Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Victoria apurada sobre
la S. D. Éibar que quiso jugar y puntuar
Aunque
la segunda vuelta de la competición ha sido algo decepcionante para
la afición sportinguista acostumbrados al buen juego y resultados de
la primera vuelta, Ramírez y sus pupilos nos permiten seguir soñando
con el ascenso, previo paso por la promoción, aderezado además por
la rivalidad con los carbayones en la tabla clasificatoria que siguen
bregando por un puesto en la promoción y que en la última jornada
obligan a los rojiblancos a ganar sí o sí y que la pifien tanto
Racing de Santander como el Real Oviedo. Había que ganar a los
vascos y se ganó, poco importan las formas y maneras cuando lo vital
es sumar los tres puntos...
Saltó
al césped de El Molinón la S.D. Éibar, arropada por su afición
desplazada al partido y con ambiente de Primera con las gradas del
estadio a rebosar, con claras intenciones de tener la pelota y
llevarse los tres puntos frente a un Real Sporting que esperaba
agazapado aunque rifaba balones y cometía errores de pase, teniendo
ocasiones ambos equipos un tanto diluidas en el remate o pase final
con el balón paseándose por el área sin nadie al remate. Un primer
tiempo de claro dominio visitante que hacía revolotear la
incertidumbre en la parroquia de El Molinón y una afición rival
ilusionada porque veía a su equipo capaz de adelantarse en el
marcador y llevarse el partido. La segunda parte fue trepidante con
un Real Sporting más asentado y lúcido a la hora de jugar el balón
y trenzar jugadas al igual que el contrario que rondaba el área del
bravo Yáñez con más peligro. Ramírez hizo cambios y sería uno de
los jugadores de refresco quien en el minuto ochenta y tras a pase
del colombiano Otero que remató a gol Campuzano llevando el delirio
a las gradas y dejando con cara de haba y de frustración a la
afición del Éibar que veían como se esfumaban los tres puntos en
una victoria que parecía al alcance de la mano. Aunque el árbitro
quiso confirmar la validez del tanto con el VAR, no hubo dudas en el
BAR donde ya corría la sidra a raudales sin menoscabo de chupitos y
cubatas. No cejó en su empeño el equipo visitante que puso los
cataplines de garganta en la afición sportinguista al sacar una
peligrosa falta que afortunadamente quedó en nada y se llegaba al
pitido final con una apurada victoria de los jóvenes y no tan
jóvenes atletas a las órdenes de Ramírez y derrota injusta para el
Éibar que hizo méritos para llevarse los tres puntos que finalmente
se quedan en el casillero sportinguista.
Y una
última jornada apasionante que tendrá en vilo al fútbol asturiano
donde tanto Real Sporting como Real Oviedo tienen opciones siempre y
cuando ganen sus partidos y la pifien los demás aspirantes a jugar
la promoción. Los carbayones rinden visita al Villarreal B donde, a
priori, deberían imponerse con holgura mientras que los rojiblancos
juegan fuera contra el C. D. Eldense que no se juega nada salvo la
honrilla de no perder en casa. Semana ilusionante de espera hasta el
próximo domingo donde se jugarán todos los partidos a la misma hora
y que tendrá a toda la afición asturiana atentos a la pantalla,
transistores e Internet. Lograr jugar la promoción y dejar a los
carbayones fuera ya sería la repanocha, aunque si ambos equipos
lograran jugar la promoción la folixa de celebración por pelear por
el ascenso puede ser antológica...
F.
O. R.
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