Suplemento cinematográfico
cutre de
The Adversiter Chronicle
Terminator
Hay
dentro del cine de ciencia ficción de los 80´s dos vástagos y un bastardo.
El
segundo sería La cosa, del Carpenter,
película bastarda por cuanto es una versión o remake que dicen los finos, de una película
anterior. Hijos legítimos son Alien el
octavo pasajero y la película que traemos hoy: Terminator más conocida como
Termineitor en esa pronunciación de
inglés español ibérico donde tenemos la fea costumbre de no enterarnos de la
pronunciación y encima escribirlo como pronunciamos.
Alguien
podría decir que me falta Predator,
pero ha de quedar eliminada de la lista por cuanto interviene el mismo
protagonista y su actuación en Terminator
supera a la de Predator, tal vez
porque en Terminator se limita a no
actuar, aunque comparte con las dos
citadas al principio que ha creado sagas y hasta precuelas otro de esos vocablos distorsionados para indicar una
versión de la génesis de monstruos y terrores de ciencia ficción.
Y es
que Terminator es junto con Alien el octavo pasajero, algún purista
podría alegar que en realidad la segunda es de 1979 pero es que en la retina
cinematográfica está archivada en los 80´s, una película perenne en el tiempo
del celuloide. Basada en juegos y trucos tipo sustos inesperados, originalidad
de la idea, un futuro reconocible y en este caso un presente atemporal unido a
dos actrices en el olimpo de la ciencia ficción como son la Sigourni (o cómo
bowlings se escriba) y Linda Hamilton, sólo por debajo ambas de la eterna Sean
Young…
La
película es una producción de 1984 dirigida por el hoy reverenciado y tahúr
como director de James Cameron, protagonizada por Linda Hamilton, Paul… algo
pero no soy capaz de descifrar mi letra, Michael algo también y el archi
popular Arnorld Schwarznegger, ahora ya decrépito pero que de aquella y con
esta película se consagró.
Ahora
es habitual ver a primeros actores en papeles de maleantes, pero en 1984 pocos
actores estrellas se arriesgaban a interpretar el papel de villano, pero aquí
el Swarzi lo borda, es el físico
perfecto, habla poco y cuando lo hace es imitando otras voces y además tiene un
careto inexpresivo que aumenta la sensación de frio acero de la máquina de
exterminio.
Si bien ya estaban instalados en procesos de fabricación y ofimática, militarmente el avance en la tecnología computacional para fines militares unido a la progresiva accesibilidad de la ciudadanía a los cada vez más asequibles ordenadores personales logró además de asestar la puntilla a la URSS desde un punto de vista tecnológico vislumbrar el potencial de un mundo unido informáticamente.
Esa
y no otra es la premisa de la que parte el argumento de Terminator como dice el ángel de la guarda de la Connors cuando
están huyendo: “las máquinas programaron
órdenes inteligentes, eran computadores de defensa conectados a todo el mundo”
Pero
en las filas de los supervivientes surge un héroe, Connors, cuya legendaria
madre le preparo desde bebé dándole la turra con cintas grabadas por ella y a la que las máquinas
deciden eliminar de cuajo enviando al pasado una máquina asesina para
eliminarla antes incluso de preñar. La resistencia humana envía por su parte un
soldado con la misión de protegerla, cosa que hace antes de palmarla y a la vez
que la preña, en una fogosa escena donde pueden verse las tetas de la Hamilton…
Es
una película ejemplo de atemporalidad, de creadora de una saga que dura hasta
nuestros días y película donde la falta de presupuesto se suplía con un buen
guión, una buena dirección e interpretación y sobre todo hace que te pase el
metraje sin pesadez si la ves por penúltima vez y atraparte a la butaca si
nunca la has visto.
¡Y
salen las tetas de la Hamilton!
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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