Una crónica de nuestro enviado espacial Skizo´s
Blues
Cita
ya obligada en las calendas festivas del concejo de Villaviciosa y camino de
ello a nivel regional con éxito de asistencia de público a cada edición, la
décima en esta ocasión y escusa perfecta para visitar el Mercado Tradicional de Oles y ver de primera mano el evento.
La
idea es que durante dos días se muestre y se recreé el entorno de mercado que
suponía para muchas parroquias la ocasión de reparar y conseguir aperos de
labranza, materiales y alimentos a la vez que se celebraba la romería. Hay que
alabar la voluntad de los organizadores y las gentes de la parroquia de Oles
que representan estampas de personajes típicos: el cura barrigón, el alcalde
flanqueado por el picoleto del pueblo, virginales aldeanas en carro tirado por
percherón y aldeanos de boina y faja roja de aparcacoches a dos aurelios la
plaza.
El
entorno, cerca de la iglesia como era lugar, tiene una lograda ambientación con
atrezzo de balagares de paja, figurantes y detalles como un corral o un
establo. Destaca sobre todo el carrusel a pedales que llama la atención y
siempre sorprende.
Pero
en cuanto al resto, no deja de ser un rastro con feriantes disfrazados para la
ocasión y mercadotecnia de feria itinerante. Nada que objetar a que Oles haya
entrado en el circuito de estos mercados que variando la vestimenta y la
ambientación puede ser tradicional o
medieval. Por otra parte en algunos estados de la unión se tildaría a
alguno de los feriantes sencillamente de hippies.
Decepciona
en ese sentido ya que lo que busca el visitante llevado por la fama es la
recreación de un mercado de nuestros ancestros aldeanos. Poco tiene que ver con
esa intención puestos de ámbar, de marionetas y de baratijas y abalorios
artesanales.
Se hace
necesario que la organización diseñara un espacio donde abundasen ejemplos como
artesanos de herrería, citar la que hay a escala con un fuelle muy llamativo,
pero separado por gremios o al menos una parte que fuese fiel al espíritu de la
intención y no de los intereses mercantiles de unos puestos que aunque sirven
de complemento te hace sentir en un rastro cualquiera con algo de glamour
tradicional y cutrez enmascarada de lo habitual en cualquier mercadillo semanal
de cualquier localidad de España.
Por
suerte las deficiencias se ocultan ante la falta de carencias, la buena
voluntad de organizadores y vecinos que encuentran la complicidad del público,
la mayoría ya fiel a la cita anual, y con nuevos visitantes cada año. Tal vez
los precios de las hogazas de pan algo caras y esa sensación de haber estado ya
en mercadillos similares pero que para el espíritu viajero se disipa al
abandonarse al espectáculo de los artesanos en acción que crea una onírica
sensación de falansterio al ver las piezas convertidas en metáfora de la
plenitud de sus creadores y la expresión personal de cada uno que no se da en
los procesos industriales y sus industrializados productos.
Felicitar
a la organización, hubo acto protocolario de presentación con representantes de
la corporación municipal y afluencia de público que permite ser optimista en
cuanto al futuro de próximas ediciones pero que debe de dar un salto de calidad
en contenidos para que el espíritu que llevó a su existencia, recrear un
mercado de ámbito rural, no se convierta en una feria más de un circuito creado
para hacer ventas…
The Adversiter Chronicle,diario
dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org/
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