Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Los impuestos de la
Iglesia no son de este mundo
Otra
vez, queridos feligreses, las instituciones civiles y sus portavoces
tratan de atacar a la Iglesia aprovechando las circunstancias de
crisis económica y utilizando argumentos populistas que sólo
esconden las ansias revolucionarias de quienes utilizan tales
argumentos... ¡Nada menos que pretenden que la Iglesia en España
pague el Impuesto de Bienes Inmuebles argumentando que las arcas
municipales dejan de ingresar dinero, las mismas viles treinta
monedas que recibió Judas por su traición! ¡Viles monedas queridos
feligreses, viles monedas!
Que
los templos son caros de mantener, que los ayuntamientos no pueden
discriminar a la Iglesia de los mormones por poner un ejemplo...
¡Dónde
estaban los herejes que ahora proliferan en las ciudades sin que las
autoridades munícipes hagan algo por evitar tal proselitismo
herético y protestante sin olvidar a paganos de todo tipo de pelaje
religioso! ¡Dónde estaban ondeando junto a los pendones de la
Cristiandad en la toma de Granada o la batalla de Lepanto, dónde!
¡Los impuestos de la Iglesia no son de este mundo, amado rebaño de
Dios! ¡Acaso la Iglesia os impone gravámenes recaudatorios por
encarrilar vuestras descarriadas almas! ¡Debe Francisco pagar cual
mortal cuando sois vosotros quienes ocupáis los templos! ¡Vosotros,
vosotros hatajo de libertinos que buscáis en los predicamentos de la
Iglesia alivio para vuestros pecados acudiendo a misa una vez a la
semana deberíais pagar esos supuestos impuestos que tratan de vender
que debe pagar la Iglesia, vosotros!
Alguna
vez os he comentado que Jesús era hijo putativo de carpintero. En
aquellos tiempos los romanos recaudaban a sus anchas pero pese a su
paganismo, su eficacia en cobrar tributos les llevaba a la conclusión
de que no había que exprimir a sus contribuyentes y no consta que
Jesús y su padre putativo pagaran impuestos por una actividad,
catalogada de industrial de aquella, como la carpintería que era
fuente de riqueza y empleo, no creo que necesitéis más prueba de
que la Hacienda romana era eficaz porque respetaba unos mínimos no
impositivos. No le cobraron a la familia putativa de Jesús ningún
impuesto por su calvario, que precisaba de un número no pequeño de
legionarios y había que abonarles sus emolumentos, ni pagaban a las
autoridades municipales judías por usar terrenos municipales para
sus crucifixiones como era entonces el montículo rocoso en los
extramuros de Jerusalén, pero de propiedad municipal, llamado
Gólgota...
¡Cómo
osan pretender que la Iglesia pague impuestos terrenales cuando el
ámbito profesional de la actividad debería enmarcarse como labor
social, de la que tanto se pavonean ahora los nuevos ateos y anti
clericales! ¡Ni Jesús ni Dios osaron nunca cobrar impuestos ni a
las autoridades municipales de entonces, sin olvidar a las
imperiales, recaudarlos! ¡Quién es, quién, un vulgar representante
de la autoridad ciudadana para reclamar que paguemos por tener
templos en las ciudades! ¡Absolutamente nadie y la culpa es vuestra
por votar sus candidaturas, hatajo de descerebrados, que es lo que
sois, queridos feligreses!
Volver
a vuestras casas y recapacitar sobre lo dicho, pensar si es justo que
la Iglesia pague sus supuestos impuestos porque se cobran a herejes,
paganos y protestantes como si la Iglesia fuera una más entre
sectas. Lo siguiente qué será, ¿que paguemos la restauración de
catedrales y ermitas mientras vosotros gozáis de que no os los
cobren y os alejéis de Cristo gastando en vacaciones o comprando
cachivaches digitales?; recapacitar queridos feligreses,
recapacitar...
Recordaros
antes de que salgáis en estampida que el cepillo desde el primero de
enero del corriente lleva un gravamen del 21% para contribuir al
mantenimiento de la casa parroquial de la que nunca os preocupasteis
y su infraestructura de cañerías impide instalar un jacuzzi como
Dios manda...
¡Roñosos,
que sois unos roñosos!AMEN
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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