Una sección de Palomino Gargajo Bilioso en exclusiva para The
Adversiter Chronicle
Sánchez Gordillo y sus métodos comunistas

Una
comarca que sufre la nunca acabada reforma agraria y que pese a que la UE sigue
una política de industrialización del agro a todos los niveles de producción,
quedan zonas de Andalucía donde muchos ciudadanos son peones agrícolas y hierve
la sangre ver latifundios desaprovechados. Bajo esta premisa un pueblo, Marinaleda,
lleva años llevando a la práctica una política comunal de tintes comunistas. ..
Una
prueba de la demagogia comunista es que Sánchez Gordillo apelara a la situación
de los controladores que cobran 850€ y de paso escupía que las cajeras no
tienen atribuciones ni autoridad para interponerse al asalto, es decir, si
hubiera controladores explotados por la patronal de la seguridad privada, en
vez de emburriar a la cajera hubieran ido directamente a zurriagar al
controlador…

Tratar
de poner en jake al Estado con chantajes emocionales no tiene justificación.
Tan deleznable es el alzamiento militar de 1936 como estos actos de vandalismo
al amparo de una justificación en base a la necesidad material. Aunque por
fortuna estos actos son puntuales y muy idiosincráticos en cuanto a sus
características, el comunismo que pregona y practica Sánchez Gordillo es el
mismo que el de los comunistas que rodearon el parlamento ruso en su primera y
única reunión tras la revolución que destronó al Zar.

La
violencia sólo engendra violencia. Sánchez Gordillo sólo es el mascarón de proa
de una utopía que se ha demostrado sobradamente fracasada. Marinaleda pudo
haber sido una hermosa probeta de ensayo, pero para el desarrollo con políticas
comunistas es necesario tener la suficiente visión de que tras un primer
estado, ha de evolucionarse a un sistema de mercado donde la ciudadanía vea
colmadas sus aspiraciones materiales y de realización humana. La URSS demostró
que sin bienes de consumo y alternativas materiales, el sistema comunista de
gestión y políticas de aprovechamiento de los recursos es inviable y da lugar a
corrupción y nepotismo como son China y Corea del Norte.

El
discurso de Sánchez Gordillo es el mismo de Fidel Castro. Reniegan del sistema
pero a la vez se benefician del dinero público, participan de la política en el
Congreso de los Diputados pero promueven la revolución.
La
historia del comunismo es una historia de lucha por el poder con reglas claras
y precisas de fomentar la revolución. El comunismo era internacional porque era
una utopía de hermandad pero se demostró que en realidad sólo es otra variante
del arte de llegar al poder e instalarse en él.

Porque
el problema de España y sus políticos es de cinismo ante este tema. Hay una ultra negra y otra blanca cuando tanto la
ultra izquierda como la ultra derecha sólo buscan el fin de la democracia. El
acto de comunismo de asalto a supermercados puede provocar lo mismo por parte
de grupos de ultraderecha. Ambos extremos se nutren de la masa de ciudadanía
desfavorecida y maltratada por el consumismo y ambas producen la cerrazón de
ideas, el odio al contrario que no piense igual y una utopía futura que hace
necesario combatir el presente.

Todo
lo que no sea hacer valer el imperio de la ley, es demagogia política y sacar
provecho de río revuelto. El delito debe ser castigado y la justicia debe
trabajar de manera independiente tanto del ministro como de los revolucionarios
de turno. Si ya es difícil hacer que la ciudadanía piense ante el bombardeo
televisivo de mierda a todos los niveles, el mensaje del Estado debe ser claro
y conciso: no hay justificación en la España de 2012 de tácticas que busquen
alterar el orden y paz social estimulando comportamientos extremistas de
violencia.
El
sistema está muerto y otro se está instalando, pero el sistema en que cree y
obra Sánchez Gordillo hace dos décadas
que murió y sus banderas y consignas huelen a alcanfor y a mugor.
En
lugar de hacer un acto simbólico de protesta se convirtió en un asalto de
comandos revolucionarios en toda regla que visto en televisión parece el comienzo
del caos para gusto y regusto de la ultra derecha.

Algo
huele a podrido cuando quienes se dicen ser defensores del trabajador no dudan
en avasallar a otros…

Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/

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