The Adversiter Chronicle

sábado, 13 de febrero de 2016

Entrevista a Zepulón McFree, autor de "El amor era una droga"


The Adversiter Chronicle entrevista a Zepulón McFree, autor del best seller El amor era una droga que ha sido prohibido para su lectura por las autoridades religiosas judías, musulmanas y cristianas por cuyo contenido a sido demandado por parte de algunas comunidades evangélicas en algunos Estados de EEUU por espurio religioso.

-Las tres religiones monoteistas más importantes le repudian y prohíben su libro mientras los ejemplares se agotan... ¿Era usted consciente del follón que iba a montar con su libro, Zepulón?

-Intuía que mi teoría atraería la curiosidad, tal vez porque el tema de los extraterrestres y su intervención en el planeta para que surgiera el ser humano tiene muchos adeptos y por otra parte los creyentes tienen dudas que sus congregaciones o líderes religiosos no quieren aclarar o responder. Como digo en el prólogo, esta obra surge desde mis más profundas convicciones religiosas pero desterrando la ortodoxia y analizándolo con mentalidad abierta para concluir que sí hubo y puede seguir existiendo una intervención que llamamos divina pero que sólo se trataría de otros seres más avanzados que decidieron elegir una especie del planeta e inocularle las características que conforman y han conformado a lo largo de los siglos lo que somos: anímales bípedos inteligentes que dominan la tecnología y la ciencia.

-¿Por qué esa virulencia, como es el caso del Vaticano, hacia su teoría?

-No sólo del Vaticano pero en su caso, igual que en el judaísmo y el Islam, saben que mi teoría hace trizas siglos de fábulas y supercherías. Pensamos que hace 2000 años ocurrían cosas extraordinarias cuando en realidad no pasaba nada salvo interpretaciones ante lo desconocido y la necesidad de todo ser inteligente
 de buscar un sentido trascendente de la muerte, nos aterra que no haya nada después y eso nos lleva a preguntar qué ocurre con nuestra consciencia tras fallecer. Pero mi teoría no soluciona este debate ni es el objetivo, yo planteo que el amor, ese rasgo emocional que nos diferencia del instinto del resto de criaturas del planeta, fue una droga para precisamente cortar nuestros instintos animales y no es un atributo divino, el amor era una droga que una civilización de otro planeta inoculaba en primates seleccionados para provocar una evolución de sus cerebros a un estado de consciencia existencial donde la droga `amor´ era en realidad para combatir los efectos secundarios de unas mentes que debían adaptarse a ser inteligentes superiores de sus congéneres y fauna en general del resto del planeta.

-¿Está afirmando que Dios es una planta de marihuana, ein?

-¡Lo que afirmo es que lo que llamamos Dios y veneramos como su mayor tributo que se nos otorga, el amor y la capacidad de amar, era una droga inoculada para reprimir instintos primarios de animales salvajes escogidos para evolucionar a lo que somos ahora. Lógicamente eso anula el concepto de Dios y de divinidad como
creador y diseñador además de vigía de nuestra existencia terrenal y posterior una vez muertos. No creemos que hace miles de años viniera a este planeta una civilización de otro pero creemos en una presencia unitaria y magnífica que todo lo domina y ejerce su dominio! ¡No es mi libro el que debería estar prohibido, son las religiones y sus líderes que viven como Dios explotando esa creencia!

-¡Quiá! ¡Quiá! ¡Relaje Zepulón, relaje, por los clavos de Cristo, las babuchas de Mahoma y las barbas de Abraham, redios! Un respeto que tenemos lecturas entre creyentes de distintos credos. Yo más o menos, si no he entendido mal, usted afirma que vino E.T., hace un porrón de eras, escogen una especie, la dotan de inteligencia y para que no muerdan a sus amos les chutan amor como medio de paliar los efectos secundarios... Escuche amigo, conozco casos en los que por mucho menos les someten a contención en agudos con Haloperidol dol dol por vía intravenosa... ¿Entonces un día aparecerán de nuevo o iremos nosotros a su planeta y todo se aclara, Zepulón?

-No ha entendido usted nada como creo que el 99% de las personas que han comprado el libro, se quedan con el tema de extraterrestres, las cuchufletas sobre la droga y un Dios yonkoso y encima interpretan como una esperanza que algún día conozcamos a los marcianos que vinieron antes... ¡Estoy advirtiendo que somos una anomalía, un aborto no programado! Esos primeros visitantes no nos aman y se aman, querrán aniquilarnos y nosotros les tendremos que aniquilar a su vez. Para ellos somos drogatas que por un accidente generamos esa droga en nuestro organismo. Querían soldados y crearon el amor universal, querían seres perfectos y crearon criaturas drogodependientes. Somos únicos, pero somos un accidente de laboratorio. Segregamos la droga de forma natural, por eso nos quedamos colgados de alguien, nos colgamos por algo y acabamos colgando a quien no ame...

-Pues ya saben, resulta que amarse es tener un colocón mutuo y a ver si no sólo legalizan la maría sino que a ver si quitan el incienso y lo sustituyen por marihuana...
¡Aleluya!


The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/

 

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