"TELEMIERDA INC.", suplemento televisivo cutre

Suplemento televisivo cutre de The Adversiter Chronicle

GH17: Adara se queda sola, tocata y fuga del memo de Fernando y Clara no se aclara

Tras dos meses de calma chicha más allá de la deformación del formato merced a las artes de Jorge Javier, de repente en menos de una semana acontece una vorágine de novedades que dan un nuevo giro, cosa que se agradece porque comenzaba a ser repetitivo el rol imperante en los concursantes. Resaltar que el memo de Fernando, tildado de memo por su poca inteligencia como concursante a la hora de gestionar los momentos y sus mementos sentimentales y erótico festivos, resaltar digo, que se ganó la repesca y empezó a cagarla nada más cruzar la puerta de la casa.

El notas entró de sobrao y con las ideas claras para desconcierto de Clara, que defendió su memoria en la casa cual viuda estadista que muerto el rey no deja que sus súbditos olviden su recuerdo. Una defensa briosa, astifina a la hora de entrar a matar cualquier duda sobre la buena persona ausente, de mujer que combate las calumnias de su hombre. Lo malo es que nada más verle Clara cayó de la burra y se dio cuenta de que había hecho el canelo como sólo las mujeres saben hacerlo cuando pegan con un macho alfa que en condiciones normales sería rechazado como pretendiente pero que en ambiente cerrado, por algún extraño arcano, logran llevarse al huerto a la damisela...

Mira que le avisaron de que no se fuera de la lengua, mira que se le repitió cada vez que soltaba información que debía tener el pico cerrado. No sólo no lo supo tener cerrado sino que al comunicarle la expulsión por bocazas echaba la culpa a sus compañeros. Entre su vuelta y su expulsión el muy cenutrio mantiene las distancias con Clara, que no se aclaraba, y daba la turra a quien quisiera escucharle menos a quien quería escucharle de que su mentalidad de concursante había cambiado, que había hecho cosas que no debería haber hecho y declaraba su amor profundo y sincero a su pareja sentimental...

Una piltrafa de repescado que ha resultado un fraude a espectadores y a Clara. Sensación de que a éste la parienta le ha leído la cartilla y que ya sabe a qué atenerse si seguía jugando a dejarse querer, querer dejándose achuchar y pasar el día con propósitos de enmienda que al caer la noche ,y bajo el edredón con Clara, pecar sin ánimo de pulcro. Ha desaprovechado una oportunidad y reafirmó con su actitud lo que reafirmaba Clara con la suya: que pese a sus negativas algo ocurrió bajo el edredón...

Reiterar que como concursante era un memo y camino de serlo en el plató cuando esté frente a frente con Clara.

Dejando atrás lo que ha sido una anécdota de repesca, la noche del pasado jueves se animó cuando la audiencia decidió que el gallo Pol debía abandonar el concurso. Entonces, al escuchar el veredicto la belleza medieval de Adara estalló en un llanto de desesperación ante lo inevitable cual metáfora de la vida diaria y la muerte cuando acontece, se convirtió, durante unos llantos, en nuestros corazones, compañeros de su duelo, amigos en su desconsuelo, creyentes de su credo. Estaba divina y ese rimel, cayendo cual torrentes del deshielo en primavera mientras su alma entraba en la oscuridad del invierno de la ausencia de su ser amado, daba cierto aíre gótico y fetichista que seguro que formó parte de más de una fantasía onanista.

Como no podía ser de otra forma, recibió las condolencias destacando la de los traidores a Pol, los inefables de Miguel y Beatriz. Adara, alma en pena por la casa recordando al ver los recuerdos de su amado ausente, se apoyó en Bárbara. La productora les nominó a todos por zangolotinos, glotones y peleones y parecía respirarse cierta calma sólo alterada por las memeces de Fernando y ese romance ñoño pijotero entre Alain y Meritxel cuando Adara recibió otro golpe a su alma: Bárbara debía abandonar el concurso por, como decían en la radio, asunto familiar grave.

No hay mucho que decir salvo que tomó la mejor decisión porque se hubiera arrepentido y muerto de remordimientos si hubiera seguido concursando con la cabeza en otra parte y una realidad grotesca de estar jugando y haciendo caso a tonterías que dejan de ser espectáculo cuando la sombra de la muerte de un progenitor acecha esperando su turno.

Nuestros mejores deseos y aplaudir que el resto de concursantes también mostraron su apoyo por encima de las vicisitudes del espectáculo televisivo y nos alegra el corazón pensar que no son una juventud tan decadente y fatua como son concursando, aunque luego va la choni y resulta que no sabe lo que significa la palabra vísceras...
Sin comentarios.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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