Con la
colaboración de El Bis en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Ahora
ya es habitual el triunfo global de una canción inherentemente del
país de origen, pero allá por 1977 las músicas y grupos de algunos
países de hispanoamérica seguían siendo un producto exótico que
pocas veces daban un pelotazo de ventas y popularidad en la madre
patria...
A la
sombra del festival de Eurovisión surge el festival de la OTI, que
era igual salvo que para el continente americano de habla hispana más
España y Portugal, igual de casposo y aire artificial que el de
Eurovisión pero que junto con el programa 300 Millones eran
citas obligadas ante el televisor donde pudo verse el debut de Radio
Futura y una bárbara Bárbara
Rey encendía pasiones ocultas entre los machos alfa con patillas y
mariconera tal y como mandaban los cánones de la época en una
España en plena Transición...
La
canción protagonista de hoy es un exponente de grupo del otro lado
del charco que cayó en gracia con su canción en una sociedad que
vivía la era del destape y por otra parte ejemplo de política
aplicada a la música: había triunfado la guerrilla sandinista
apoyada por la URSS y Nicaragua exportaba sus productos musicales que
a la vez que cantantes servían de promoción de las bondades de la
nueva Nicaragua surgida de la revolución sandinista...
Así
que la turra era por partida doble con canción machacona en radio y
tele hasta finalizar siendo un clásico en bodas y celebraciones con
una letra picarona que encendía las mejillas de viejitas abuelitas y
despertaba la curiosidad de la infancia al hablar de cosas vedadas
hasta ese momento para sus mentes.
Vista
ahora resulta ñoña y pacata pero es una instantánea de una época
donde el tema de echar un polvo, tener un rollete o simplemente
masturbarse aún estaba sumido en la oscuridad gris herencia de la
dictadura donde hasta la letra de una canción era estimulante de
apetitos de deseo y aliviarse con la viuda de los cinco hijos...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
Salt Lake City, Utah
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