The Adversiter Chronicle

jueves, 21 de febrero de 2019

"Bits a bits", suplemento videoconsolador


Una sección de Kitapayá en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Jugar en línea, el gran salto en los videojuegos

En la historia del vídeojuego hay tres saltos tecnológicos que propiciaron el actual auge donde hay canales temáticos que retransmiten partidas y competiciones y se comenta de si hay que incluir el vídeojuego como disciplina olímpica. El primer gran salto fue propiciado por la llegada de gráficos donde imperaba el colorido, efectos de sonido y que los avances tecnológicos hicieron posible que la adquisición de un sistema fuera asequible. La pantalla pasó al salón desde las salas de recreativos y jugar se convirtió en una opción del ocio y descanso aunque se consideraba al vídeojuego algo que no era para los adultos. Los gráficos pasaron de ser rayas o formas poliédricas a tener fondos dinámicos y ganaron en realismo aunque la imaginación suplía los límites, pero era un primer gran salto de inmersión.


El segundo gran salto vio la llegada de las primeras consolas de uso masivo y propició que desde temprana edad fuera posible acceder al mundo del vídeojuego. Fue un salto importante con la llegada de juegos míticos pero era ya una forma distinta, aunque evolución, de jugar para otra generación y las siguientes. La progresiva capacidad de computación permitió sistemas de bolsillo y el primer gran corte entre generaciones de vídeojuegos. El actual encanto de ventas que viven reproducciones de sistemas de antaño y sus juegos ahora ya clásicos, demuestra que ser adulto no implica privarse de esta opción de ocio que propicia además la participación intergeneracional y que el ser videojugadores y videojugadoras no se pierde al igual que andar en bicicleta por poner un ejemplo. Es cierto que estas generaciones que vivieron las primeras épocas en sistemas sufrieron un corte al incorporarse a la vida laboral y cumplir años, pero eso debe serviros de acicate para retomar el saludable hábito de echarse momentos vídeojugando.

Y el tercer gran salto para llegar al auge del momento actual, y parece que ya para quedarse, es el de saltar de jugar contra la máquina o con otro participante y siempre con una vídeoconsola, a jugar en tiempo real con otros jugadores remotos. Es todo un universo a descubrir ya que permite compartir mundos desde la distancia y a través de diversos dispositivos. No es tema baladí, ahora mismo hay millones de jugadores conectados a otros para jugar de forma corporativa logrando una inmersión que sólo era un sueño utópico en las mentes de quienes entonces eran usuarios y usuarias. Yo mismo me he sentido explorador, ese mágico instante y mágica sensación de probar algo nuevo, y con cierto pudor de vídeojugador ante el hecho de que si eres torpe estás en cierta forma quedando en ridículo, pero para eso se utiliza un alias y una vez en faena es tu juego el que marca la diferencia. Poder jugar a un título de género de disparo, por citar un ejemplo, y que la acción sea en equipo con otros formando un pelotón, aunque ya es habitual y una opción, resulta fascinante y es de suponer que el salto a simuladores vaya a más en realismo, acción y variantes...

Tal es así que ya hay títulos que priman el juego corporativo por encima del modo historia, el nuevo título de la saga Guerra de las Galaxias es un claro botón de muestra, y por otra parte está claro que si retomáis el hábito lo normal es pasar un periodo de adaptación jugando de solanas antes de dar el salto, pero es sólo una sensación porque una vez en harina y metidos en la acción todos estos remilgos desaparecen. Hay comunicación en tiempo real de audio y visualización en tiempo real permitiendo la interacción que hace que la experiencia sea grata y con ganas de repetir. Además hice la promesa en diciembre de jugar en línea y estoy con un título que me han recomendado encarecidamente, Destiny, del que si no hay imprevistos trataré en el siguiente artículo, es una evolución opcional ésta de jugar en línea pero una vez que lo haces pasa a ser una estimulante opción. Así que ver adquirir un sistema de vídeojuego como una inmersión rentable en ocio, un medio de participación intergeneracional y esos impagables momentos en que logras desconectar de la vida diaria para ser un avatar en otros mundos, porque como siempre os digo:
 ¡Quien no se consuela es porque no vídeojuega!
 
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/
 

 
 
                                                    

 

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