Por Antón
Rendueles
FIDEL CASTRO, dictador
comunista cubano
El
fallecimiento de Fidel Castro y su funeral va a suponer asistir en
plena era digital a un viaje en el tiempo para asistir al último
rescoldo de la Guerra Fría que seguía vigente. Contra todo
pronóstico, el dictador y su dictadura lograron sobrevivir al
colapso de la URSS y el efecto dominó sobre las naciones bajo su
influencia. China ya no es aquella de la Guerra Fría y Corea del
Norte supone una aberración del comunismo con cargos hereditarios en
la jefatura, una mezclá de sangre azul y culto al líder, pero no
modelo soviético ya en ambos países.
Comienzo
así esta reseña porque Fidel ya era el Comandante de la revolución
cuando vine a este mundo. Su imagen era Cuba aunque a medida que fui
creciendo y leyendo sobre aquella mítica revolución cubana cada vez
quedaba más claro y evidente que sólo era un dictador que no dudaba
en eliminar adversarios y luego mitificarlos...Postrado en la silla de ruedas, la televisión por cable me permite viajar por el mundo aunque siempre consciente de que la lente televisiva emite una imagen distorsionada de las cosas que precisa procesar la información desde otros ángulos, en mi caso prensa escrita y radio. Si se despoja de propaganda la imagen de Cuba lo que queda es un país que ha pagado caro enfrentarse a la potencia que es EEUU en esa relación de amor y odio que mantienen desde 1898 donde los cubanos luchaban por su independencia de la metrópoli y los EEUU les apoyaban como parte de su expansión continental siguiendo la doctrina del presiente Monroe...
Resulta triste ver que la imagen final es la de una ciudadanía en aquellos paraísos soviéticos adoctrinada en una utopía que el régimen cubano ha legado como una aberración de la teoría llevada a la práctica, donde los presentadores de la televisión cubana lloran emocionados y las frases de Castro se memorizan, estudian y sacan conclusiones delirantes salvo para quienes viven en el gulag de la llamada democracia socialista, sin alternativa y sin esperanza; un mundo perdido que hoy comenzará a difuminarse cuando el último icono celebre su funeral.
Fidel Castro fue un producto de su tiempo, traicionó su revolución desde el mismo momento en que se puso en brazos de la URSS dejando un país que tiene el reloj, no atrasado, retrasado...
Le deseo que descanse en paz aunque no puedo evitar pensar que estuvo a punto de provocar una guerra mundial atómica y que yo no hubiera venido a este mundo, nunca habría visto un amanecer, un atardecer, un primer beso, una primera dolorosa pérdida...
Descanse en paz.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiter chronicle@hotmail.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario