Suplemento literato cutre de The
Adversiter Chronicle
Autor: Enrique Líster
Editorial: Ediciones Silente – serie memoria histórica
Edición: 2007
Hay
que afrontar su lectura con tranquilidad y perspectiva para destilar las tres componentes
del libro, a saber: Por una parte es un libro de memorias y autobiográfico
aunque se centra en su mayoría en la guerra fratricida. Como todo libro de
memorias hay que tener en cuenta que siempre es subjetiva. Por otra que se
trata a la vez de lectura interna para quienes eran comunistas en la guerra y
luego en el exilio y la clandestinidad con ataques constantes a Santiago
Carrillo que para el lector de 2012 puede resultar farragoso durante los breves
instantes en que Líster se lanza al ataque argumental y con datos para hacer
ver que el eurocomunismo sólo era claudicar a los principios comunistas y
revolucionarios. Por último, es un libro de guerra, con datos y hechos de las
unidades republicanas y en ese sentido es de creer y tener buena fe por parte
del lector para creer en la veracidad de Líster comandante militar. Son datos
realistas y permiten ver una nueva perspectiva del poder militar de la República,
las luchas internas con los anarquistas y su experimento en Aragón que décadas más
tarde sería realidad en Camboya. Los libros de la misma temática escritos por
afines al bando vencedor siempre tenían un tufillo de irrealidad y datos
alterados en cuanto a unidades y tácticas, es de suponer que por la estrategia
de Franco de sencillamente lanzar sus masas de carne de cañón en ataques
frontales.
Libro
duro que permite ver hasta que punto se trató de una guerra de liberación en el
sentido de ver como alemanes e italianos suministraban y asesoraban a las
tropas franquistas desde un punto de vista republicano que por supuesto tenía
el contrapunto de la otra España.
Militar
formado tanto en la Academia Frunce (URSS) como en el campo de batalla, a la
par que antimilitarista convencido, su militancia la concibió con una entrega
total a lo largo de toda su vida. Exiliado en la URSS entre 1939 y 1946,
alcanzó el grado de general en los ejércitos soviético, polaco y yugoslavo;
instalado en Francia desde 1947, fue miembro del comité ejecutivo del PCE hasta
1970, fecha en la que fue expulsado por su denuncia de la línea liquidacionista
impuesta por Santiago Carrillo y su propuesta de pacto con los franquistas.
Fundo el PCOE y regresó a España en 1977, oponiéndose a la impunidad del
régimen franquista y la monarquía que lo sustituyó. Falleció en 1994 en Madrid.
Hago
constar que esta loa no es de nuestra cosecha y viene en la contraportada del
libro en una edición homenaje, de ahí ese ardor combativo que os puede causar a
los lectores personas de bien en una primera impresión.
Es
de destacar que como oficial supo crear una unidad de choque que se batió en
todos los frentes. Unidad bajo el paradigma de comunista que trataba de llevar
la utopía. Como fuerza de combate estuvo a nivel de las mejores tropas
profesionales sublevadas. Tratar de ver desde otro prisma estas memorias que no
sea con objetividad y comparativa con otras obras acerca de la guerra civil,
sería tan nocivo como sólo leer afines al levantamiento militar y posterior
dictadura. Hay que trasladarse mentalmente a 1936 y ser fríos y analistas sin
juzgar pero sí sacar enseñanzas…
Lecciones
de la infancia…
“Sin duda me he extendido demasiado en las cosas de
familia y, sobre todo, en esta historia del herrero, pero es que ella y las
injusticias y abusos que presencié en esa época de mi niñez ejercieron en mí
una influencia que me ayudó a tomar en la vida el camino que he seguido de
luchar contra las injusticias y de hacerme comunista.
Mi odio a la Guardia Civil y mis diferentes choques
con ella en los años 1925-30 fueron bien conocidos en esas épocas a muchas
leguas a la redonda, pero lo que ya no era tan conocido era el origen de ese
odio. El origen de mi odio a los miembros del Cuerpo de la Guardia Civil venía
de un día de carnaval, cuando yo tenía ocho años, y en su origen estaba el
herrero. Era reciente la historia de la construcción de la casa –no pagada (su
construcción encargada a mi padre)- y mi padre estaba próximo a partir para
Cuba. En una taberna que había cerca de nuestra
casa mi padre estaba con unos amigos tomando unas tazas de vino. En una
sala reservada estaba el herrero dando una comida a tres guardias civiles. En
cierto momento salieron éstos y le dijeron a mi padre que se marchase. Mientras
tanto el herrero se reía detrás de ellos. Yo presencié toda la escena, vi como
mi padre se resistía a marcharse, pero al final tuvo que hacerlo. Con la mezcla
de admiración, cariño y respeto que yo sentía por mi padre, aquella escena me
hizo un efecto terrible…
…Hay que haber conocido lo que era la Guardia Civil en
los medios rurales y en la época a que me estoy refiriendo. Bastaba que el
cacique le diera la orden de sacar a uno del medio, para que lo metieran una
paliza tal que, unas semanas o unos meses más tarde, lo llevaba a la tumba…Entre los numerosos errores cometidos por los gobernantes al proclamarse la República en 1931 se cuenta el de mantener a la Guardia Civil, por considerarla leal y eficiente en contra de los huelguistas y extremistas...”
Sobre
el 5º Regimiento…
“…Esta gran unidad de combate debía constar de 1.000
hombres y llegó a más de 70.000, distribuidos en una parte de las provincias de
la España leal, llegando a formar los núcleos organizativos y los cuadros de
mando de gran cantidad de brigadas, divisiones y cuerpos del Ejército Popular.
El 5º regimiento realizó en su seno un sostenido esfuerzo de educación y
propaganda política para reforzar cada vez más la unidad política antifascista
que, por su propia composición, plasmaba el Regimiento. Fue así mismo
organizador práctico de la estrecha ligazón entre el frente y la retaguardia,
propagandista incansable de la unidad de todos los antifascistas que el
regimiento propugnaba con su ejemplo. Apadrinó fábricas y organizaciones:
cooperó con entusiasmo y lealtad con el trabajo de las autoridades; sostuvo una
estrecha ligazón con todos los partidos políticos y sindicatos; ayudó
concretamente a los otros batallones, regimientos y columnas; mantuvo ininterrumpido
contacto con la población civil por medio de publicaciones, periódicos,
mítines, conferencias, cine, banda de música, compañías de artistas, exposiciones,
carteles, etc., elevando su moral combativa y reforzando su fe en la victoria.
Todo ello, unido al heroísmo de sus combatientes en los frentes de batalla,
sirvió para hacer del 5º Regimiento una unidad querida y popular…”
Objetivos
de la Batalla de Brunete…
“Los objetivos principales que se querían conseguir
con la operación –que luego se llamó batalla de Brunete, porque la lucha se
concentró casi totalmente en la bolsa que rodeaba a este pueblo- eran: parar la
ofensiva del enemigo en el Norte, desmontar la ofensiva que éste preparaba en
el frente del Sur y, si la operación tenía éxito completo, obligarle a alejarse
de Madrid.
Se trataba, pues, de ayudar a los combatientes del
Norte de la única forma en que se les podía ayudar: atrayendo hacia los frentes
del resto de la zona republicana a las fuerzas del enemigo, a fin de dar tiempo
a nuestras fuerzas del Norte a reorganizarse. En cuanto al plan de la operación
era aproximadamente el siguiente: los Cuerpos V y XVIII, atacando en la
dirección principal, debían romper el frente entre Villanueva del Pardillo y
Navalagamella (una distancia de unos 12 kilómetros entre los dos citados
pueblos). Después de conquistar los pueblos de Quijorna, Villanueva de la
Cañada, Brunete y Villanueva del Pardillo, avanzar en dirección Bohadilla del
Monte- Villaviciosa de Odón y, posteriormente, esforzarse por establecer
enlace por fuego con el 2º Cuerpo que
avanzaba desde el sudeste de Madrid en dirección a Carabanchel Alto.”
“… ¡Ese fue para mi el momento más amargo de mi vida!
Era terriblemente doloroso e injusto que combatientes curtidos en tres años de
continuo pelear tuvieran que entregar sus armas para ser conducidos a campos de
concentración. Y ese dolor lo aumentaba aún la falta de dignidad de algunos
oficiales franceses que, sin esperar siquiera nuestra marcha para repartirse el
botín, se abalanzaban sobre las pistolas según iban cayendo a tierra,
arrancándoselas literalmente de las manos unos a otros.
De allí fuimos conducidos a Banyuls, donde a mí y a
una media docena de los jefes y comisarios de mayor graduación nos separaron
del resto de las fuerzas. Más tarde pude enterarme de que, mientras con
nosotros se había tenido un trato correcto por parte de las autoridades
militares y cordial por parte de los civiles, a las tropas les hicieron toda
clase de porquerías…”
Interesante
libro de memorias de guerra donde asistir
a la creación de operaciones y tácticas que más tarde se verían en la 2ª Guerra
Mundial de la que la Guerra Civil Española fue su primer acto, y
que visto ahora en 2012 y siendo simplemente objetivos podemos tener una
radiografía de la unidad emblemática del Ejército Popular dirigido por un tipo
que no engaña a nadie: es comunista, fue preparado en la URSS y se convirtió en
un comandante operativo que supo inculcar a las unidades y a los hombres que la
conformaban bajo su mando una lealtad a la República sin renunciar a su génesis
de ideología comunista y tratar de aplicar con hechos sus ideas revolucionarias
que hay que reconocerle a Líster que las veía como integradora a la labor
guerrera de su unidad.
Recomendable
si queréis saber y comprender de la Guerra Civil e ideal para regalar a la
suegra si es católica y persona de bien que diría el bueno de Rajoy.No es una lectura farragosa en cuanto a espesor de contenidos y sí didáctica para amantes de la historia militar. Acompañan al texto abundante material fotográfico en distintas etapas de la contienda. Y muy recomendable a mozalbetes treintañeros que gustan de cantar cara al sol y levantar el brazo en saludo hitleriano a ver si aprenden que ninguna guerra mereció nunca la pena y sólo es la manifestación de la incapacidad del ser humano de resolver sus conflictos mediante el diálogo y las búsqueda del bien común que no suele coincidir muchas veces con el de las personas de bien y las personas de mal vivir…
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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