Con la
colaboración de Mars El Grouchu
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
SUPERVIVIENTES 2014:
¡CONCURSAR, CONCURSAR, MALDITOS!


Cuando me encargaron ocuparme de el seguimiento de este
concurso televisivo, varios miembros de la redacción me recomendaron
que fuese abierto de miras y he de reconocer que no les falta razón.
Tras poco más de una semana de concurso, puedo afirmar
y afirmo, que lo más emocionante, deleitante hasta un punto de vista
orgásmico, de primigenie depredadora, de sadismo refinado y servido
en bandeja ante la pantalla del televisor, es hacerles pasar hambre y
darles dos minutos al equipo ganador de la pachangada de prueba de
turno para devorar una tarta...
La recompensa era breve en tiempo, pero era tal el gozo
televidente, dibujándose en mi cara una mueca de gritar animándoles
a comportarse como animales cochiqueros en una boda real que
comprendí que el trabajo me estaba afectando.
Y es que de los concursantes, daños colaterales, salvo
honrosas excepciones, todos ellos y ellas pertenecen a esa nueva
clase social que son los televisivos protagonistas de concursos u
programas. En el primer grupo, concursantes, vemos cuerpos moldeados,
casi amaneramiento en su sensibilidad de macho alfa, de tribal y casi
de ese mariconeo que se da en heterosexuales cuando un grupo de
hombres pasan mucho tiempo aislados y sin presencia femenina...



Pero
en realidad la intríngulis del programa es que pasen hambre,
agotarles la paciencia gastronómica con la ansiedad de ver cerca la
recompensa y perderla en un instante. Se montan unos dramones de tres
pares de cojones: lloros, lamentos, broncas, insultos, falta de
respeto y demás toboganes anímicos que provoca el hambre en
personas acostumbradas a que pasar hambre sea comer un yogur porque
no queda frambuesa...

En definitiva que es una buena mierda televisiva donde
vemos bailar al son del hambre a una serie de personajes y
personajillos que al final son humanos, les pueden las adversidades
menos adversas y están ahí para nuestro deleite de ver a seres
humanos comer como cerdos, pelearse por un pescado que es pecado por
su pírrico tamaño y donde los espectadores disfrutan con la
hambruna ajena...
¡Igualico, igualico que en la película, oiga!The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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