The Adversiter Chronicle

sábado, 22 de junio de 2019

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre


Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: Los secretos del franquismo
-España en los papeles desclasificados del espionaje norteamericano desde 1934 hasta la transición-
Autor: Eduardo Martín de Pozuelo
Editorial: La Vanguardia Ediciones S. A.
Edición: Marzo 2007

El tiempo pasa para todo, incluyendo la información clasificada que en las democracias suele tener mecanismos para que pasados los años y las décadas salgan a la luz documentos clasificados que sirven a investigadores e historiadores a completar el puzzle de la Historia que siempre escriben los vencedores, pero que gracias a la labor investigadora pone en su lugar a unos y otros, siendo los otros los vencidos. Es el caso de la dictadura del general Franco en España, donde los documentos desclasificados muestran el verdadero soporte a la dictadura por los aliados tras derrotar al fascismo en Europa, pero también del alcance de la colaboración y alianza con la Italia fascista y sobre todo, la Alemania nazi, lejos de la aureola de régimen salvador de la patria...

Eduardo Martín de Pozuelo Dauner es uno de los grandes nombres del periodismo de investigación en España. Su trayectoria, iniciada en el diario Pueblo de Madrid, se ha desarrollado sobre todo en La Vanguardia, donde empezó como reportero en 1975. A los dos años, ya dirigía el área de sucesos y poco tiempo después cofundaba el equipo de investigación del diario, pionero en España y un referente en las facultades de periodismo, del que fue redactor jefe durante diez años...
Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero nada mejor que unas breves reseñas para incitaros a la lectura, apasionante:

Petición de ayuda a Hitler para la sublevación militar...
La mayoría de los documentos alemanes que tratan de este asunto indican que en julio de 1936 -probablemente el día 20 o tal vez un poco antes- Hitler recibió en mano una carta de Franco que constituye la primera comunicación conocida entre ambos dictadores. En ella, el joven general español solicitaba ayuda para la empresa golpista en la que se había embarcado y que culminaría tres años después con la derrota de la II República y con el nacimiento de un régimen autocrático que duraría cuarenta años. Sin embargo, hay testimonios de jerarcas nazis que sitúan este contacto en 1935, una fecha tan temprana que, de ser cierta, daría un giro a la historia de España al colocar a Franco en la órbita del nazismo mucho antes de lo supuesto. Sin embargo, el jerarca alemán que situó la conexión entre Hitler y Franco en 1935 debió confundirse de fechas. Muy probablemente atribuyó a la carta la misma datación de unas conexiones hasta ahora desconocidas entre el nazismo clandestino instalado en España desde 1934 y algunos de los españoles que se rebelaron contra la República. Unos encuentros de los que apenas hay datos, pero que permiten pensar, en contra de lo aceptado convencionalmente, que el nazismo alentó y preparó la sublevación del 18 de julio de 1936."

Informe nazi recuperado por los norteamericanos en 1945...
Informe del periodo julio de 1936 a diciembre de 1937. Historial previo: El judaísmo mundial y la masonería habían determinado hacer una República Soviética en España. El plan debía llevarse a cabo en agosto de 1936. Por esta razón, el 17 de julio de 1936, el ejército español bajo el mando del general Franco inició la batalla defensiva. Cuando el 18 0 20 de julio de 1936 se supo que una gran parte de España había quedado en manos del gobierno democrático marxista, Franco comenzó la ardua pelea. Franco había reconocido que no sólo luchaba por un cambio de gobierno, sino también porque el pueblo español debía recibir una nueva filosofía de vida (Weltansehauung, en el texto alemán). Por tanto, para él no habría vuelta atrás, sino la implacable y cruel batalla contra el marxismo, con el objetivo final de construir una España unida, grande y libre. Franco sólo podría lograr este objetivo si conseguía traer inmediatamente a territorio peninsular español a sus soldados leales desde el protectorado español en Marruecos- Fin del informe.
Avalado por la justificación precedente, Hitler ordenó crear un montaje empresarial que ayudara a los sublevados.”

Visión nazi del encuentro entre Hitler y Franco en Hendaya...
La impresión que sacaron los alemanes de la reunión de Hendaya no fue la del desencuentro. Muy al contrario. Los germanos reflejaron que `Franco estaba feliz de poder reunirse personalmente con Hitler y deseaba agradecerle todo lo que Alemania había hecho por su país. España se hallaba espiritualmente unida al pueblo alemán, sin reservas, se sentía uno de sus ejes, particularmente desde que soldados de las tres potencias habían luchado codo con codo en la Guerra Civil. En el futuro, España siempre estaría al lado de Alemania´. También concluyeron que a `España le gustaría unirse a Alemania en la guerra actual´, pero que había dificultades relativas a asuntos económicos, militares y políticos. `España está teniendo problemas con los elementos anti Eje en América y Europa, y por tanto con frecuencia tenía que poner buena cara a cosas con las que no estaba de acuerdo´, describe el documento alemán.”

Presión italiana para que España entre en guerra con el Eje...
La retórica mussoliniana sirvió para indicar a Franco que la solución de `sus problemas africanos´ pasaba por la intervención en el conflicto, pues, afirmó, de lo contrario `no tendría justificación moral´ para resolverlos. Tras la advertencia, Mussolini reiteró al Caudillo que entrase en guerra, arremetió contra los enemigos que consideraba comunes y aduló a Franco, al que debió deleitar al ofrecerle territorios africanos sin determinar: `Me doy cuenta de que después de tres años de guerra civil, España necesita un largo periodo de calma. Pero los eventos no lo consienten, y su situación económica interna no empeorará si usted pasa de la no beligerancia a la intervención. Deseo decirle, querido Franco, que yo con estas consideraciones objetivas no intento mínimamente influir en la torna de sus propias decisiones. Estoy seguro de que sus decisiones serán, como siempre, en defensa de los intereses fundamentales de vuestro pueblo y también estoy seguro de que usted no dejará pasar esta ocasión para ofrecer a España su espacio vital africano. Ninguna duda que -después de Francia- Gran Bretaña será derrotada. El régimen inglés vive hoy de un único elemento: la mentira. No tengo necesidad de decirle, por lo que respecta a sus aspiraciones, que usted puede contar con la plena solidaridad de la Italia fascista. Le ruego, querido Franco, que reciba mis más cordiales saludos de camarada. Saludos, Mussolini´. Tras el intercambio de lisonjas, los amigos Franco y Mussolini por fin pudieron tratarse personalmente. Lo hicieron en la localidad fronteriza italiana de Bordighera, en el que fue el viaje más largo que Franco hizo en toda su vida, a parte de sus desplazamientos entre Canarias y la Península.”

Advertencias a Franco por parte británica...
Con aquel documento, el gobierno de Su Majestad solicitó del español que dejara de violar la neutralidad, que todos los alemanes mencionados fueran expulsados de España, que se tomaran `medidas enérgicas´ contra los españoles colaboracionistas y que `en adelante´ se mantuviera una `vigilancia estrecha sobre las actividades alemanas parta evitar nuevos abusos del territorio y la neutralidad española´. La administración de sir Winston Churchill avisó por escrito que no podía `menos que advertir que la continuación de estos desafueros indudablemente perjudicarían las relaciones cordiales que hasta ahora han existido entre el Gobierno de Su Majestad y España´. La denuncia británica trató inicialmente el operativo Bodden que los británicos conocían en todos sus detalles, de modo que bajo el epígrafe `Espionaje´ describieron desde la ubicación exacta de los puntos de observación alemanes sobre el estrecho de Gibraltar, hasta los nombres y apellidos de todos sus operadores, entre los que citaron a Kurt Karl María Fizia, el arquitecto-espía del que dijeron que `pese a haber abandonado la estación, sigue operando en Madrid a las órdenes de Gustav Lenz.”

Cambia el rumbo de la guerra en Europa...
A principios de 1944, tras el desembarco de Normandía, Franco estaba lo suficientemente impresionado con el progreso de la guerra como para admitir por primera vez ante el embajador norteamericano en España, Carlton J. H. Hayes, que esperaba la derrota de Alemania en el plazo de un año, aunque poco antes hubiese halagado a Hitler mostrándose amigo de los alemanes. Este dato sobre el cambio de actitud de Franco forma parte de un exhaustivo análisis sobre la actuación de su régimen durante la II Guerra Mundial que la embajada de Estados Unidos en Madrid elaboró en septiembre de aquel mismo año. Un estudio, titulado 'Balance de la guerra aliados-eje en España' en el que su autor, el segundo secretario de la embajada, Miles Bond, concluyó que Franco había sido menos pro nazi de lo que parecía y que en cambio había ayudado a los aliados, de modo que no procedía `ajustarle las cuentas´, idea arraigada en la Europa de aquellos días.”

Eisenhower y Franco...
Unos minutos más de cortesía y Eisenhower disparó con el tema religioso citado que, anunció, `es un problema interno tanto para España como para nosotros´. Entonces explicó que había `un grupo de opinión pública muy ruidoso en Estados Unidos, en concreto los Baptistas, que le habían pedido que planteara el tema a Franco, incluso aunque se tratara de un problema interno español. Explicó que los baptistas le habían dicho que `tenían la impresión de que se estaba abusando de ellos, porque habían construido una iglesia en España y las leyes españolas no permitían utilizarla´. Después se trató de suavizar el tono aduciendo que creía que la única cosa que tenía derecho a decirle a Franco era que esperaba que reconsiderara el asunto. Y, antes de que Franco contestara, aclaró, tal vez conciliador, que Estados Unidos `está compuesto por una población muy heterogénea que incluye a personas de todas las religiones´ y que le costaba entender por qué en España no se permitía ejercitar su religión a algunos grupos sociales, un hecho que enturbiaba `un poco´ las relaciones entre los dos países. Tras la exposición, Eisenhower preguntó a Franco si podía hacer algo al respecto, anunciándole de antemano que se lo agradecería y que `realmente éste es el único problema que tengo que mencionarle”.

Don Juan y Franco...
En resumen, don Juan le decía: Usted está mal informado, estamos muy lejos el uno del otro y en su régimen no cree nadie. Como en la carta que Franco recibió el 2 de marzo de 1943, citada más arriba, el conde de Barcelona le hablaba de reconciliación, una palabra que no figuraba en el vocabulario del general: `Su Excelencia es uno de los pocos que cree en la estabilidad del régimen Nacional Sindicalista; en la identificación del pueblo con dicho régimen. Usted es uno de los pocos que creen que nuestra nación, todavía sin reconciliar, tendrá suficiente fortaleza para resistir los ataques de los extremistas al final de la guerra y que Su Excelencia logrará, mediante rectificación y concesión, obtener el respeto de esas naciones que han asumido con disgusto las políticas que ha seguido con respecto a ellas.”

Juan Carlos y el futuro...
La misma carta Walker aclaraba el trasfondo del asunto, que no tenía nada que ver con cuestiones deportivas, sino con el futuro de España. La legación estadounidense consideraba `que sería útil y conveniente mantener un contacto con el príncipe Juan Carlos a través de la presencia aquí del teniente coronel Bell en calidad de agregado´ y añadía que `naturalmente el contacto sería más útil si la evolución política se produjera en la línea de Juan Carlos´, aunque también valoraban que `sería casi igualmente conveniente en caso de que la citada evolución se produjera en la línea de don Juan, y mucho menos útil si no hay evolución en el presente o si la resolución es en la línea de la regencia u otras vías. No vemos ningún riesgo o inconveniente de importancia en seguir adelante con el destino del coronel Bell, con tal de que el proyecto sea correctamente explicado y controlado, como así creemos que puede y debe ser´.

Carrero Blanco, ETA y Henry Kissinger...
Los días sucesivos al atentado, muchas voces pusieron en duda que ETA sola hubiera sido capaz de cometer un crimen de tal magnitud sin ser descubierta, lo que dio pie a que se sopesara la posibilidad -jamás demostrada- de que los servicios secretos de Estados Unidos habían permitido un atentado cuya preparación conocían. En este sentido, unas supuestas buenas relaciones del PNV con la CIA o la ubicación de la embajada de Estados Unidos en la madrileña calle Serrano, frente a la Iglesia de los Jesuitas en la que cayó muerto el presidente, alimentaron teorías conspirativas. Además, para acabar de completar el misterio, Franco, al que se vio llorar por la muerte de su amigo, se sumó a la confusión al pronunciar públicamente frases tales como `estas cosas ocurren´ y sobre todo un célebre `no hay mal que por bien no venga´ que hasta hizo suponer que los servicios de información españoles habían recibido instrucciones de mirar hacia otro lado y no evitar el magnicidio. Intrigas aparte, el caso es que cuando mataron al presidente español, Henry Kissinger se encontraba en Madrid con la intención de hallar un modo de conseguir que la política de Carrero fuera más acorde a la de Estados Unidos.”

Breves reseñas que inviten a la lectura de un libro que, con estilo ágil y certero de periodista, logra mostrar un cuadro que se llena de matices sobre las formas y maneras en que la dictadura franquista logró aprovechar sucesivas olas de la historia como la época de las dictaduras en Europa, la posterior guerra fría donde España jugaba un papel fundamental en los planes de batalla como retaguardia de suministros y la necesidad de EEUU de contar con bases militares. Una mirada fría, alejada de la propaganda a favor y en contra que nos permite ver el pragmatismo de la política internacional aunque en el caso español implicara privar de democracia y sanar las heridas abiertas de la Guerra Civil. Lectura para amantes de los entresijos de la historia oficial y recomendable a jóvenes de izquierdas y derechas como ejemplo de que la realidad se tiñe de colores y actitudes inconfesables de quienes predican una cosa, pero, hacen otra...
 
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

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