Con la
colaboración del Teniente Coronel
Tapioca, miembro retirado del Estado Mayor de La
Legión y que actualmente regenta una tienda de Todo 1€,
en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
El
aguerrido cuerpo de La Legión vuelve a ser noticia y además muy
comentada por la imagen de legionarios tomándose unas birras con sus
armas de dotación en el suelo a su lado, además en Vilafranca del
Penedés en Barcelona con lo sensible que está la cosa en Cataluña.
La polémica sobreviene por la presencia en el suelo de sus fusiles y
ha provocado que se abra una investigación por parte de las
autoridades castrenses de si los soldados han incurrido en
infracción. Para despejar nuestras dudas, nadie mejor que nuestro
asesor en asuntos castrenses amén de miembro retirado de La
Legión...
-¿Pueden los legionarios tomar birras en una terraza de uniforme y con sus armas en el suelo, mi teniente coronel, ein?
-La
relación de la soldadesca hispana con la cerveza se remonta a los
tiempos del Imperio Romano y se extiende a lo largo de los siglos
hasta llegar al Camino de Flandes donde la cerveza alcanza su estatus
de bebida propia de soldados junto con el más reciente calimocho.
Además, y vamos a fumar un buen chiri en homenaje al cuerpo
legionario, lo que vemos es a un grupo de nuestros muchachos sentados
agradablemente en una terraza y sin estar fumando grifa ni con
fulanas formando una algarabía... ¡Desde un punto de vista militar
no hay nada reprochable a que unos legionarios se tomen unas cuantas
cervezas!
-A
ver... ¡Coño, si es cierto! Esto, pollo, es harina de otro costal.
Un soldado en servicio de armas jamás debe ser pillado poniéndose
pedo a cervezas. Tal comportamiento que vulnera las más básicas
normas no escritas de los soldados de que nunca te pillen, debe ser
castigada o cuando menos amonestada. Sólo por ser tan cretinos de no
hacerlo de forma discreta y militar sino en plena terraza y dejando
las armas en el suelo permitiendo que les saquen fotos como si fueran
reclutas en lugar de curtidos veteranos, ya merece que les metan un
puro.
-Pero
no estaban de servicio de armas, era que el autobús iba a otro
sitio y no se podían dejar las armas en el mismo... Esto rasca,
oiga.
-¡Encima
que fuma de gorra se pone tikis mikis! Mire pollo, eso se soluciona
con un escolta que pringue de tal mientras los demás se van de
terrazas hasta que vuelva el autobús. Si alguien les dijo que las
cogieran y a la vez estaban en un momento de descanso durante su
traslado a la base, la culpa es de quien dio la orden de que se
llevasen sus armas al asueto. El soldado sólo cumple órdenes y
desde un punto de vista ergonómico ni se puede uno sentar con el
arma en bandolera, regazo u entre las piernas ni disponerlas sobre la
mesa donde algún ingenuo civil puede pensar que están montando una
posición de ametralladora. Yo me quedaría con la imagen de la
soldadesca fundida con la sociedad civil en esa costumbre tan
española que causa admiración allende las fronteras de tomarse una
cervecita bien fría con unas tapas en una terraza. La pena es que no
se les unieron en fraternal francachela algunos de esos aficionados a
la U. D. Las Palmas con sus lazos y bufandas amarillas, peña animosa
del alma insular en las nobles tierras condales de Barcelona, una
pena.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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