Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
PAYBACK (1999)
una excusa para hablar de Mel Gibson
Hacía
tiempo que queríamos dedicar un número de Butaca
de patíbulo al
bueno de Mel Gibson. Puede que las mocedades lectoras que no cayeron
enamorados del Gibson de Mad
Max,
la primera, Gallipoli
y también la primera de Arma
Letal, se
pregunten cómo el autor de bodrios infumables tipo El
patriota
y esa aberración del cine bélico que es y será siempre Cuando
éramos soldados,
puede ser merecedor de dedicarle un solo tecleo...
Pero sí.
Elegimos la película de hoy, aparte de los criterios
rigurosos de selección de películas, porque es el Gibson más
parecido al que encandiló a toda una generación: Porter, un
mercenario, un tipo solitario y auto suficiente cuyas desgracias son
paralelas a la de Mad Max en su mundo a punto de ser apocalíptico...
La película sigue la mejor tradición de las obras
menores del cine negro, algo chapuzas el final explosivo pero ya era
norma ese tipo de chuminadas hasta que alguien descubrió que si el
protagonista muere no pasaba nada malo en la recaudación de
taquilla, pero en 1999 las pelis seguían ciertos cánones como que
el prota nunca muere...
Dirigida por Brian Helgeland, el Gibson está bien
arropado como el afro americano de Predator, el poli malo de
Maraton Man, ese desaprovechado actor encasillado para siempre
como el hijo del Nolte en la mítica serie televisiva Hombre rico,
hombre pobre, sorpresa oriental en las féminas con una deliciosa
masoca y sádica Madame de bondage para adinerados y el delicioso y
siempre solvente del
James Coburn sin olvidarnos del Christoferson,
el mítico camionero de Convoy además de cantante pero que
nos tememos pasará a la memoria retinal cinematográfica como el
compañero semi ortopédico de Blade...
Porter, un mercenario del delito, es estafado tras un
golpe por su socio que se ha liado con la yonkosa de su mujer que le
arrea dos tiros por la espalda y lo dejan tirado y agonizante...
Tras recuperarse casi milagrosamente, Porter sale en
busca de venganza y de su parte del botín enfrentándose a su ex
socio, un sádico y estrafalario masoquista que en realidad sólo es
un peón de una gran corporación del crimen.
Contará con la ayuda de una prostituta de lujo, alma
gemela en realidad tan furcia como él en lo suyo que buscarán la
redención exigiendo lo que les corresponde y enfrentándose a
distintos niveles de delincuentes.
Hay escenas violentas que siguen despertando grima como
cuando le machacan las dedas de los pies y el guión mantiene la
emoción a base de subir peldaños Porter para llegar a quien pueda
devolverle sus $35.000, que fue la cantidad por la que intentaron
asesinarle.
Gibson aún no está muy decrépito y prescinde de muecas
ya excesivas a partir de Arma Letal 2.
Es una película agradable en la mejor tradición de las
pelis tipo Justiciero de la noche, la serie de investigador
privado protagonizado por Paul Newman o alguna del propio James
Coburn, pero sin embargo pese a los escenarios reconocibles, tiene su
sello propio...
No se me olvida el Steve Mc Queen, pero hablamos de
ángeles y no de dioses, pese a que el bueno del Gibson se sienta
elegido según sus creencias religiosas...
Pero es Mel Gibson y se le perdona aunque evitemos sus
películas en ocasiones últimamente.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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