Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
La Roja, brillante
campeona mundial de baloncesto
Barruntaba
en la última crónica con el Mundial de baloncesto ya iniciado, que
La Roja ganaba sin convencer pero, una vez finalizado, hay que decir
que llegó a la final y ganó el Mundial jugando y convenciendo con su juego.
Salvo forofos del baloncesto, el resto de forofos a otros deportes
solemos ser muy injustos con la selección española de baloncesto:
damos por hecho que deben de ganar y sólo les seguimos cuando hay
victorias. Lo del hecho de que pensamos que deben de ganar, quienes
vivimos aquella inolvidable y mágica noche en Los Ángeles en 1984,
sabemos que los triunfos y alegrias en el deporte de la canasta que
disfrutamos en la última década tuvieron una antesala donde Italia
siempre nos derrotaba salvo canasta de Epi...
Ha
sido un Mundial con la relativa sorpresa de la eliminación de EEUU,
hay que decir que los estadounidenses siempre han sido algo pasotas a la
hora de hacer selección y donde siempre se les pone de claros
favoritos, pero la apertura de la NBA a jugadores europeos ha
reducido sensiblemente su innata superioridad. Por el camino también
quedaron serbios, griegos e italianos llegando a semifinales los dos
más competitivos del torneo, entendiendo por tal que nadie apostaba
por ellos en semifinales, caso de los australianos y siempre
candidata a medallas de Argentina. Una Argentina que, como siempre
ocurre con las selecciones hermanas de las repúblicas
hispanoamericanas, nos dividió el corazón tras enamorarnos con su
periplo por el Mundial. Con Australia tuvimos ese punto de suerte de
los campeones, que se decía antes y nunca nos tocaba, para bregar
con ellos durante dos prórrogas. Argentina alcanzaba la final ante
una competitiva Francia que finalmente se alzaría con el tercer
puesto. Y aunque el resultado puede parecer abultado en diferencia de
puntos, los argentinos nunca cejaron hasta que el crono marcó su
ley. Un mundial de menos a más en un periplo hacia la final
emocionante, embriagador y de los que crean afición...
¡Enhorabuena,
también para Argentina, Francia y Australia!
Como
era de esperar a medida que pasaban los días y las horas, finalmente
lograron hallar el cuerpo sin vida de Blanca Fernández Ochoa. Era un
desenlace trágico a una vida interior que también debía ser
trágica en algunos aspectos. Resulta triste que no haya podido
sentir en vivo el calor y cariño que sentía todo un país por una
deportista que nos hizo soñar en que algún día seríamos
competitivos en deporte, ironía final del destino hacia su persona
que tal vez debió sentir viva lo que ha despertado en muchos
corazones una vez muerta.
Descanse
en paz.
Y
sigue la muerte presente en la crónica como lo estuvo en El Molinón
la pasada jornada al rendir homenaje a un aficionado que falleció a
consecuencia del estrés causado al intentar acceder de nuevo al
estadio tras haber salido del mismo y no llevar encima la entrada en
ese momento. Un aficionado con una minusvalía psíquica donde
posiblemente se alteró ante una circunstancia inesperada y donde el
personal de seguridad quizá no gestionó adecuadamente la situación.
Lo normal hubiera sido que alguien del equipo de seguridad le
acompañara a la grada para constatar la veracidad de su argumento,
pero entre el chico alterado y órdenes de negar el acceso sin
entrada, a nadie se le ocurrió...
Hay
que ver el resultado de la investigación ante un hecho triste que
deja en segundo plano al partido.
Pero
antes del partido, la cosa prometía para seguir la velada dominical
sin salir del chigre: La Roja campeona del Mundo en la sobremesa y
los del Real Oviedo palmando tres puntos que le anclan a la parte
innoble, por lo de ser la parte baja, de la tabla clasificatoria. Por
si fuera poco, se marcó rápido y la cosa prometía que nos
llevaríamos los tres puntos. Pero cuando ya estábamos en otra ronda
para escuchar el pitido final y celebrar la victoria, ligeramente
recuperado de la celebración de la sobremesa, va el Depor y
empata...
¡Fue
tal la tristeza que, tras acabar la ronda de celebración frustrada,
hubo de pedirse otra para enjuagar la pérdida de dos puntitos con
unos culines de sidra!
F.
O. R. .
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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