Sidrería Casa Pepe
Traemos
hoy uno de esos sitios que cuando abren, te preguntas por qué no abrió primero…
Entre
Ceares y Viesques, en ese nuevo paisaje que ha creado la rotonda y nada más
salirse de la misma en dirección a Pola de Siero, encontramos Casa Pepe, sitio de recuerdo para
generaciones que tras un largo periodo clausurado abre con nueva dirección y
nuevos bríos.
Para
empezar el local es sencillamente delicioso, con barra y mesas pero que a
diferencia de otros garitos tienen su ambiente propio sin ser provocado, tal es
la elegancia de las mesas y sillas.
A
primera vista puede parecer que no tiene mucho comedor, pero éste se completa
con un pabellón que permite que convidemos a familiares, amigos o empleados en
cena antes de mandarlos a un ERE, sin molestar ni ser molestados en el interior
de la sidrería.
es sinónimo de suciedad, pero os aseguramos que la limpieza tanto de local como de baños es la norma, lo cual aumenta aún más la sensación de bienestar de la clientela.
A la
limpieza del continente se suma la limpieza en el trato por parte del personal,
un trato, que combinado con la maestría en los fogones, proporciona una
deliciosa experiencia gastronómica a lo que se une unos precios asequibles a
ingredientes de calidad lejos de esas ofertas para tiempos de crisis basada en
productos congelados y comida de batalla.
El
primer detalle diferenciador está en los manteles, toque de elegancia que no
desentona con el resto del local.
De
sabor contundente, sin trazas de sopicaldos, ese ligero picantillo que gusta
hasta quienes no degustan del picante y un sabor que rememora la cocina de
casa, hogareña, de sinceridad en los fogones que hace que repitamos otro plato
mientras sentimos que ya no es apetito sino gula el seguir saboreándola…
Sencillamente
deliciosa y perfecta.
De segundo
lentejas, plato vituperado durante la época de vacas gordas pero que siempre es
reconfortante y saludable cuando están bien hechas: Sueltas sin deshacerse,
chorizo que es tal y una vez más el sabor conocido del hogar, de esa comida
hecha con esmero y que sirve de complemento al trato familiar sin caer en la
faltosidad, tan común a tantos nuevos establecimientos hosteleros, para con el
trato al cliente.
De
tercero elegimos chipirones…
Aquí
sobran las palabras y los elogios pueden sonar a pelotilleo, pero son dignos de
ser probados y vistos: íntegros sin cabezas sueltas, apetitosos sin trozos
empanados sueltos y de calibre contundente sin distintas tallas en la bandeja
siendo éstas uniformes y apetitosas a la vista.
Por
último pedimos flan de postre y entendemos que no haya las consabidas tartas
industriales, helados industriales y cualquier otro postre industrial:
sencillamente es postre casero, difícil de encontrar en el plato del día y que sencillamente es pecado de lo bueno y delicioso
que está.
Recomendamos
encarecidamente que os acerquéis a probarlo porque merece la pena, lo
agradecerá el bolsillo y quedaréis como Dios invitando a comer o cenar a
familiares y amistades. Todo ello complementado con una rica y variada pizarra
de raciones y tapas.
Sidrería Casa Pepe, un
nuevo lugar a descubrir en la ciudad de buena comida o para tomar unas sidras.
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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