Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Autor: Michael Walsh
Editorial: Plaza & Janes Editores S. A.
Traducción: Esperanza Pérez
Edición: Segunda edición, marzo 1990
Traemos de nuevo a Lomo con tapas un libro que trata sobre
ese secta que alcanzó el poder político en el siglo VI: la Iglesia católica,
pero que trata dentro de una secta en su seno: el Opus Dei.
Para ello recluta acólitos entre la
juventud apenas adolescente y si no un secretismo sí un hermetismo para la
sociedad ajena a la secta y por supuesto ajena a la Iglesia católica.
Fundada por un iluminado español que
tuvo la suerte y la fortuna de un contexto histórico donde una dictadura
fascista y nacional tradicionalista, confió las tareas de gobierno en una fase
de la dictadura en que hacían falta tecnócratas y no falangistas de retaguardia
con brazo en alto y loas al estado nacional socialista.
Le unimos el Concilio Vaticano II que
relajó las normas imperantes durante siglos en la Iglesia y tenemos el lev
motiv de esta secta que se cree no sólo en la verdad de la veneración a Dios
sino que además se consideran guardianes sacrosantos de la tradición…
Algún lector de justos ideales podría
pensar que esto es un alegato contra el Opus Dei, pero es la conclusión tras
leer éste y otros documentos. Por otra parte es oportuna esta lectura tras la
muerte de Sor María, esa monja de Dios que actuaba como un auténtico demonio
arrebatando bebés de las entrañas de sus madres.
También es actualidad el que varios
obispos impidan celebraciones de congresos laicos…
Es curioso el caso de la Iglesia
católica que vive de confesar a pecadores y que la mierda metafísica de cada
individuo reconozca su debilidad a Dios pero la Iglesia no gusta de limpiar su
propia mierda, escandalosa y obscena por cuanto casi nunca hace lo que siempre
obliga que hagamos: el bien, poner la otra mejilla y renunciar al poder
material.
El problema de toda religión cuando
alcanza el poder político, ver lo que ocurre en el mundo islámico es muy
semejante a lo ocurrido al cristianismo, es que le resulta difícil conjugar sus
enseñanzas con su obra terrena, y España es un país que lleva demasiada
historia cargando con sus pecados y siendo un bastión de la fe…
Afortunadamente la democracia avanza y
la sociedad también. No tenemos nada en contra de las religiones salvo que
deberían ceñirse al ámbito privado. Los católicos españoles y sobre todo los
del Opus Dei, deberían mirar a su mierda y reconocer que la muerte de Sor María
no es el fin de esclarecer lo ocurrido y juzgar a los culpables. Por supuesto
que afortunadamente el sistema tiene un poder judicial independiente y la
pasada tarde una formación política pedía la creación de una comisión
independiente…
El Gobierno, con el señor Rajoy al frente, debería sumarse a esta petición, no por
política sino porque si un gobierno que se define de derechas deja que la
muerte de la punta del iceberg haga caer en el olvido los hechos, flaco favor
le hace a la democracia y a España.
Parece que la Iglesia católica en
España está permanentemente cobrando la deuda de haber sido paladín de la
cristiandad cuando es la Iglesia católica, los Papas y el Vaticano quien tiene
no una sino muchas deudas con España. La penúltima contar que ocurrió, decir lo
sucedido, nadie pide crucifixiones, pedimos saber la verdad.
Sor María seguramente tenía un
confesor. La Iglesia católica defiende el derecho a la vida tratando de impedir
el derecho al aborto alegando que se comete un crimen…
¿Cómo se llama engañar, estafar y
mentir a una madre diciéndole que su hijo ha muerto cuando está vivo?
¿Cómo se llama reprochar a una madre
sus relaciones sentimentales y aconsejando que la muerte no ocurrida pero que
la madre cree verdad, es lo mejor que podía pasarle?
Todas las dictaduras cometen crímenes
parecidos e iguales. Argentina y su sociedad saben del mismo drama con la sutil
diferencia de que allí mataban a las madres.
La propia Iglesia católica debería dar
todo tipo de facilidades para saber la verdad. La adopción otorgada por Sor
María necesitaba de toda una infraestructura y cualquier análisis de la
información proyecta la hipótesis de que el personal médico, los titulados,
deberían estar de acuerdo con lo que ocurría…
¿Eran del Opus Dei?
Michael Walsh, ex jesuita, es un
historiador católico que ha escrito, dado conferencias y participado en
emisiones de radio y televisión sobre asuntos religiosos del pasado y del
presente, también sobre los problemas polñiticos de España y América Latina.
Esta información como siempre es de la
contraportada aunque a simple vista me hace quedar como un erudito.
Os dejo con unos breves pasajes y
hemos seleccionado aquellos que pueden parecer más interesantes a nuestros
ojos. Pero se trata de un libro de investigación que no juzga, muestra las
pruebas, los indicios, las teorías y las declaraciones de los testigos. Pero es
el lector quien debe sacar sus propias conclusiones, cosa que no permitirán a
los integrantes del Opus Dei que tengan la intención…
¿No os recuerda esta actitud la de los
talibanes, ein?
Un método de financiación y control
cojonudo…
“Los beneficios de
la profesión de los miembros, desde luego, van a parar a los cofres del Opus
Dei. Antiguos miembros recuerdan que raramente había una reunión en una casa
del Opus que no terminara con una colecta.
El apostolado es el
criterio. Para los hombres de negocios que se demoran demasiado en una comida
de negocios les trae el consuelo (Escrivá de Balaguer en sus enseñanzas): les
recomienda el <<apostolado del almuerzo>> (máxima 974 de 999). Pero
se guardarán del probable embarazo de mezclarse con invitados inadecuados. De
los miembros del Opus se espera que ejerzan su apostolado principalmente entre
sus iguales (constitución de 1950, párrafo 186). Además se espera que mantengan
un nivel de vida acorde con su categoría profesional: en cuestión de pobreza no
debe de haber uniformidad entre los miembros. Incluso las tiendas en las que
distintas categorías compran la ropa están clasificadas según el nivel dentro
del opus, afirma Vladimir Felzmann: las categorías superiores compran en las
tiendas de clase alta, las inferiores, en especial las mujeres auxiliares, en
cadenas de almacenes baratos.
Las mujeres reciben
un trato injusto de Escrivá: hay una vena fuertemente antifeminista en `Camino´.
<<Ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas>>,
dice la máxima 946, más bien insinuando que la discreción les parecerá una
virtud lo bastante difícil de conseguir. Una parte separada de la Constitución
de 1950 estaba dedicada a la sección de mujeres (una práctica abandonada en la
nueva Constitución), en la que no se contempla que las mujeres lleguen a una
gran superioridad. Las tareas que Escrivá anotó en el párrafo 444 eran firmemente
tradicionales. Se esperaba que los miembros femeninos del Opus Dei asumieran
tareas como la de dirigir casas de retiro, publicar <<propaganda>>
católica (<<escrita con la ayuda de los editores>>) promoviendo la
educación de chicas –aunque aparentemente sólo en escuelas de un solo sexo-,
enseñar a las mujeres campesinas <<tanto la destreza apropiada como los
preceptos cristianos>> y preparar a sirvientas para el trabajo doméstico,
un empeño principal para los miembros femeninos del Opus y una significativa
fuente de reclutas. Y también tenían que cuidar las capillas (párrafo 445).”
El poder de la confesión…
“La confesión en el
Opus se convierte en una importante forma de control social. Su uso por los
miembros del opus está restringido en la práctica a los sacerdotes miembros a
su vez del Opus, y se utiliza para inspirar sentimientos de culpabilidad por no
poder vivir con arreglo a los ideales más altos y dañar de ese modo a toda la
institución.
El apartado sobre la
confesión en `Crónica´ fue leído por un sacerdote jesuita, el padre Brendan
Callaghan, un psicólogo clínico experto en tratar con miembros de instituciones
religiosas que sufren desórdenes psicológicos. Las notas que preparó para este
libro expresaban su creciente alarma. Algo de esta inquietud surgió
estrictamente de las cuestiones teológicas, y también de la confusión urdida
entre <<nuestro Padre>>, significando Escrivá de Balaguer. Hay, por
ejemplo, una constante utilización del Evangelio de Juan, capítulo 10,
versículos 1-19, la historia del buen pastor y del redil, como si el redil
fuera el mismo Opus y los malos pastores que van a robar y matar fueran
sacerdotes que no son del Opus, que pudieran ser abordados por miembros de la
Institución. <<leí este pasaje [de `Crónica´] de principio a fin varias
veces –comentaba Brendan Callaghan-, porque creí que me estaba volviendo
paranoico. Pero es la única interpretación que tiene sentido… esperaba que el
mal pastor pudiera ser un término aplicado al `espíritu maligno´, pero no hubo
suerte>>. A propósito, ésta es la versión de Escrivá del pasaje del Nuevo
testamento. La Historia no identifica a los ladrones y destructores con
pastores.”.
Política y negocios…
“En diciembre de 1985
un tribunal de Munich concedió al Opus Dei un interdicto para prevenir la
publicación de un libro en el que se afirmaba que algunos miembros del mismo
habían trabajado con los escuadrones de la muerte en Chile. La acusación de que
el Opus apoya a regímenes militares en Latinoamérica se la hacen con frecuencia
los críticos de la organización y ésta lo niega acaloradamente.
La acusación no
desparece. De varias maneras les acusan académicos, periodistas y clero
católico. El profesor Brian Smith, por ejemplo, que enseña política en el
Massachusetts Institute of Technology, en su libro `The church and politics in
Chile´ (1982), considera que el Opus es una de las fuerzas desilusionadas por
el modesto liberalismo del presidente Eduardo Frey entre 1964 y 1970, y afirma
que sus miembros estuvieron entre los primeros administradores principales del
brutal y opresivo régimen militar del general Pinochet, que, en septiembre de
1773, derrocó al Gobierno socialista del sucesor de Frei, Salvador Allende.
El boletín
informativo latinoamericano `Noticias Aliadas´, fue más explícito. En diciembre
de 1975, cuando lo dirigía un sacerdote católico, publicó un reportaje en el
que se afirmaba que el opus en Chile había recibido fondos de fundaciones
conservadoras estadounidenses ya en 1962; que organizaba a los terratenientes
en contra de las modestas reformas agrarias de Frei y que ayudaba a crear, con
dinero de la CIA, la Sociedad Nacional de Agricultura, que se oponía a los
sindicatos que habían llevado a Allende al poder. Penny Lernoux, un escritor
afincado en Bogotá, afirma: <<El Opus Dei y Patria y Libertad (un grupo
terrorista de ultraderecha) trabajaron juntos en Chile durante los años de
Allende, y el general Juan Carlos Onganía, dictador de Argentina de 1966 a
1970, tomó el poder después de hacer un retiro religioso auspiciado por el Opus
Dei.
Camilo Torres, un
sacerdote colombiano convertido en revolucionario, escogió la lucha armada
contra el Gobierno de su país después de su fracaso por alcanzar una mayor
justicia social por medios democráticos. Le dispararon en febrero de 1966. El
oficial encargado de la brigada que mató a Torres, convirtiéndolo así en una
especie de Che Guevara eclesiástico y en un héroe para los radicales católicos
de Latinoamérica, es ahora general (1990). Dirige una revista del Opus en
Bogotá. Pero sigamos en Colombia. Durante la campaña para las elecciones
presidenciales en los primeros meses de 1986, <<PROMEC>>, la cadena
de Televisión propiedad de miembros del Opus, apoyó al más conservador de todos
los candidatos conservadores, excesivamente pro americano y totalmente opuesto
a hablar de paz con los movimientos guerrilleros del país. No ganó.”
El Opus y Franco…
“A finales de los
cuarenta, Panniker era el director de Àrbor´, la revista insignia del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas. Fue el grupo de intelectuales del Opus
en torno a `Arbor´, del CSIC en general y en particular de `Rialp´, la
editorial del Opus fundada en 1947 por Calvo Serer, el que se convirtió en
notable de la política española. Una tesis doctoral escrita para la <<New
School of Social Research>> de Nueva York sostiene que el libro de calvo
Serer `La dictadura de los franquistas´, publicado en parís en 1973,
proporciona amplia evidencia de que los miembros del Opus actuaban unidos y
conspiraban en el esfuerzo de acercarse al poder en España, aun cuando él lo
niegue. Panniker es muy contundente: según él, se proponían ver si podían
asumir el mando del Estado español…, y casi lo consiguieron.
El desplazamiento
hacia las posiciones del Gobierno franquista comenzó en 1951, en el momento
justo en que la influencia del Opus en España parecía estar a punto de declinar
debido al relevo de Ibáñez Martín como ministro de educación por Joaquín Ruiz
Jiménez, un católico leal, pero con opiniones liberales sobre política y
cuestiones sociales. Este inició una breve liberalización del régimen de
Franco, que incluía el establecimiento de un Ministerio de Información y
Turismo. Un miembro del Opus se convirtió en el primer director general. Villar
Palasí, que tenía estrechos
una inquietud obsesiva del Opus: sus elevadas
posiciones en el nuevo Ministerio dieron a estas dos personas un control
considerable sobre la censura, una cuestión candente en España hasta el final
de la era de Franco, y sobre la propaganda del régimen en emisoras y en la
prensa.”
En resumen que uno de esos tipos que
surgen a lo largo de las religiones y que es en realidad carne delirante de
agudos, ve la sagrada iluminación de que él y sólo él y su Opus Dei tiene la
verdad de la buena y verdadera que ha logrado al cabo del tiempo que tanto
Papas como gobiernos les de cuota y parcela de poder ejecutivo.
Una secta más.
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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