Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Dicho
así puede sonar duro y hasta herético, dudar de la capacidad del
ministro Gallardón para legislar el aborto...
Pero
lo cierto es que no está capacitado para ser ministro de Justicia
cuando se deja llevar por sus creencias y prácticas religiosas.
Nuestra Constitución recoge claramente que todos los ciudadanos son
iguales ante la Ley pero si se legisla en base a creencias
religiosas, en base a que una religión preponderante dicte las
sugerencias de la Ley, estamos ante un acto anti democrático y está
justificada la desobediencia civil.
En
España, por mucho que les pese a creyentes ministrables e Iglesia,
no todos son católicos, hasta hay ciudadanos que no creen ni
practican ninguna religión.
En
España las mujeres abortan y no estamos ante una sociedad en su
mayoría creyente practicante que justifique esta Ley que está
estimulada y condicionada por los dogmas y creencias del cristianismo
católico y si hubiera un mínimo de sensatez, Gallardón debería
ser defenestrado y más cuando afiliadas y votantes del PP están en
contra de una Ley que sólo impone de nuevo el yugo sobre la mujer,
culpable según la doctrina del señor Gallardón, sus creencias, es
la culpable del pecado original y por tanto debe ser el hombre quien
legisle sobre lo que las atañe ya que la mujer está incapacitada
por su maldad, heredada o natural cuando no ambas tres...
El
Estado democrático debe recoger en sus leyes la opción de las
mujeres a interrumpir el proceso de gestación, siempre dentro de
unos límites temporales pero teniendo en cuenta que de existir el
ser humano como ente metafísico, sólo es posible cuando está ya
desarrollado el embrión a feto y el cerebro y por tanto hay plazo
suficiente para la interrupción sin alterar la humanidad futura.
Pero por la regla de tres del señor Gallardón también habría que
legislar la vasectomía en los hombres ya que estamos matando a medio
ser humano no dejando que los espermatozoides sigan su camino
natural...
Más
allá de posiciones extravagantes por mucho que se justifiquen, la
mujer en España y en 2014 no merece una ley que sencillamente las
condena por mandato divino siempre y cuando el tema es candente
porque siempre se abortará y es deber del Estado y obligación de
las personas democráticas que si una mujer elige libremente
interrumpir el embarazo tenga los medios y los cauces para hacerlo
sin tener que pasar a la clandestinidad social, el miedo a las
habladurías y el temor a las consecuencias porque cuando una
religión impone su ley al ciudadano, se termina estigmatizando a la
ciudadanía que no comulgue con sus credos.
Váyase
señor Gallardón y si sale elegido para el poder en base a sus
creencias, que Dios le bendiga, pero mientras sólo sea ministrable y
en su cargo se deje llevar por sus religión, dimita y váyase porque
el Gobierno, sin importar de qué color, debe gobernar en base al
bien común...
Incluso
de los que no comulgan y a pesar de quienes sí.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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