Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Hoguera de San Juan
Un
año más, queridos feligreses, llega el momento de organizar la
hoguera parroquial para la noche de San Juan. Las normas de este año
se tratan de un compendio de la experiencia acumulada en años
anteriores, recopiladas por el párroco auxiliar. Así, el padre
Genaro y yo mismo hemos redactado una sencillas normas. Se ha tenido
en cuenta las barrabasadas cometidas en hogueras anteriores, desde
quemar marihuana camuflada cuyos efluvios afectaron al público
presente incluyendo a la señora alcaldesa. Qué decir de quemar de
forma furtiva y camuflado en el centro de la hoguera animales y aves
de corral con las consiguientes multas. Para empezar, desde el día
primero de este mes, lleva el monaguillo buzoneando con avisos de que
los enseres a quemar en la hoguera y que se donan de forma
voluntaria, deberán revisarse por el párroco auxiliar de forma que
sean muebles inútiles y no el armario de la suegra de Celedonio que
para fastidiarla no se le ocurrió otra cosa que echar el armario
ropero con enaguas y todo a quemar...
Aquellos
enseres revisados, se pondrán a la venta en la tienda parroquial
para su adquisición para ser arrojados a la hoguera, el dinero
recaudado revertirá en las fiestas parroquiales y en caso de que
algún mueble pueda ser restaurado, lo será en el taller de
restauración de muebles parroquial que se creará a tal efecto.
Luego está el tema de saltar la hoguera, dado que año tras año se
repiten escenas grotescas de mozos de la parroquia saltando con los
pies desnudos sobre las brasas completamente beodos, quienes quieran
saltar este año deberán pasar un test de alcoholemia, por otra
parte no se podrá comenzar a saltar hasta que se haya apagado la
hoguera y las brasas. Para sustituir la sensación abrasadora de las
brasas, el monaguillo hará una alfombra con ortigas frescas cuya
urticaria caricia en las plantas de los pies de los mozos les hará
la misma sensación y sin quemaduras en las plantas de sus pies.
Tras
la hoguera habrá una sesión de baile, en el local parroquial si
llueve, donde se servirá ponche elaborado por el padre Genaro y
sesión de baile con músicas del gusto de los presentes y del mío
que pongo mi colección de discos de habaneras para deleite general.
Por último, quiero deciros que la hoguera alternativa promovida por
algunos para rivalizar con la hoguera parroquial no me quita el
sueño. Por mucho dinero que se gasten en organizarla, parte de los
gastos los sufraga el ayuntamiento en lo que es una simple venganza
de la alcaldesa por los efluvios de la marihuana en la cual la
parroquia no tenía nada que ver, la hoguera de San Juan tradicional
es la hoguera parroquial. Con las nuevas normas se evitarán
situaciones cuando menos engorrosas con las autoridades. Y lo de
tirar petardos queda completamente prohibido y sobre todo los
caseros. Ir en paz y traer enseres para su inspección y aprobación,
o restauración si procede, y recordaros encarecidamente que prohibidos
los petardos y llegar de pedete lúcido a saltar sobre las brasas,
avisados quedáis...
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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