"TELEMIERDA INC.", suplemento televisivo cutre

Suplemento televisivo cutre de The Adversiter Chronicle

Supervivientes 2017: Cinco finalistas y un superviviente

Se ha llegado a la final de una edición extraña donde lo más relevante desde el último artículo ha estado fuera de Honduras y sí dentro de los distintos platós y programas de la cadena que nos han deleitado con las supuestas ínfulas de actor porno de Kiko apoyadas sobre el dudoso testimonio de Dinio, aquel semental cubano que estuvo casado, o simulacro de tal, con Marujita Díaz, todo tras la salida de su celosa y nos tememos que cada vez menos prometida de Gloria Camila aunque él siga con su turra cuando hay cámara delante de las ensoñaciones que tiene de la ceremonia nupcial...

Además siguieron con ese truco de última hora que es hacer compañía durante una semana al solitario en la cabaña del árbol, destacando la semana de Lucía que terminó en una de sus neuras soltando epítetos por la boca hacia Kiko y que ya regresada dio otra espantada tras escuchar críticas de su paso como fantasma. Tras ella entró María Lapiedra, mujer inteligente y estudiada que tras dejar el cine para adultos trata de demostrar que no es tonta como su tono de voz y maneras plasman tal en pantalla pero termina teniendo pintas de actriz porno y queda siempre por tonta. Su paso anuncia su participación en la próxima edición y tal vez sea una recompensa por poner voz, que no canto, a la nueva sintonía de Cazamariposas.

En la isla quedan otros cuatro y el que debería ser ganador esta edición del gañán de José Luis que ha sufrido hasta el ataque de un pulpo que se le quedó adherido a la chepa. Los zangolotinos infantiloides de Iván y Alejandro, que estaban en la orilla, primero se quedan meditando si pasa algo mientras José Luis daba alaridos de dolor, chapoteaba en el agua y pedía ayuda. El mono neurona de Iván se lanza cual jabato al rescate y a mitad de camino, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, se queda clavado en el agua esperando que acuda Alejandro. Menos mal que el bueno de José Luís pudo salir por sus propios medios porque si hubiera dependido de estos dos elementos inútiles para la supervivencia y el actuar de socorristas, hoy hablaríamos de un ahogado o un paciente con triquinosis pulpera. Ninguno de estos dos niñatos merece el premio y mucho menos llegar donde han llegado. Uno gana siempre las pruebas de líder y el otro desde el inicio se arrejuntó con esa fuente de alimento diario que es José Luis.

¡Prescindibles en cualquier casting!

Luego están Alba Carrillo y Laura Matamoros. La primera crece a cada día en la isla y se perfila como la gran tapada en las apuestas para dar la campanada. Sobre Laura sólo se puede decir que ha sido decepcionante y no aporta nada nuevo ya como concursante. Hizo una primera parte de concurso en plan mueble, gritando y riñendo; una segunda donde se dejó fagotizar por Gloria Camila haciendo sus mismas tonterías y siguió gritando y riñendo; una tercera donde se puso en plan niña mimosa tirándose al suelo, mareada y sufriendo blanquitos ora sí ora también hasta que fue su hermano de visita. Además no ha adelgazado, claro que no ha dejado de comer, como el resto de concursantes, en la isla gracias a José Luis. Ahora está en la final, piensa que va a ganar, como todos menos Alba, y sigue gritando y riñendo...

Por el camino se ha quedado el siempre empático de Juan Miguel, viviente prueba lorzera de que esta edición de pasar hambre poco ya que sólo ha perdido treinta kilitos y sigue tripudo, a diferencia de otros tripudos de pasadas ediciones que salían estilizados. Nos hizo pasar desternillantes momentos y su voz gangosa y de lengua de trapo, recuerda al dictador Franco a veces su voz, es inigualable y casi ininteligible para el común de los hispano parlantes. Por desgracia sucumbió al estrés de estar nominado sin esperarlo y al final se pasó al bando de las damiselas cansado del gañán y de aguantar niñatos y sus infantiloides conversaciones y tramas. No superó la votación definitiva frente a Kiko y al final su bajón anímico y de malos humores ha eclipsado a un concursante honesto que hizo gala de sus talentos para pasar unas risas, servir de apoyo anímico y peluquero de trenzas, un digno bufón gordo pero orgulloso de serlo.

 

Y ya se acaba, a mí me gustaría que ganara Alba pero el ganador debe ser José Luís,

superviviente nato, multiusos y multifuncional que si le das una navaja y un bambú te hace un arpón y caza un cachalote, siempre adaptado al ambiente y seguramente tienen prohibido cazar pelícanos porque hubieran tenido carne y pescado todos los días. Le pierde su gañanismo y sobre todo estar descolocado ante la cultura urbanita predominante en nuestros días, pero ha tenido un cólico nefrítico, le ha mordido un pulpo, pesca como mínimo siete u ocho piezas de pescado de gran calibre y encima con una hoja de palmera y un coco te hace un velero si se tercia...
Ganador sí o sí aunque puede haber sorpresa con Alba y Kiko como superviviente en solitario, es un decir porque siempre estuvo acompañado, parte también como favorito si se da la tendencia de otras ediciones con los aislados tras la primera expulsión...
Ya se verá, decía un viejo maestro zen.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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