Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle
Planeta rojo
¿Recordáis esa sensación que entra cuando visionamos una peli de ciencia ficción de la década de los 50´s, que iban desde la repanocha en efectos especiales cinematográficos de la época donde el argumento era extrapolable a la Guerra Fría, hasta burdas películas de absurdos efectos especiales que eran una excusa ambas para mostrar pantorrillas y sugerentes pechos femeninos a los destripaterrones adolescentes del Medio Oeste norteamericano pasando por chuscas, tanto de argumento como de efectos especiales, pero que en la época de sus estrenos atraían igual que “Star Wars”, “Los siete magníficos” o “Los Bingueros”, por mostrar tres ejemplos absurdos pero que vistas desde la perspectiva de la vejez impuesta por el sistema orgánico siguen teniendo su encanto, aunque las de los 50´s hay que reconocerles que son especiales porque no deja de asombrarnos la candidez, censura velada y ñoñería de las historias que cuenta.
Y una cuchufleta cinematográfica envuelta de modernidad y rellena de gilipolleces argumentales, y no otra cosa, es este “Planeta rojo” dirigida en el año 2000 por Antony Hoffman y desconozco si es una revisión de un clásico de la ciencia ficción de los 50´s pero es un auténtico bodrio que puede ponerse con todos los honores y glorias segunda en el ranking de pseudomierdas en celuloide por detrás de “Armagedon”… Al igual que su predecesora, es el típico producto bien producido de Hollywood que cuando las ves la primera vez te entretiene, pero no acaba de enamorarte como “Alien” o “Blade Runner” pero logra abatir tu entusiasmo como “Apolo XIII” y cuando la revisas, como es mi demente caso, se vuelve infumable y termina por atragantarte causando una profunda y severa decepción.
Y aunque la historia es más o menos chirriante puede aceptarse alguna licencia como se viene haciendo en las artes desde que alguien daba algo a cambio de una obra. Pero son tan garrafales las incoherencias temporales y de acción que es para mandarla directamente al cubo de la basura, con un Val Kilmer y un Terence Stamp de gancho carteleroíde en fachada de sala de proyección en unos papeles que s e esfuerza en hacer creíble uno y sencillamente delirante el del segundo con el puto rollo religioso trascendental que a nadie le importa y a quienes les importa no coinciden con el meapilas semi beato de turno. Esa trepanadora de deseos onanistas, que luego te arrepientes, que es Carrie-Anne Moss encasillada en papeles de sufridora futurista ya sea en virtualidad o cosmonáutica en su registro interpretativo y cuya repetida pose de dolor gesticular acaba produciendo dolor testicular flanqueados por tres típicos huele pies secundarios que siempre que salen en pantalla, sin importar género o interpretación siempre hacen lo mismo y sin embargo acaban entrando en tu hipotálamo volviéndose casi de la familia para el aficionado: Tom Sizemore, Benjamín Bratt y Simon Baker; el que salía en “Salvar al soldado Ryan” ya no sorprende y siempre reconforta su presencia aunque te sepas ya de memoria su careto y su repertorio gesticular, el de “L.A. Confidencial” que ahora tiene serie propia que logra cierto éxito y no es la primera, en su eterno papel de pantalla grande mezcla de chapero y zangolotino amén de cobarde y traidor para terminar con el otro que ahora mismo no me suena de haberle visto y es típico actor de minoría que a lo mejor por contrato meten en las pelis USA aunque también para atraer latinos a las salas y posteriores consumos que alegren la vida de los productores de turno…
Bodrio en suma que no resiste más de un primer visionado con argumento tan inverosímil como atractivo el envoltorio y que dentro de treinta años dirán que éramos tan gilipollas como los gilipollas de los 50´s pero que a fin de cuentas se trata de soñar un futuro en base al presente y que terminará anticuado.
Incongruencias científicas y de probabilidades varias, aunque se agradece el típico chiste sobre la tecnología rusa, que se ve en un primer pase pero que seguramente, en mi demente caso, no vuelva a ver más salvo por circunstancias circunstanciales.
De todas formas la emiten esta noche en la Sexta y podréis catarla si no la visteis o cambiar de canal si ya la sufristeis…
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
http://theadversiterchronicle.org/
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