Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Autor:
Errol Flynn
Editorial:
T & B Editores
Traducción:
Rocío Valero
Edición:
Primera edición, mayo de
2009
La propuesta de hoy es la apasionante auto biografía de
una estrella de la época dorada de Hollywood, nada menos que Errol
Flynn, héroe de películas de aventuras con capa y espada o
aguerrido personaje en películas del oeste, rodeado de un aura de
leyenda por sus andanzas fuera de los platós y de sus andanzas de
alcoba. Lo que descubrimos en el libro contado de primera mano es
sencillamente fascinante y descubrimos a una persona sensible que ama
dedicarse a la interpretación pese a que lo encasillaran en un
estereotipo de personaje cinematográfico. Criado en Australia y una
juventud errante por las selvas de Nueva Guinea buscando hacer
fortuna, obligado a fingir ser quien no era para atraer inversores;
un aventurero que ama el mar y con el mundo por escuela. También un
hombre amante de la mujer, un espíritu libre que vive el sexo con
libertad fuera de convencionalismos y un hombre acosado por embrollos
judiciales con sus parejas que también necesitaba de sus amigos y
que, sin embargo, sentía una soledad existencial que sólo
encontraba un bálsamo cuando navegaba en su barco y disfrutaba de su
hacienda en Jamaica. Un actor que nos abre las puertas de sus
vivencias para mostrar a la persona y una vida aventurera en todos los
ámbitos...
Nacido
en Hobart, Tasmania, Australia, el 20 de junio de 1909, Errol Flynn
siempre tuvo un talento especial para los problemas. En su vida
posterior, embellecería sus aventuras juveniles, creándose su
propia mitología. Expulsado de todas las escuelas en las que estuvo,
se marchó, siendo un adolescente, a Nueva Guinea, donde
supuestamente se involucró en varios negocios turbios, desde el
contrabando de diamantes al tráfico de esclavos. Acusado de matar a
un hombre, evitó la condena defendiéndose a sí mismo. Su entrada
en el mundo del cine llegó por casualidad, cuando un productor
australiano vio su foto y y le contrató para el docudrama In
the wake of the Bounty
(1933). Un año después, viajó a Inglaterra para labrarse una
carrera como actor. El éxito de Flynn fue inmediato. Tras un breve
periodo con una compañía de repertorio, consiguió un papel en el
thriller
británico de bajo presupuesto Murder
at Monte Carlo (1934).
La oficina de Warner Brothers en Londres reparó en él y pronto
estaba cruzando el Atlántico con destino a Hollywood. Durante el
viaje conoció a la actriz francesa Lili Damita, que sería la
primera de sus tres esposas. A su llegada a Los Ángeles, estuvo
brevemente relegado a roles menores, pero cuando Robert Donat rechazó
Capitán Blood, Damita le ayudó a conseguir una audición.
Explotando la alegre arrogancia del actor, el director Michael Curtiz
estableció una muy rentable relación profesional con Flynn. A lo
largo de la siguiente década, hicieron doce películas juntos. En
Robin de los bosques
(1938) se emparejó con Olivia de Havilland, su recurrente amante en
la pantalla. A medida que el éxito de Errol crecía, también lo
hacía su reputación de chico malo y las historias de sus
borracheras, sus peleas y sus líos de faldas se convirtieron en un
lugar común. En 1942 fue llevado a juicio por la violación de dos
menores. Enfrentándose a una sentencia de 150 años si era declarado
culpable, Flynn contrató al famoso abogado de Hollywood Jerry
Glesler, que destrozó la credibilidad de las chicas y logró la
absolución de su famoso cliente. Tras el ataque japonés a Pearl
Harbor en 1941, Errol se hizo ciudadano americano para poder unirse
al ejército, pero fue declarado inútil para el servicio debido a
sus dolencias cardiacas, malaria recurrente y tuberculosis. Fue un
golpe desmoralizador para su ego, y convertirse en un héroe de
guerra en la pantalla sólo enfatizó su sensación de ineptitud.
Flynn dijo una vez: `Mi
problema es tratar de reconciliar mis hábitos brutos con mis
ingresos netos´. Con el
paso del tiempo, su afición por la bebida se amplió a los
narcóticos, y su preparación para los roles se resintió. Se marchó
a Europa a comienzos de los años 50, y se arruinó intentando
levantar una producción de Guillermo
Tell. En 1957 regresó a
Hollywood e interpretó a una serie de borrachos, incluyendo a su
amigo John Barrymore. Sufrió un fatal ataque al corazón en
Vancouver el 14 de octubre de 1959, a los cincuenta años, y fue
enterrado con seis botellas de whisky.
Datos sacados de la contraportada y, sin más, unas
breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
Hogar familiar en Hobart, Tasmania...
"Mis
padres nacieron en Australia. Mi padre, cuando tenía unos 24 años,
estaba empezando en la profesión de su vida, biólogo marino. Solía
visitar la casa de una familia llamada Young, donde había tres
bellas jovencitas, Alice, Betty y Marelle. A mi padre le interesaba
Betty pero fue mi madre, Marelle, quien lo atrapó. Para ella debió
de ser pan comido. Tenía 21 años y rebosaba energía animal. Él no
era más que un buen mozo erudito. Mi padre y mi madre, después de casarse, se embarcaron en un buque llamado `Aurora´, donde hicieron
una de las primeras expediciones al Polo Sur. Mi padre viajaba como
biólogo. El buque se encontraba en aguas de Australia y Tasmania
cuando se descubrió que mi madre estaba encinta. La desembarcaron en
Hobart, Tasmania, y mi padre siguió con la expedición. Me endosaron
un puñado de nombres: Errol Leslie Thomson Flynn. El de Leslie me lo
quité, porque tenía un tío que se llamaba así y no nos podíamos
ver. Mi padre se estableció en Tasmania para dar clases de biología
en la universidad de Hobart, un hombre muy joven que pronto obtuvo
una plaza fija como profesor. A mi madre le empezó a gustar el
lugar y decidieron quedarse allí. Mis primeros años transcurrieron
en ese extraño y frío país del sur de Australia. Hobart es una
ciudad enclavada al pie del monte Wellington. De ella recuerdo sobre
todo sus manzanas, sus confituras, sus chicas de mejillas sonrosadas.
Me alegra poder decir que yo era muy observador entonces, a tan
temprana edad. Vivíamos en una casita de ladrillo de dos plantas, y
detrás había un patio en el que yo pasaba mucho tiempo. Era una
región agrícola. Había una playa cerca, Sandy Bay, y yo solía ir
allí a nadar, a los tres años. Era una playa de arena dura, parda,
y agua helada. Mi madre era una buena nadadora, y me llevaba a menudo
allí. Desde entonces nunca me he alejado mucho del mar."
En Rabaul, Nueva Guinea...
"En
Rabaul había una taberna maravillosa. Las llevaba un chino que se
llamaba Ahsims, aunque lo llamaban simplemente Sims. Era una
construcción de madera grande, cuadrada, coronada por un tejado rojo
que se veía a millas de distancia. Se entraba en un pasillo encalado
y se caminaba hasta el fondo, donde se llegaba al centro neurálgico:
el bar. Junto a la larga barra había todo lo que podía dar el
mundo: mineros, reclutadores, estafadores, ladrones, buscadores de
oro, hacendados. Había cabinas en los lados de la sala, cabinas en
el piso de arriba, y dos o tres fonógrafos descargaban música desde
diversos puntos. En las mesas l
os hombres jugaban a las cartas, reían y peleaban embriagados. Mientras me dirigía a este local, me preguntaba cómo podía hacer para viajar a los yacimientos de oro, que seguían siendo mi principal objetivo. Pero para eso había que poner dinero, y yo no tenía mucho. Ahmis, que se alegraba de verme, me presentó enseguida a un pelirrojo de cejas pobladas llamado Al Tavisher. Él y Tavisher tenían una participación conjunta en una plantación de una isla no muuy lejana, Nueva Irlanda, que formaba parte del Territorio de Nueva Guinea. Tavisher era uno de esos australianos que se habían beneficiado de la expropiación de las propiedades alemanas. Con una pequeña suma de dinero, un crédito y una deuda elevada con el Gobierno, estaba preparado para producir copra. Ahsims le dijo a su socio que yo estaba buscando trabajo. En realidad yo no tenía cualificación ninguna, ninguna en absoluto. Ni siquiera había aprendido a sostener con la mano un vaso de cerveza, había leído muchos libros que no me habían preparado para nada práctico, pero tenía el don de la cháchara, de la elocuencia, y podía entrar o salir de una situación con labia, o con los puños si era necesario."
os hombres jugaban a las cartas, reían y peleaban embriagados. Mientras me dirigía a este local, me preguntaba cómo podía hacer para viajar a los yacimientos de oro, que seguían siendo mi principal objetivo. Pero para eso había que poner dinero, y yo no tenía mucho. Ahmis, que se alegraba de verme, me presentó enseguida a un pelirrojo de cejas pobladas llamado Al Tavisher. Él y Tavisher tenían una participación conjunta en una plantación de una isla no muuy lejana, Nueva Irlanda, que formaba parte del Territorio de Nueva Guinea. Tavisher era uno de esos australianos que se habían beneficiado de la expropiación de las propiedades alemanas. Con una pequeña suma de dinero, un crédito y una deuda elevada con el Gobierno, estaba preparado para producir copra. Ahsims le dijo a su socio que yo estaba buscando trabajo. En realidad yo no tenía cualificación ninguna, ninguna en absoluto. Ni siquiera había aprendido a sostener con la mano un vaso de cerveza, había leído muchos libros que no me habían preparado para nada práctico, pero tenía el don de la cháchara, de la elocuencia, y podía entrar o salir de una situación con labia, o con los puños si era necesario."
Joven seducido por una mujer...
"Nunca
dejará de maravillarme la extraña capacidad de algunas mujeres...
cuando quieren algo. El doctor Kinsey decía que una mujer no alcanza
su plenitud sexual hasta los treinta y cinco años, y que sigue
floreciendo en su vida de amante hasta los cincuenta y cinco. Lo
suscribo. Podría pensarse que es al revés. Que es en la veintena,
por ejemplo, cuando las muchachas alcanzan la cumbre de su tempo
sexual. No, yo estoy con Kinsey. Madge era un ejemplo de esto. Ella
fue mi primera experiencia con un gran mundo que yo sabía que
existía, pero que me producía temor e inseguridad. Para complicar
este repentino y excitante galanteo, también existía, en la
distancia, mi compromiso renovado con Naomi. Esta relación se
mantenía en un plano más elevado que la que vino entonces con
Madge. En aquella época yo pensaba que cualquiera que defendiera los
compromisos largos estaba loco. ¿De qué bendita manera se supopne
que puede uno mantenerse alejado de alguien que le atrae sin legar a
caer en el sexo? Supongo que es posible, pero en mi caso no, desde
luego. Yo sólo sé que si toco el brazo de una joven o de una mujer
que me excita, tengo que ir tan lejos como pueda o como ella me deje.
La emoción se despierta. ¿Qué debe hacer uno? ¿Dar las buenas
noches, tomarse una Coca-Cola o algo, e irse a casa escocido del
escroto para arriba? Ni hablar. Con Madge la cuestión no se planteó
siquiera. Simplemente decidió que me iba a seducir. No disfrazó su
intención. Me mostró un aspecto de la vida que me aterrorizó y
excitó a un tiempo, y me volvió completamente loco, hasta salir
disparado hacia el cielo, muy alto, girando, sin enterarme de nada. Y
luego descendía sobre una nube suave y recobraba el sentido. Ella
sabía cómo posar un beso suave en un lado de la mejilla cuando
todavía estabas jadeante, excitado, muerto de hambre. Sabía qué
hacer con un hombre... si así podía llamarme yo entonces. Madge la
despertó, en todo caso, mi hombría. Me enseñó, me inició, me
abrió los ojos a la posible diversidad y al milagro de la forma
femenina."
En la Guerra Civil española...
"
Mi humor, mientras nos desplazábamos en coche por Barcelona, era
morboso. Tenía la
impresión de que había venido a morir, y que tal vez no importaba si lo hacía. Nadie me lloraría. Me sentía irreal, cansado, apaleado por la vida con Lili, explotado por el estudio. Estaba íntimamente preparado para la bala que había venido a recibir a España. Estaba al tanto de la realidad de la guerra en sí. Sabía como el mundo entero- que España estaba siendo utilizada como campo de pruebas de las armas que se utilizarían más tarde en la Segunda Guerra Mundial. Hitler y Mussolini ayudaban a Franco. Rusia ayudaba a los republicanos. Estados Unidos se mantenía neutral. En el sentido humano yo estaba con todos. ¿Por qué diantres tenían que luchar hermano contra hermano? Yo sabía que en el bando republicano habíoa idealistas, fanáticos, chiflados. Entendía que los ricos eran sensibles a la causa franquista, cuando no simpatizaban francamente. Respecto a mis propias simpatías, decidí que puesto que la división consistía en la revolución de Franco contra el gobierno republicano elegido legalmente, entonces me inclinaba por las izquierdas. Tal vez hubiera un poco más de idealismo y humanidad en ese bando. No así Koets. Él no se casaba con nada, salvo con la medicina. Aseguraba que le traía sin cuidado quién matara a quién. Habría sido muy capaz de coger un cinto nazi y machacarle el cráneo a un comunista, o hacer lo mismo con un nazi con un cinto comunista... sólo para estudiar las reacciones de cada uno. Pero también quería implicarse en una actividad médica en la que pudiera dedicarse a salvar vidas."
impresión de que había venido a morir, y que tal vez no importaba si lo hacía. Nadie me lloraría. Me sentía irreal, cansado, apaleado por la vida con Lili, explotado por el estudio. Estaba íntimamente preparado para la bala que había venido a recibir a España. Estaba al tanto de la realidad de la guerra en sí. Sabía como el mundo entero- que España estaba siendo utilizada como campo de pruebas de las armas que se utilizarían más tarde en la Segunda Guerra Mundial. Hitler y Mussolini ayudaban a Franco. Rusia ayudaba a los republicanos. Estados Unidos se mantenía neutral. En el sentido humano yo estaba con todos. ¿Por qué diantres tenían que luchar hermano contra hermano? Yo sabía que en el bando republicano habíoa idealistas, fanáticos, chiflados. Entendía que los ricos eran sensibles a la causa franquista, cuando no simpatizaban francamente. Respecto a mis propias simpatías, decidí que puesto que la división consistía en la revolución de Franco contra el gobierno republicano elegido legalmente, entonces me inclinaba por las izquierdas. Tal vez hubiera un poco más de idealismo y humanidad en ese bando. No así Koets. Él no se casaba con nada, salvo con la medicina. Aseguraba que le traía sin cuidado quién matara a quién. Habría sido muy capaz de coger un cinto nazi y machacarle el cráneo a un comunista, o hacer lo mismo con un nazi con un cinto comunista... sólo para estudiar las reacciones de cada uno. Pero también quería implicarse en una actividad médica en la que pudiera dedicarse a salvar vidas."
"Objetivo Birmania"...
"Los
nazis invadieron los Países Bajos. Bombardearon Pearl Harbor.
Hollywood empezó a hacer más películas antinazis y pro-aliados. Yo
estuve en varios de esos proyectos, `Dive Bomber´, `Objetivo
Birmania´, `Edge of Darkness´. Una de las pocas películas de las
que estoy orgulloso es `Objetivo: Birmania´. Jack Warner no estaba
en el estudio en ese momento, así que la película la hicimos Raoul
Walsh y yo, pero fue obra de Jerry Wald. Yo no fui el productor, pero
en muchos de los aspectos creativos se hizo lo que yo dije. A veces
lo fingido no es tan distinto de la realidad como se puede suponer. A
veces lo fingido es la realidad y presenta la realidad mejor que la
vida misma. A menudo las películas parecen más reales que las cosas
que pretenden retratar. Simulamos las condiciones de la campaña de
Birmania. Teníamos un asesor técnico que había participado en la
retirada británica de principio a fin. Era británico, un tal
comandante Watkins. Allí había sido herido de gravedad, y Jerry
Wald, con su instinto para juntar a la gente, lo localizó para
labores de asesor en esta película. Esta película describía las
condiciones de Birmania de una manera tal que incluso personas que
habían estado en la campaña de Birmania salían del cine diciendo:
`¿Qué parte de Birmania era eso?´. Cuando se les decía que era el
Rancho Santa Anita, California, el rancho de Lucky Baldwin, dudaban,
no daban crédito. Allí construimos unos decorados tan verosímiles
que ni los expertos conseguían distinguirlos de los originales. La
Warner se tomó muchas molestias con la localización, para, en
circunstancias muy exigentes, darle una apariencia abrupta, agreste,
inhóspita. Una contribución que yo hice a esa película fue
introducir la técnica del silencio. El silencio mantenía el
suspense. Yo sabía que mantenía en vilo al público. Una partitura
habría acabado con él."
Experiencia con las mujeres...
"Lo
que pasa por la mente humana, del hombre o de la mujer, no es ni más
ni menos que lo que nos rodea, y la mente femenina lo toma, lo
digiere, lo manipula y lo emplea exactamente igual que la masculina.
Yo afirmo, sin presumir, que soy capaz de adivinar los motivos de una
mujer, si es agradable conmigo, en menos de una hora. Tengo una idea
bastante clara de lo que busca. El mecanismo de supervivencia de la
mujer es mejor que el de su hermano varón, y si en verdad éste es
el mundo de la supervivencia del mejor adaptado, sin duda las mujeres
han de sobrevivir. Para mí, eso de que la mente de la mujer es un
misterio es mentira. Tal vez mi experiencia con las mujeres ha sido
especial. Tal vez porque muchas de ellas han sido agresivas conmigo
porque buscaban colgar mi cabellera de su cinturón, tal vez a causa
de esta clase de experiencia he podido atisbar en el interior de la
naturaleza femenina de una forma que se les ha negado a otros. Puden
ustedes leer todos los libros, artículos, historias, que indican que
las mujeres quieren y necesitan `atención´; eso es una de las cosas
más importantes que esperan y necesitan de un hombre. Si hay algo
que les gusta más que la atención personal, yo diría que es lo
siguiente: para una mujer, el hombre adecuado es el pagano.Todos
necesitamos un poco de amor y afecto, en una forma u otra. Yo no
niego la parte de amor, calor, emoción humana que dan las relaciones
personales. Eso está ahí, es real. Sólo digo que en la guerra de
sexos, los billetes de dólar cambian de manos. Una conclusión
lamentable, pero tal ha sido mi experiencia. Esto va por las esposas,
amantes, cortesanas... todas ellas. Uno puede pensar que aman tus
profundos ojos oscuros, tus brillantes ojos enrojecidos -lo que se
prefiera- pero yo he llegado a la siguiente conclusión: que el
dinero les interesa tanto como lo que comen, lo que visten, dónde
viven, porque son todas de la misma condición. Será humano, estará
bien o mal, pero pensar que las mujeres buscan alguna clase de
romanticismo es una milonga. Yo he tenido amantes que me han
esquilmado desde primera hora de la mañana hasta última hora de la
noche, y al día siguiente había suficientes productos recién
adquiridos a mi alrededor como para poner un almacén de artículos
de confección. Las esposas quieren casas. Lo llaman amor, pero se
deletrea c-a-s-a. En el teatro el juego es la cosa. En la vida real
la cosa es el juego."
Biografía en primera persona donde descubrimos a un
Errol Flynn como espíritu libre que vivió una vida apasionante y
casi siempre interpretando a un personaje. Lectura para amantes de la
historia del cine, de las biografías de las estrellas y de lectura
ágil, entretenida e ilustrativa. Ideal para noches en vela, ver
películas del actor con otra mirada, de mesita de noche y para
cualquier momento de asueto. Logra Errol Flynn atraparnos a su
historia y sus vivencias que también son una historia de sobrevivir
y de tener fe en uno mismo para vencer los obstáculos, disfrutar de
la vida y hacer soñar al mundo con sus películas. Cuidado de
regalar a la suegra que nos dará la turra de cuando era joven y veía
al Flynn batirse en duelo de espadas, cuidadín...
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