Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
EL
CHICO DE ORO (1986)
Agradable
peliculita del Eddie Murphy de 1986 por diversos motivos...
Lo
primero aclarar que para quienes vivieron la época el Murphy es
harto empalagoso salvo cuando repite su personaje de Superdetective
en Hollywood en el sentido que se limita a investigar, hablar lo
necesario y repartir mamporros, que en la película que nos atañe
son del tipo Terence Hill & Bud Spencer...
En
mi demente opinión esta película supuso el canto del cisne de
Murphy como estrella de las taquillas ya que a partir de aquí inició
una gloriosa decadencia en la que sus papeles tenían más frases en
historias ñoñas donde chupa cada vez más cámara...
Dirige
hábilmente Michael Ritchie, salen animales y niño lo cual siempre
supone ya un desaliento, y acompañan al Muphy, Chatrlotte Lewis de
turbadora y casi inquietante al principio belleza mezcolanza de Asia
y Occidente que se gana nuestra entrepierna, pero no el corazón,
cuando primero le mojan la camisola dejando entrever unos apetitosos
senos, luego le hacen un onírico bondage con sábanas y por último
nos hace una coreografía de mamporros en bragas y camiseta que
aunque sea fugazmente nos permite apreciarle la entrepierna de blanco
virginal... Además luego la matan... Ideal para fetichistas y
amantes de estética sado maso.
Otro
del reparto es Charles Dance en un, esa era la intención, papel e
interpretación de pasar por ser un inquietante y elegante diablo que
luego resulta demonio. Habla poco y más que nada se dedica a poner
muecas y pose que se supone refinada y diabólica aunque deja el
sabor de esos bombones baratos rellenos de algo gelatinoso que todos
probamos al menos una vez en la vida y que acabamos escupiendo a la
basura sin que nos vea quien nos ofrece tan indigerible ofrenda...
Los efectos especiales son chuscos para los ojos digitales ya que se nota la truca, pero era lo último en 1986.
La
película merece verse desde un punto de vista
antropológico-cinematográfico puesto que ya en 1986 la estética
entraba en franco declive sin que falte el machacón sintetizador de
fondo en las escenas sin faltar la canción de turno, en este caso un
delirante y colorista grupo de heavy que parecen unas locas en
cualquier discoteca cutre de puti club de carretera para gays
atormentados y felizmente casados o falangistas en plan coloquetas y
problemas de próstata.
Ya
digo que las peleas son de cuchufleta pero tiene el trasnochado
encanto de los set de decorado sustituidos ahora por los efectos
digitales, hay que verla con algo de cachondeo pero a la mitad más o
menos el Murphy ya empalaga y deja de ser gracioso aunque las
andanzas de la mozuela y el enano del padre, que es santurrón del
templo nepalí y mantiene el mismo vendiendo collares simulando ser
tullido de ambas piernas y vendiendo colgantes quedándose con el
cambio de los turistas...; soporta el resto de metraje hasta el
final.
Merece
verse sólo por la descojonante escena en el avión de las líneas
aéreas del Nepal y la aduana del aeropuerto que parece más una
cuadra con corral y donde el Murphy hace una de sus cuchufletas que
ya no hacían gracia por repetitiva en otras películas aunque hace
un homenaje a su papel en Límite 48 horas echando
unos gorgoritos y por supuesto se deleita sin lograrlo en
Hay animales, en este caso un dulce pajarillo de hermoso y colorista plumaje que al final nos taladra las neuronas como un pajarraco de fantasía en brote psicótico y dan ganas de cocinarlo según la receta del marciano Roger de American Dad...
nosotros
con su risita marca de la casa, pero ya digo que se soporta el
metraje por sus acompañantes de reparto, el logrado para la época
demonio final y la cara de estado psicotrópico del niño de los
cojones que encima tiene un dedo a lo E.T. Que lo mismo resucita una
muerta o una mariposa que hace cabriolas en homenaje a El
Jovencito Frankenstein con una
lata de refresco sacada del bidón de la basura para deleite de su
cretino y monstruoso carcelero, el inolvidable coloquetas de Más
allá del valor que sustituye la
granada colgando del cuello por un turbante y un maquillaje que
resalta su fealdad para cánones de modelos de pasarela.
No falta el actor de rasgos orientales
que sale siempre en las películas de la década...Hay animales, en este caso un dulce pajarillo de hermoso y colorista plumaje que al final nos taladra las neuronas como un pajarraco de fantasía en brote psicótico y dan ganas de cocinarlo según la receta del marciano Roger de American Dad...
Merece verse si no la visteis pero con
mente abierta y si la visteis en su momento para recordar lo ñoños
que también eran los 80´s y recordar cuando se pagaba por ver a un
tipo como Eddie Murphy, aunque no te arrepientes si lo hiciste y
siempre queda el consuelo de que el inefable Chuck Norris tenía
seguidores que pagaban por verle...
¡Hasta
van envejeciendo con él en sus infumables tele series!, pese a que
sabemos que el colaborador de The Adversiter Chronicle, Randall
L. Stevens, es fan de Walker
Texas Ranger...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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