Una sección de
F. O Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
¡Ahora hay que tocar
los cojones con la camiseta!
He de
reconocer que para el tema de la equipación soy un purista, pero
creo que no sea el único. Recuerdo que una temporada algún lumbrera
quiso rescatar de las catacumbas el calzón blanco con la camiseta
rojiblanca en el Real Sporting de Gijón y además de enfado de la
soberana afición hubo mal fario ya que hicimos una temporada
bastante mierdas. Con la selección me sucede lo mismo: camisola roja
y calzón azul; lo de los diseños más o menos originales o que la
marca suministradora de turno añada un diseño propio, lo importante
es no romper la esencia cromática porque además parece que trae
gafe...
Ahora
hay que tocar los cojones porque por un efecto óptico una de las
tres franjas se ve desde la media y larga distancia como morado en
vez de azul y alguna mente pensante y pensadores sin mentalidad han
puesto el grito en el cielo porque la camisola de nuevo diseño tiene
connotaciones republicanas, ya puestos el escudo tiene reminiscencias
franquistas por su diseño y las siglas de la R.F.E.F., pueden
interpretarse como nazis ya que desde la media y lejana distancia
puede verse como N.S.P.D., y dar lugar a la exaltación de Adolf
Hitler...
Ni
siquiera el dictador hipergeneral vio connotaciones stalinistas en
que la camisola sea roja y no se alteró durante la dictadura. Ya en
los 80´s, el siempre venerado Arconada se ponía medias blancas por
fetichismo supersticioso y enseguida hubo rebuznos de ultraje a la
selección y demás connotaciones políticas. Por otra parte dice la
empresa suministradora que es un homenaje al Mundial de EEUU de
ingrato recuerdo por cuanto a Luís Enrique le partieron la
pituitaria de un codazo y Julio Salinas marró un disparo a puerta
que era en un 98% gol...
A mí
esto me parece una soplapollez y un disparate total porque hay que
tener la mente muy calenturienta para ver un homenaje a la II
República, pero tampoco extraña en un fútbol politizado que tiene
su máxima expresión en el F. C. Barcelona, que cuando interesa el
deporte es deporte y cuando conviene el deporte es un escaparate de
ideas políticas. La camisola no tiene nada de nada y cada uno es
libre de pensar lo que le venga en gana. También se clamó al cielo
cuando se empezó la publicidad en camisolas y al final quedó como
un renegar de los nuevos tiempos donde se impuso la realidad de que
la publicidad suponía ingresos y, en algunos equipos, bastante
cuantiosos.
Yo
prefiero la uniformidad clásica pero el fútbol es un negocio en
base al deporte y, dentro del negocio, es fundamental la venta de
camisolas para generar beneficios. Me parece más extravagante que en
el Mundial de Sudáfrica además de confiar en los seleccionados
tuviéramos fé en un cefalópodo teutón para pasar a la siguiente
ronda y lograr el título, pero se logró y con la camiseta pasará
igual: si logramos el título es una camiseta y diseño cojonudos y
si la pifiamos siguiendo la más rancia, ahora lejana por los éxitos,
tradición de pifiarla en competiciones oficiales de la selección
española, ya se verá...
Así
que menos rebuznos y personas humanas ofendidas porque siempre
estamos que si dos Españas, que si la jodida república o si la
monarquía constitucional. Si se mira bien, la nueva camisola ha de
servir de unión como aficionados al fútbol porque si no cuando
jueguen de blanco sería apología del Real Madrid y si es de otro
color apología de cualquier cosa. El resto es querer dar la nota,
aprovechar el revuelo para llenar horas de programación deportiva
con lo que sólo es una anécdota visual por un efecto óptico, claro
que luego estamos cada uno con la propia mente y al final, como
siempre ocurre en el deporte, es cosa mental más que estética...
¡Que
país y que paisanaje y que cojonuda campaña publicitaria para
vender más camisetas, a eso se reduce todo este asunto!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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