Con la
colaboración de El Bis en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
OLVÍDAME Y PEGA LA
VUELTA (1982)
Hay
canciones atroces y ésta lo es salvo que tengáis un alma ñoña
pero ñoña de cojones y supone el máximo exponente de daños
colaterales en forma de traumas larvados que surgen al escucharla y
que si nunca la escuchasteis es mejor que no la escuchéis ya que
conforma un trío de atrocidades musicales junto con Domenico Modugno
y su teléfono que lloraba, y al que ya he dedicado un artículo, y
Demis Roussos y su triki triki al que dedicaré un artículo propio.
Como
producto musical es impecable con éxito triunfal de ventas en el
mundo de habla hispana y una popularidad que perdura, producto tal
perennidad de lo atrozmente postraumática que es. Interpretada por
una pareja de hermanos resultaba inevitable escuchar la letra y
pensar que estábamos ante un incesto musical con el morbo de pensar
que fuera real, pero cantan e interpretan como puede verse en el
vídeo aunque la misma
desde un punto de vista teatral suene aficionada en obra de fin de curso en jardín infantil.
desde un punto de vista teatral suene aficionada en obra de fin de curso en jardín infantil.
No
hay estudios estadísticos sobre los daños psicológicos y su repercusión en
quienes vivieron su cresta de la ola, pero debería. La historia que
narra es una soberana turra entre un tipo que no deja de incordiar a
su ex- y ésta entre lamentos y reproches trata de esquivarlo y
mandarlo a tomar por el culo de una puta vez, pero por alguna razón
si eres una de esas personas que la escuchas y sientes taquicardia
más náuseas con sensación de haber sido sometido a tratamiento
Ludovico con comienzos de
aerofagia, durante el resto de tu vida y siempre que la escuchas
surge un instinto innato a romper el televisor o la radio donde esté
sonando en ese momento...
Pero
es también motivo de gratos momentos por quienes disfrutaron en su
momento y consumían este producto totalmente enganchados a la
canción y al dúo que lo
interpretaba, posiblemente porque era 1982
y flotaba cierta alegría en el ambiente saturado de sonidos nuevos a
los tímpanos y los pimpinelas representaban un tipo de canciones
que, con pequeñas evoluciones de estética y rescatando la
interpretación teatral de la historia al cantarla, resultaban
confortables al público veterano y atractivas al público novel
cuyos progenitores compraban el producto y que han quedado
irremediablemente tarados desde entonces aunque la patología no se
manifieste...
Dúo
Pimpinela del que nunca sabremos si hubo incesto mas sigue dando
morbo pensar que sí pero que forma parte de la música tanto como
por éxito comercial como por fenómeno social en unos tiempos donde
la ruptura de parejas para toda la vida se estaba normalizando y
donde muchas mujeres se identificaron con la protagonista de la
canción.
Y
debéis disculparme pero he de ir a vomitar y ya me está viniendo la
aerofagia...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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