The Adversiter Chronicle

jueves, 11 de mayo de 2017

"Memorias de la Transición", por Antón Rendueles


Unas memorias de Antón Rendueles en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Violencia de género

Ahora se denomina violencia de género y resulta desmoralizador que siga ocurriendo, que todos los días los noticiarios en algún lugar del mundo consumista tengan que informar de la muerte de una mujer a manos de quien una vez la enamoró...
No recuerdo si el dictador había ya fallecido pero fue entre 1975 y 1976, incluso puede que 1974 porque mi recuerdo se torna un visor, un holograma donde la perspectiva, la distancia y el ángulo de visión son las de un niño, aquel al que la vecina de la puerta de enfrente regalaba un pastelito y que en ocasiones subía a cobrar los recibos de la comunidad y subir hasta el quinto y último piso era casi una aventura sólo superada por subir al último piso en ascensor en casa de mis abuelos. Vuelvo a subir las escaleras y es como si mis piernas volvieran a la vida, etéreo en la memoria...
Hoy leyendo el periódico y un suceso más de violencia de género me acordé de ella, la recuerdo joven y hermosa, al menos en mi mente infantil ha quedado el recuerdo de verla hermosa y seguramente era ese halo en la tristeza de la mirada de una mujer maltratada que hace vida normal de puertas afuera aún sabiendo que sabíamos de las palizas, los gritos y las broncas de su marido. Eran una pareja joven pero él era un sarnoso hijo de perra y recuerdo a mi madre golpear el techo con la escoba, recuerdo a la joven hablar con mi madre en la escalera y apagándose el recuerdo puedo verla llorar. Nunca supe más de ellos, se fueron y el piso fue vendido y todo quedó empañado por nuevos recuerdos y el despertar a la vida, pero hoy, no sé porqué, su recuerdo ha brotado y reconozco que siento tristeza y veo el pensamiento de aquel niño que por instinto captaba sin comprender una anomalía, una perturbación de su felicidad infantil que le proporcionaban sus adultos...
Eran otros tiempos, tiempos de machismo inherente al matrimonio, de amas de casa abnegadas y de jóvenes que vivieron un infierno de puertas para adentro y no tan jóvenes, permitido y amparado por los estamentos y donde ir a una comisaría a denunciar que tu marido te pega era una profanación de los más hondos pilares de la sociedad surgida tras la Guerra Civil...
También me tocó la violencia de género pero en sentido contrario y siempre me hizo gracia aunque no comprendiera en ese momento que la violencia en una pareja también se manifiesta de ella a él. Vivían en el siguiente portal pero las terrazas del patio de luces eran contiguas sólo separadas por una reja de baja altura. Ponía al marido como trapo a grito pelado logrando que toda la vecindad de ventanas y patios nos enterásemos de lo inútil, de lo inútilmente inútil que era su marido, compartiendo sus amenazas de meterle una hostia...
Recuerdos de la infancia salpicados de sufrimientos ajenos, machismo y violencia doméstica siempre hubo, son tantos los casos de maltrato, abusos sexuales y trato denigrante a las mujeres que hacen perder la fe en el sueño consumista de la democracia, sin saber en qué se falla aunque sepamos que es un problema de educación, pero estamos tan lejos de esa uniformidad que nos venden de ciudadanía concienciada en el ecologismo, el amor a los animales, a la vida sana y de respeto mutuo con intervenciones para implantar la democracia y los derechos humanos que suena a farsa...
Pero aún así, nuestros mayores entonces lograron cambiar la sociedad y es nuestro deber mantener y extender ese legado pese a quien afirme que la Transición fue un error porque olvida a todas las vecinas del segundo piso que viven un infierno de puertas para adentro y no se dan cuenta de que disfrutan de un legado que no es propiedad de nadie sino de todos y todas, los que nos antecedieron y los que nos sucederán para que, aunque injusto, su mundo sea un poco mejor como lo es ahora comparado con antes...
Ley de vida.
Antón Rendueles

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/


 

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