Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
-La lucha por la independencia-
Autor:
María Rosa de MadariagaEditorial: Alianza Editorial, S. A.
Edición: 2009
Ahora que vuelve a estar en el candelero el conflicto
palestino, los problemas en la frontera con Marruecos y la
inmigración ilegal y que PODEMOS trata a ETA como si fuera un
movimiento de liberación, nada mejor que refrescarnos las neuronas
abordando la figura de un héroe de la independencia de Marruecos,
azote de las tropas españolas en la década de los 20´s del pasado
siglo y un hombre que sin renunciar al islam y a sus principios era
una referencia cuando al término de la II Guerra Mundial se inicia
el proceso de descolonización...
Veremos con sorpresa para el lector español y francés
que el símbolo de la independencia trató en un principio de ser un
buen ciudadano de protectorado siendo funcionario a sueldo del
gobierno español y más tarde, al darse cuenta de que España no iba
a aportar desarrollo y progreso con unos militares africanistas
especialistas en represión brutal, gira sus ojos a Francia, la otra
metrópoli que junto con España ocupaban el territorio, sabedor de
que si Francia se retiraba del protectorado entonces España también
se iría.
La autora, con estilo ameno y nada farragoso, nos
mostrará el sistema de gobierno tribal, los lazos familiares,
aventureros en busca de buenos cuartos, las entretelas de la política
francesa y a la lucha y el exilio de un hombre sabedor de qué se
estaba jugando con sus compatriotas que a cambio sólo obtenían
explotación, sumisión y obediencia de las potencias ocupantes.
María Rosa de Madariaga es licenciada en Filosofía y
Letras por la Universidad Complutense de Madrid, diplomada en lengua,
literatura y civilización árabes del Instituto Nacional de Lenguas
y Civilizaciones Orientales de París, y doctora en Historia por la
Universidad de París I (Panthéon- Sorbone). Tras enseñar lengua y
civilización españolas en la Universidad de París IV, fue durante
años funcionaria internacional en la UNESCO. Es autora de varias
obras referente a Marruecos y su historia durante la época del
protectorado, así como de numerosos artículos sobre las relaciones
entre España y Marruecos, publicadas en revistas españolas y
extranjeras y en obras colectivas.
Datos de 2009 y sacados de la contraportada. Y sin más
unos breves pasajes que os despierten la apetencia de leer:
La
imagen en España del moro
del protectorado...
“Hay
que decir que entre las familias de tradición liberal progresista
como la mía (la autora), junto a la visión liberal-romántica de
`nuestro moro´, el de al-Ándalus, vehiculada por la historiografía
liberal del siglo XIX, coexistía otra imagen del `moro´como
`salvaje´ y `cruel´, asociada sobre todo a la de los miles de
combatientes marroquíes que participaron en las filas franquistas en
la guerra española de 1936-1939. La `guardia mora´de Franco,
residuo folclórico de aquellas tropas, nos lo recordaba aún pasados
los años. Acostumbrada desde la infancia a escuchar en mi casa otra
versión de la historia que la oficial dada por el régimen
franquista, el personaje de Abd-el-Krim fue para mí una revelación.
Frente a los `moros amigos´, los `moros buenos´, de los que
hablaban en términos elogiosos los medios franquistas, estaban los
`moros enemigos´, los `moros malos´. Según aquellos a los que los
franquistas consideraban los `buenos´ eran considerados por familias
como la mía los `malos´, y viceversa; la figura de Abd-el-Krim se
inscribía para mí en la categoría de los `buenos´. Decididamente,
el personaje empezaba a interesarme.”
Vida en el peñón de Alhucemas..
“Asedios,
pestes, motines de la guarnición o de los penados, hambrunas, la
vida no era fácil en el peñón de Alhucemas ni en la de su hermano
el de Vélez de la Gomera. La situación de miseria llegaba a veces a extremos tales que el gobernador se veía obligado a echar al campo a los penados y confinados, con el fin de poder resistir unos días más hasta recibir socorro de la Península. Las perspectivas de que los echaran al campo por falta de alimentos daba a veces lugar a sublevaciones, mientras que otros eran los propios penados y confinados los que podían `pasarse al moro´para no morir de hambre. El `paso al campo moro´ de confinados políticos o de presidiarios era frecuente, ya fuera con autorización o por imposición. Sucedía también muchas veces que algunos penados, por no soportar tantas penurias y privaciones, y ansiosos por recobrar su libertad, conseguían huir del presidio y nadar hasta la costa, donde eran en general bien recibidos. Tras convertirse al islam, tomaban esposa en el aduar que los había adoptado y terminaban por fundirse con la población. Otras veces, eran los habitantes de la costa los que iban a parar al islote. En tiempos pasados, en las incursiones al `campo moro´se hacían cautivos que se utilizaban luego como esclavos en los trabajos de fortificación y que podían rescatarse, dedicándose el producto a la redención de cautivos cristianos, si bien podían también canjearse `hombre por hombre, pero no moro por ganado u otros víveres, aunque la necesidad obligó muchas veces a hacerlo así.”
Repercusiones de la I Guerra Mundial...
La
repetida negativa de Abd-el-Krim padre a presentarse en Alhucemas y
los continuos pregones en los zocos a favor del sultán otomano y de
la causa germano-turca hacían que las sospechas que sobre él
pesaban cobrasen más fuerza. Según un telegrama del 1 de julio de
1915, `informes fidedignos´ aseguraban que el alfaquil Abd-el-Krim
esperaba la llegada de su hijo Sid Mohand (es decir, Abd-el-Krim
hijo), cadí en Melilla, para que éste trabajase abiertamente contra
España y no volviera a Melilla. Las mismas confidencias advertían
del peligro de que Sid Mohand regresase a Beni Urriaguel con esos
propósitos `por la influencias que adquiriría con los fanáticos´,
que consideraban entonces como enemigo de España al alfaquí, el
cual los aconsejaba en contra de los españoles y a los que decía
que su hijo permanecía en Melilla `con el fin de conocerlos mejor y
poderlos combatir con éxito´.”
Entre la guerra y la paz...
"El
general español, que reembarcaba al día siguiente de vuelta en el
Reina Regente, recibía dos cartas, una de Abd-el-Krim y la otra de
Hammu ben Ahmed, presidente accidental de la comisión negociadora.
La de Abd-el-Krim expresaba su desacuerdo sobre la manera como la
parte española había llevado a cabo las negociaciones, que él
consideraba de suma importancia para `ambas naciones´, y reprochaba
a Castro Girona la falta de interés en una cuestión tan fundamental
como era la de lograr la paz. Terminaba diciendo que no había en la
conferencia del día anterior nada que mereciera contestación. Hammu
ben Ahmed, por su parte, manifestaba que las negociaciones de paz que
los rifeños deseaban entablar aún no habían entrado en la esfera
de oficiales´. Las conversaciones con Castro Girona quedaban, pues,
interrumpidas, y para reanudarlas los rifeños pedían que se
designase una delegación compuesta de representantes civiles y
militares `competentes´, lo que equivalía a negar a Castro Girona
las competencias necesarias para llevar a cabo esta tarea. Éste, al
que se tenía por gran experto en `penetración pacífica´, pero que
en realidad lo era en conseguir adhesiones de jefes en Yebala y Gomara a cambio de fuertes sumas de dinero, es decir, de sobornos, no era bien visto de Abd-el-Krim y de los dirigentes rifeños. Aunque las conversaciones hubiesen quedado interrumpidas, Hammu ben Ahmed manifestaba en su carta que el presidente , que era como llamaba a Abd-el-Krim, había ordenado un alto el fuego, que iba desde el cabo Quilates y cubría toda la bahía de Alhucemas, siempre que España hiciera lo propio. Con esta medida conciliatoria, Abd-el-Krim esperaba que el gobierno español tendría hacia él una actitud más flexible. El alto comisario dirigía el 23 de abril un telegrama al ministro de Estado, señalando que estaba a punto de finalizar el plazo de ocho días al término del cual se había convenido enviar una representación a los beniurriagueles para continuar el diálogo´.”
“
De la tribu al Estado-Nación...
Conviene
señalar que Abd-el-Krim utilizaba el término `República´únicamente
hacia el exterior, y los documentos oficiales que llevan el membrete
`Dawlat al-Yumhúriya ar-rifaya´ (Estado de la República del Rif)
van siempre dirigidos, ya sea a las potencias extranjeras o a la
Sociedad de Naciones. En sus declaraciones en enero de 1925 al
periodista estadounidense Vincent Sheean, Abd-el-Krim manifestaba que
el nombre de la `República del Rif´ le había dado por primera vez
por los periódicos ingleses y también por algunos de `nuestros
agentes ingleses bien intencionados´. Y añadía que los rifeños
nunca habían tenido república en el sentido occidental del término ni nunca la habían deseado, para pasar luego a dar una curiosa interpretación de su origen, según la cual, la palabra española `república´ había sido adoptada en el idioma rifeño para designar `pequeñas agrupaciones locales´ semejantes a las `juntas (utiliza la palabra en español) de oficiales españoles´. Así, por ejemplo, tenían `varias repúblicas´en cada compañía de infantería, y la palabra no significaba más que eso para el pueblo rifeño.”
El conflicto rifeño en el contexto internacional...
“Las
posiciones oficiales del gobierno rifeño recogidas por Gordon
Canning en Targuist el 23 de noviembre de 1925 constaban de diez
puntos. El primero hacía hincapié en los deseos de Abd-el-Krim, de
su hermano M´hamed y de los demás miembros del gobierno rifeño de
concertar la paz, deseando que ésta aportase al mismo tiempo al Rif
una `libertad completa´, pero sin ninguna injerencia exterior en los
asuntos internos del país. El segundo punto hacía referencia a los
temores de Francia y España de que un Rif autónomo o independiente
se convirtiera en un refugio para sus enemigos, lo que había que
descartar, toda vez que, al abrigo de la paz y de un régimen
autonómico, tanto Francia como España tratarían de introducirse en
el Rif mediante `la penetración pacífica´. Para que la paz fuera
posible y duradera, era absolutamente necesario que los tres países
pudieran descartar plenamente esas sospechas. El punto tres de las
negociaciones abordaba el tema de la autonomía, término que había
que diferenciar del de independencia y que Gordon Canning decía
haberles explicado.”
El exilio...
“Abd-el-Krim
manifestaba a este mismo periodista que el retorno de Mohamed V a
Marruecos no era una solución y que no se iba a ligar la suerte de
17 millones de marroquíes a `ese... hombre´ (sic). Si los franceses
no concedían la independencia total, sería la guerra general en el
norte de África y no sería él quien la haría sino el pueblo.
Podemos concluir que en el pensamiento de Abd-el-Krim había dos
constantes: en primer lugar, la concesión de la independencia debía
ser previa a cualquier negociación, en el entendimiento de que la
independencia total significaba la evacuación de hasta el último
soldado extranjero; en segundo lugar, la independencia del pueblo
marroquí era indisociable de la de los demás pueblos del norte de
África, de suerte que la lucha no se detendría mientras uno de los
tres (Marruecos, Túnez y Argelia) siguiera bajo el yugo colonial”
Honesta biografía política de un hombre nacido a
finales del siglo XIX que quiso estar al servicio de España
esperando que ésta le llevara a su pueblo progreso y educación, que
bebió la esencia de la Revolución Francesa para descubrir que
Francia sólo quería expoliar y no exportar sus ideales al norte de
África. Que prefirió el exilio y la muerte en el mismo antes que
ceder a lo que era su lucha, la de todos los pueblos cuando son
invadidos, liberar a sus compatriotas del yugo extranjero y la
influencia exterior en los asuntos internos, que sabía que sólo
había dos caminos: la independencia y la lucha por la misma del
opresor occidente colonialista que trataban a los ciudadanos árabes
como siervos ignorantes incapaces de gestionar sus riquezas y su
sociedad...
Supongo que nada ha cambiado en el fondo si pudiera
volver de entre los muertos y ver que su Marruecos sigue en manos de
un monarca que permite la presencia de tropas extranjeras en su
tierra y sigue la represión política y mordaza de la ciudadanía
que él denunciaba, España sigue siendo incapaz de tender puentes
comunes con Marruecos y generar prosperidad en ambas orillas mientras
que Francia sigue con su política de expolio arropada por sus
soldados, que el norte de África sigue sin ser libre y tantas cosas
que en este 2014 recuerdan a 1914...
Ideal para penitentes del Santiago Matamoros, guardias
nocturnas tranquilas de verano y cómo no para la suegra tras ver
imágenes de la guerra en Siria e Iraq en el telediario... ¡Qué
risas viéndola hacer las maletas y guardar el retrato del padre
pensando que vuelven los moros a cruzar el Estrecho de Gibraltar!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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