The Adversiter Chronicle

martes, 12 de noviembre de 2024

"Memorias de La Transición", por Antón Rendueles

Unas memorias de Antón Rendueles en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Estuches

El estuche escolar siempre ejerció una especie de fascinación desde que comenzó la etapa escolar. Cuando se adquiría el material en la librería era de las pocas cosas que podía elegir, el librero tenía una lista de los libros de varios colegios y sus cursos, pero el estuche siempre era una opción que podía elegir. Recuerdo el primero, sencillo con unas gomas para los lápices, una regla, una goma y un tajalápiz. La vista podía perderse por la librería en el estante de los estuches, sencillos como el mío hasta los más sofisticados de dos cremalleras, con una dedicada al espacio de lápices de colores, lápiz, goma, tajalápiz y hasta un misterioso bolígrafo que era inútil porque no dejaban utilizarlo en clase, siendo el lápiz protagonista para hacer caligrafía, diagramas o cualquier otra cosa que hubiera que poner en la libreta, el bolígrafo estaba vetado hasta por lo menos llegar a 5º. La otra cremallera del estuche doble estaba íntegramente dedicado a reglas, cartabón, escuadra, extrañas herramientas que me auguraban el futuro y a las que no se sacaba partido tampoco hasta llegar a 5º en toda su plenitud. Luego estaban los estuches de madera, un cajón portátil que parecía más sofisticado que el estuche y que tenía sus adeptos entre mis compañeros de clase. Era toda una liturgia el estuche, abierto con desgana al comienzo de la jornada escolar y cerrado con ilusión y frenesí al terminar, abrirlo con solemnidad para hacer los deberes en casa y de enseñarlo cuando había visita. Creo que le ocurría a más compañeros, no sólo a mí, y suponía que también lo guardaban como un secreto, ignoro si tener hermanos mayores cambiaría algo, en mi caso era el mayor porque no había nadie delante ni tampoco detrás hasta la llegada de mi hermana. Había cierto orden en la distribución del estuche para guardar las cosas, cierta armonía que se iba desgastando a medida que avanzaba el curso escolar y se iban gastando los lápices de colores, la goma era otra tras gastarse la original y el lápiz iba perdiendo longitud y se cambiaba cuando ya era demasiado pequeño. Fue la primera cosa, ahora que han pasado muchas lunas, que supongo que era mía, sólo yo sabía el orden en que iban las cosas, para un adulto era un estuche normal y para mí tenía todo un significado, tratando de conservar la armonía original sin osar cambiar de lugar los lápices de colores, en su orden cromático; los lápices y la goma que al reponer la gastada forzaba las gomas de sujeción casi hasta su limite porque la goma de borrar nueva era más ancha que la original del estuche escolar...
Antón Rendueles

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org 




theadversiterchronicle@hotmail.es 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger