Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje en autobús de
línea en tarde invernal
El
viajero sale a la luz de la tarde a la calle paraguas en mano; tuvo
que adquirir uno esa mañana porque el que tenía heredado, esos
paraguas que se heredan al cogerlo del paragüero y que nadie
reclama pasado el tiempo o a tiempo pasado alguien advierte de que
era suyo, cuando fue a cerrarlo sonó una pequeña explosión y se
soltaron cuatro varillas condenando al paraguas al contenedor de la
basura y al viajero adquirir uno nuevo. Es pequeño, plegable y
reforzado contra el viento según el tendero, el viajero lo abre
porque comienza a diluviar con viento y cuando llega a la estación
de autobuses descubre por mojadura que tal vez debió de comprar uno
grande, que tal vez sólo sirva como solución a la lluvia fina y
constante pero no para lluvia diluviante y vientos huracanados para
las latitudes donde se mueve el viajero.
Busca
el viajero el andén tras adquirir su billete y un horario como si
tener en papel los horarios le protegiera de retrasos o anulaciones
que le dejaran tirado en una estación de autobús, pensamiento que
le recuerda al viajero un viejo blues y otros tiempos. Pero se sacude
la melancolía de antaño y sube a coger asiento, hay pocos viajeros
y puede elegir, se sienta y mira por la ventanilla...
Es un
servicio discrecional así que el autobús enfila la vieja carretera
nacional, sinuosa y rica en paisaje de una tierra que recibe el
diluvio de agua agradecida tras semanas de sequía y se ríe el
viajero para sus adentros pensando en la Ley de Murphy que
afirma que basta que el viajero decida viajar para que cambie el
tiempo y comience a diluviar. El paisaje familiar de la carretera
nacional hace ensoñar al viajero y se detiene un segundo a escuchar
el motor pero ya no es aquel renqueante de cuando viajaba con menos
años, de un tiempo pasado que se fue con los ausentes y sus pies ya
no transmiten la vibración y se escucha a las marchas hacer rugir el
cambio, sólo la carretera sigue igual de sinuosa, las casas de aldea
en sus orillas poco han cambiado o bien se están derrumbando...
Apenas
hay tráfico salvo algún vehículo esporádico y el autobús soporta
bien y con potencia las curvas y subidas de la sinuosa carretera y
por una vez, supone el viajero que por el mal tiempo, no aparece el
inevitable ciclista que ralentiza la marcha y castiga el motor. Está
a gusto el viajero contemplando la ventanilla y abstraído en sus
pensamientos mientras observa sin mirar como el agua resbala por el
cristal al igual que los recuerdos por su pensamiento cuando casi sin
darse cuenta ve que el autobús ha llegado a su destino. El viajero
se apea, enciende un cigarrillo y se sube la cremallera del abrigo y
piensa en lo rápido que ha pasado el trayecto en autobús, igual de
rápido que ha pasado la vida en sus recuerdos...
El
viajero se aleja de la estación de autobús y apaga la melancolía
de los ausentes para fundirse con el paisaje de calles y aceras
teñido de lluvia, algo de viento y mucho frío.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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