The Adversiter Chronicle

jueves, 8 de mayo de 2014

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre


Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: Roosevelt y Franco  –
 De la guerra civil española a Pearl Harbor
Autor: Joan Maria Thomás
Editorial: Edhasa
Edición: Noviembre de 2007

Libro para amantes de las entretelas de la Historia el que traemos hoy a Lomo con tapas por al menos un par de motivos.

El primero que se trata de una época de la dictadura franquista que trata de ser solapada por los mantenedores y mantenidos del mito de Franco, época en que victorioso abrazó con firmeza y creencia las tesis nazis alemanas y fascistas italianas donde la población pasaba hambre en el mejor de los casos y sometida a represalias en el peor mientras el dictador afianzaba su poder político en el interior y jugaba a delirios de grandeza en el exterior de la mano de su cuñadísimo...

El segundo porque es una visión desde el prisma de la democracia estadounidense que se encontraba desconcertada entre apretar las clavijas a conveniencia en conjunción con Gran Bretaña o tratar de ayudar a la población y a la recuperación del país velando por los intereses estadounidenses a la vez que España se mantuviera neutral en unos años donde la soldadesca alemana guerreaba y vencía a sus anchas por Europa y un dictador de la Península Ibérica cortejaba entrar de parte de Hitler porque fantaseaba con recuperar un imperio nunca existido tras 1898 a costa de desguazar a Francia en el norte de África...

Joan María Thomás (Palma de Mallorca, 1953), es profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad Rovira i Virgili y ha impartido cursos y conferencias en diversas universidades en todo el mundo. Especializado en el estudio del fascismo español y del Régimen de Franco llevando ya unos años investigando las relaciones entre EEUU y España durante la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial.

Datos de 2007 sacados como siempre que es posible de la contraportada ,y sin más rollos unas breves pinceladas que os inciten a su lectura.


Roosevelt trata de ayudar a la República...
"Ante las dificultades legales planteadas y en su empeño por conseguir el revocamiento del embargo y de ayudar a la República Española, pensó el presidente en la posibilidad de propiciar en el Congreso un cambio en la Ley de Neutralidad general. Actuaba no sólo impulsado por el conflicto español, sino por su convencimiento de la necesidad que tenía Estados Unidos de prepararse ante la amenaza nazi; una amenaza a la que unía el horror por las actuaciones de los hitlerianos tras los 30.000 detenidos y las destrucciones de sinagogas, tiendas y hogares de la llamada Noche de los Cristales Rotos del 5 de noviembre anterior. Intentó primero, el 15 de diciembre de 1938, que el senador Key Pittman, chairman del Comité de Relaciones Exteriores del Senado,
tomara la iniciativa de plantear tal reforma legislativa. Pero ante las dudas de aquél de actuar sin haber consultado a los otros miembros del Comité y ante el lanzamiento el día 23 de diciembre de 1938 de lo que parecía ser la definitiva ofensiva franquista contra el territorio en manos de la república, se decidió Roosevelt a tomar personalmente la iniciativa. En su discurso del Estado de la Unión del 4 de enero de 1939 se refirió al creciente peligro de guerra, a la necesidad de proveerse de armas para la defensa y al peligro que suponía para las democracias su indiferencia ante la falta de legalidad internacional.”


Reino Unido y la Nueva España fascista...
"Para tratar con la orgullosa, ultranacionalista y hostil Nueva España, un Reino Unido progresivamente abocado a un futuro bélico se vio forzado a tener que usar una estrategia española dual. Ya desde antes del estallido de la guerra mundial su objetivo principal fue lograr y mantener la neutralidad española. Por un lado, se envió a España un representante del Ministerio de Comercio para tratar de la plena restauración de las relaciones económicas (enviado que fue acogido fríamente) o se transmitieron seguridades a Franco de respeto por su régimen, desmarcándose de los rumores que apuntaban al apoyo
británico a las reivindicaciones monárquicas. Pero por otro, al ser consciente el Reino Unido de que la neutralidad española sería benévola hacia Alemania, a propuesta del alto mando militar comenzó a reforzar las defensas de Gibraltar, a ampliar su aeródromo y a reforzarlo con nuevos aparatos y armamento; o estudió la posibilidad del bloqueo naval de España caso de que decidiese intervenir en la guerra contra Gran Bretaña y Francia.”

Un embajador que se creyó la neutralidad de Franco...
"Una primera respuesta a su recomendación le llegó, casi dos semanas después, directamente del secretario Hull. Fue de un tenor muy diferente a lo esperado por el embajador. En primer lugar, le decía que, basándose en la experiencia en los tratos recientes con España y de los problemas que tan sólo hacía unas semanas se habían resuelto, así como en la mala prensa que tenía el régimen franquista entre buena parte de la opinión pública estadounidense, si bien Estados Unidos estaba dispuesto a incrementar sus relaciones económicas con España, `sólo podríamos justificar la acción ante el país si se diesen garantías suficientes de que se enmarcaría en los principios generales de relaciones internacionales que este gobierno defiende´. Es decir, los del libre comercio, respeto por la propiedad extranjera y otros de los que los franquistas no habían dado precisamente muchas pruebas.
Pero, además, el secretario introducía ya otro factor, como era el de las entrevistas que
estaba teniendo Serrano Suñer en Berlín en esos días (recordemos que estuvo allí y en Roma entre el 13 y el 27 de septiembre), y, preocupado por los resultados económicos de la demanda española, añadía el secretario que si España entraba en la guerra el riesgo de que los créditos concedidos no fueran devueltos era alto. Además, continuando la doctrina política que Estados Unidos venía siguiendo en sus tratos hacia España expresada en el mes de mayo anterior por Sumner Welles, dejaba claro que se hacía necesaria la obtención de seguridades de que los productos comprados a Estados Unidos no serían reexportados al Eje.”
 

Ninguneo del cuñadísimo al embajador estadounidense...
"El Serrano Suñer ministro de Asuntos Exteriores de España, ofendido y siempre en estrecho contacto con los embajadores alemán e italiano, decidió dejar de recibir al embajador estadounidense. Éste, por su parte, solicitó una entrevista con el jefe del Estado. Lo hizo tras pedir permiso a Hull y porque desconfiaba de la voluntad de Serrano de transmitir a su concuñado el contenido de la declaración general antitotalitaria que le había hecho. No obstante, como estaba seguro de que lo que iba a comunicarle sólo podría traducirse en resultados prácticos por parte española si se ofrecía al mismo tiempo ayuda económica, pidió también a Hull poder hacerle propuestas económicas concretas, en conexión con la colaboración pedida por los británicos en Washington y a la que el Departamento de Estado se había mostrado receptivo en principio.
Solicitó poder decirle al Caudillo que, `excepto en el caso de que España adoptara una actitud hostil respecto a la causa británica y aliada, el Gobierno de Estados Unidos está dispuesto a analizar con buenos ojos la necesidad de España de importar productos actualmente sujetos a embargo americano, como chatarra, etcétera´. Y que `también estamos dispuestos a colaborar con las adecuadas autoridades españolas para diseñar un programa de suministro de mercancías para las cuales España pueda ofrecer un intercambio adecuado y que actualmente están sujetas a licencias u otros controles dilatorios para acelerar el procesamiento de las solicitudes relativas a las necesidades más urgentes de España´. Es decir, que estaba abriendo la puerta a una nueva vía, la del intercambio o trueque de productos entre los dos países; una vía por la que creía se podría acelerar la llegada de los productos que España necesitaba; y un camino diferente del préstamo, ante el que el Departamento de Estado se mostraba tan reticente, dadas las diferentes posiciones existentes en la Administración con respecto al trato con España, y dada también su posible utilización política contra la Administración en el propio país.”

EEUU entra en la II Guerra Mundial...
No obstante, al mismo tiempo que se iniciaba este cambio de tendencia, estuvo a punto Weddell de provocar otro contencioso con Serrano Suñer, ahora en relación con el hecho y tono con que la prensa franquista presentó el bombardeo de Manila (reproduciendo un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Serrano Suñer) por los japoneses. En concreto, dirigió al Ministro de Exteriores español una durísima nota expresando su profundo pesar por el hecho de que su departamento `parece haberse
dejado utilizar como portavoz del Gobierno japonés´ al falsear hechos relativos al bombardeo de la ciudad abierta de Manila y subsiguientes destrucciones de escuelas católicas, conventos e iglesias, hechos todos ellos con los que los nipones acababan de vulnerar la Convención de La Haya de 1907.”

Política americana a la Península Ibérica...
"En las compras preventivas de todos los materiales y productos mencionados, estadounidenses y británicos pretendieron tratar a España y Portugal como una unidad, dadas la proximidad geográfica y la similitud de una parte de los productos que pretendían comprarles. Pero la realidad se impuso y tuvieron que tratar a los dos países ibéricos de manera harto diferenciada. Por su parte, también España y Portugal colaboraron en determinados aspectos a la hora de realizar sus ventas a los Aliados y al Eje. A los primeros el trato con España les resultó más difícil que con Portugal, dada la tradicional amistad anglo-lusa y las relaciones con el Eje que llevaba -en el doble juego que hemos venido describiendo- el ministro Carceller. Por el contrario, España permitiría en mayor medida que Portugal la existencia de una libre competencia entre los aliados y el Eje a la hora de la compra de sus materiales estratégicos.”

Libro apasionante de una etapa solapada por la propaganda franquista y que nos hace ver la realidad de las relaciones de Franco con EEUU cuando apostaba por la Alemania Nazi y se repetían en el Nuevo Estado español la maquinaria de propaganda, espionaje y represión de los nazis. Un Franco que supo jugársela a un embajador estadounidense que creía en la sinceridad de su neutralidad y lectura ideal para mozalbetes pijos y creyentes en el mito de Franco y la Iglesia así como para guardias nocturnas tranquilas, salas de espera hospitalarias y a la suegra para que se escandalice con el cuñadísimo y sus andanzas clandestinas lejos de los brazos de su esposa...

¡Que risas oyéndola preguntar si saldrá en Sálvame Deluxe y poder mandarla al asilo por demencia senil!

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
 
 
 




                                               

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