a los chuches y negarlo es una
necedad y propaganda de la industria chuchera negando la evidencia.
-Personalmente considero que sí y por eso lo traigo
al MBC. Negar que se consume en edad adulta va perdiendo esa leyenda
negra de que es infantil y la repostería de chuches gana enteros a
cada año con tartas a base de nubes, gominolas, regalices y demás
variedad de chuches aunque se compran con la excusa de fiestas
infantiles que terminan devorando los progenitores y resto de adultos
presentes en el sarao correspondiente. Yo diría que es un alimento
de dieta suave...
-No
no, me refiero a dieta en base a suavemente birlar pinchos en bares,
garitos y lupanares, gorronear a amistades en terrazas de verano y
similares. Los chuches pueden llevarse cómodamente en el bolsillo y
cogerlos con la mano en el mismo sin que nadie note que comemos
chuches que complementan perfectamente con tapas y pinchos de
cortesía al pedir un vaso de agua, un postre perfecto que se consume
suave, es decir, sin que nos vean. Ha traído un surtido que tengo
aquí en... ¿Oiga Skizo´s, dónde ha puesto la bolsa de chuches que
traje?
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario