Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Donde dijeron digo,
ahora dicen Diego
Generalmente,
y en todo el orbe con sistema democrático, las promesas de campaña
electoral suelen quedar en simples promesas, muchas de las cuales no
se vuelven a desempolvar hasta la siguiente y sucesivas campañas
electorales. En el caso español, a diestra y siniestra no se
cansaron de manifestar a una que no pactarían con nadie, salvo el
caso de PODEMOS que siendo los únicos dispuestos a pactar pues
resulta que nadie cuenta con ellos para pactos, mea culpa de sus
líderes que en lugar de reconocer el fracaso de su proyecto ven
molinos y no gigantescas cifras de pérdida de votantes...
Pero
mientras que pactar con neocomunistas parece que es hasta saludable
desde un punto de vista democrático, pura propaganda por cierto, el
pactar con neofascistas resulta insalubre. Lo primero que hay que
dejar claro desde un punto de vista democrático es que ambos son las
dos caras de una misma moneda que no es otra que el totalitarismo y
por tanto son enemigos de la democracia y el Sistema que disfrutamos.
Pero ambas formaciones han recibido la confianza de los votos para
entrar en las instituciones y jugar según las reglas del juego, al
igual que ocurre con el mundo etarra reconvertido tras el fin de ETA
en nacionalismo extremista. Pero estamos en 2019 y el tablero tiene
nuevos jugadores y por tanto nuevas formas de jugar, cierto es que
empañado todo ello por la intentona secesionista ilegal del prófugo
Puigdemont y su camarilla que están a la espera de sentencia aunque
de momento siguen engañando a su electorado que aún no se quieren
enterar de que les han tomado el pelo...
De
momento se impone la cruda realidad y la sentencia del electorado en
las urnas ha sido repartir votos y que no haya mayorías claras y
menos de mayorías absolutas salvo excepciones. La retirada de la
señora Marchena de la alcaldía de Madrid es el fracaso en cuatro
años de tratar de implantar modelos teóricos de gestión de los
caudales públicos que a rebufo del movimiento de indignación del
15-M logró que una nueva casta de revolucionarios de salón tomara
el relevo del cadáver del comunismo que falleció en 1989. En lugar
de reconocer el colapso del sistema comunista echaron la culpa a que
salvo ellos y ellas, el resto somos franquistas en un país
franquista con leyes franquistas en una Europa nazi y una galaxia bajo la dictadura del Imperio Galáctico, franquista por supuesto...
La
recuperación del PP en las elecciones locales salvando el proyecto
del señor Casado frente a los resultados cosechados en las
generales, parece haber desconcertado a Ciudadanos y descolocado a
Vox. Los neofascistas aprovechan el poder de los votos recibidos, que
para nada son fascistas en su 80% pero si 100% descontentos a
consecuencia de la época de vacas flacas que toca vivir, han logrado
meterse en las instituciones y nos deleitan con jura de cargos en
plan salvapatrias y con profusión de abalorios cristianos. En el
otro lado no lo hacen mal, con acatamientos sembrados de variopintas
ocurrencias reivindicativas y que justifiquen sus votos que no dejan
de ser pintorescas formas de acatar la Constitución. Pero ambos
extremos logran engañar a los suyos cuando en realidad los votos
recibidos no colman las ansias de ninguno de los dos ni dejan
contentos a nadie del resto porque significa que han perdido
votantes.
Y
es que si el comunismo y el fascismo vuelven a ser encantadores de
serpientes, es por el fracaso de los grandes partidos estatales y
regionales en captar a nuevos votantes y convencer con su gestión. A
estas alturas de la democracia constitucional, nadie está libre de
la corrupción cuando han alcanzado el poder, nadie; desde el
sindicalista más proletario de origen al burgués más adinerado,
pero todos y todas amantes de lo ajeno cuando es dinero de todos y
todas. La democracia está en peligro cuando la ciudadanía deja que
la hagan miope y corta de miras, cuando echar la culpa al extranjero
se vuelve el argumento principal que solapa el que todo cambie para
que todo siga igual...
Una
legislatura municipal apasionante como todo juego cuando empieza de
nuevo y con nuevos participantes que conllevan nuevas tácticas. El
llegar a pactos es síntoma de vigor democrático aunque nos vendan
la alarma de todo lo contrario. Si alguien creyó que no se iba a
pactar con nadie y por nada, se ha vuelto en contra de quienes
abrieron la boca pregonando lo que sabían de sobra que no iban a
poder cumplir. Y al final da la sensación de que pasaban la papeleta
al electorado metiendo el miedo en el cuerpo, cuando quienes tienen
pánico a las urnas son las formaciones políticas, así que a nadie
interesa un adelanto de las generales igual que no interesan
ayuntamientos ni comunidades autónomas ingobernables...
Así
de simple y así de complicado.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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