Una sección de Palomino Gargajo Bilioso en exclusiva para The Adversiter Chronicle

¿Es
solución la renuncia del
Rey y la secesión?
A
medida que la falta de recursos financieros hace aflorar la corrupción, esa que
lleva décadas pero que en época de vacas
gordas pasa si no desapercibida sí campando a sus anchas sin que la
ciudadanía se quiera enterar, crujen las cuadernas políticas de España.

Subliminalmente
tanto izquierdas y derechas dejan entrever que si el Rey no abdica o dimite
será el final de la monarquía española siendo la república la solución a todos
los males. Esto ya ocurrió en nuestra historia patria el siglo pasado: a las
23:59 había monarquía, similar al resto de europeas en cuanto a privilegios y
rodeada de sectores conservadores, y a las 00:00 éramos la II República.
La historia
está ahí y es objetivo afirmar que todo siguió igual porque aunque cambie el
régimen no cambiaron los políticos ni las pretensiones secesionistas de tensión
y distorsión de la convivencia y el avance de la sociedad española.

La única
vez en que el secesionismo catalán intentó llevar la teoría a la realidad sólo
consiguieron retirarse a tiempo y dejar que Asturias, la minera y dinamitera
desde entonces, se dejaran embaucar y llevara a cabo de verdad una revolución…

El
comunismo ha demostrado que su teoría ortodoxa es imposible de llevar a la
práctica y en los únicos lugares donde sigue vigente se basa en psicodélicas
dinastías stalinista, vieja troika aislada en su isla apoyada por un populismo
continental tras siglos de oligarquías y por último aprovechando la mano de
obra barata del régimen para prosperar manufacturando a los capitalistas.

Pero
tanto monárquicos constitucionales como aspirantes republicanos cometen un
error de bulto: ni el actual sistema arreglará los problemas ni la república
acabará con los males.


Pero
sí hay que hacer una reforma integral del sistema actual de representación,
nunca nos cansaremos de decirlo.


La
clase política comete un grave error señalándose unos a otros sin democratizar
sus formaciones e imperar el grito más alto en lugar del mejor mérito. El
modelo de la Transición está caduco y a cada escándalo que se destapa más
obsoleto pero la inducción soberanista a un cambio de régimen que propicie el
desconcierto y sirva para justificar la secesión sólo es otro tipo de fascismo.
Podemos
elegir en cualquier momento ser una república pero por desgracia los parámetros
indican que no estamos preparados para
serlo y elegir democráticamente un representante común. A diferencia de un rey,
un presidente de república pertenecería a una formación política…
¿Si
las formaciones no tienen democracia interna que clase de presidente sería? 


La democracia
dispone de sus mecanismos de defensa y en España funcionan. Pretender pescar en
la revuelta turbulencia que provoca la tempestad de la crisis sólo sirve única
y exclusivamente para distraer a la mayoría y que las minorías se alcen en
portavoces de la injusticia cuando son injustos con la sociedad a la que tratan
de representar…
La
solución no es la renuncia del Rey ni la secesión.
The Adversiter Chronicle, diario
dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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