The Adversiter Chronicle

jueves, 13 de noviembre de 2014

"Memorias de la Transición", por Antón Rendueles


Unas memorias de Antón Rendueles en exclusiva para The Adversiter Chronicle

EL KIOSKO DEL MERCADO DE SAN AGUSTÍN

Cuando era niño los kioskos eran parte fundamental de mi universo y el de mis amigos o compañeros de colegio. Era la iniciación al consumo, a pedir pesetas para gastarlas en los múltiples productos que la oferta para infantes tenía entonces el mercado: regaliz, caramelos de selz, pipas, cromos, tebeos...
Los kioskos eran un lugar fascinante y tuve la suerte de disfrutar de los entresijos, y sobre todo de lectura gratis, de uno de ellos. Estaba en lo que entonces era el mercado cubierto de san Agustín, en su exterior había un andén donde los autobuses traían y llevaban gentes y productos de los alrededores de la ciudad, lindando con el Náutico a dos pasos de la playa...
Mi abuela era la reina de la tortilla en la pequeña cantina que regentaba mi abuelo, mis padres tenían un puesto y abandoné la infancia para entrar en la adolescencia entre ajetreos de mercado, olores mezclados de fruta, licores, carne y pescado fresco; el silencio del cierre con las persianas bajadas y mostradores vacíos...
Y el kiosko.

Lo llevaba un tipo postrado como yo ahora en silla de ruedas. Contaba la leyenda urbana que se había lesionado la espina dorsal por saltar desde el alto al agua en el muro de la playa. Enseguida congeniamos y entre pitos y flautas terminé un verano ayudándole cuando su mujer no estaba a colocar y reponer mercancía, y con esa escusa me pasaba el día sentado en una silla leyendo los últimos números recién distribuidos de mis tebeos favoritos, descubriendo el cómic que hablaba de un futuro en otras sociedades y otras tierras separadas entre sí por estrellas, de porno semi oculto visto de reojo con sagaz curiosidad, del olor de los dulces mezclados y de ver que era una persona invalidada parcialmente, minusválida como yo ahora...

Quiero hacer memoria pero no recuerdo su nombre y tengo miedo a escribir el que creo
que era por temor a equivocarme, triste clavo en el ataúd del olvido pero no en mi recuerdo aunque la memoria falle. Ayer me trasladaron al médico y pasé por el viejo mercado reconvertido en centro comercial sin andenes donde se vendían melones en temporada, sin la cantina donde mi abuela era la reina de la tortilla, de ir al kiosko...
 
Todo se olvida porque la vida es renovación pero es curioso como la memoria me traslada y vuelvo a correr, ir en bicicleta, preguntarle si le ayudaba y el moviendo su invalidado brazo para decirme que podía pasar a aquel hueco ocupado por el cuerpo medio inerte de quien trato de recordar su nombre, pilas de revistas y una silla donde me sentaba, la silla que ahora me desplaza porque mis piernas ya no corren y los kioskos no sé si siguen siendo lo que eran...
Antón Rendueles

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/ 
 



 
 
 
 
                                                                






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