The Adversiter Chronicle

sábado, 20 de junio de 2015

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre


Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: Los Bin Laden 
 - Una familia árabe en un mundo sin fronteras -
Autor: Steve Coll
Editorial: RBA Libros, S A
Traducción: Ana Guelbenzu, María Alonso, David Paradela
Edición: Primera edición, septiembre 2008


Resulta harto difícil para la ciudadanía no árabe y que no profese la religión musulmana comprender el fenómeno terrorista de Al Qaeda y de su fundador Osama Bin Laden. Inducidos por la propaganda de guerra contra el terrorismo por una parte y la construcción de un mito islamista por el otro, nos queda la imagen del noticiero con Osama posando con su fusil de asalto y la idea de un jeque religioso y millonario capaz de poner en jaque a la cristiandad y extender el radicalismo islámico como forma de gobierno...

Pero la realidad es más compleja y se hace necesario conocer el origen de Osama, el origen de su capacidad financiera y el origen de su poder como organización terrorista lo cual implica conocer a su vez las entretelas de las relaciones de EEUU con Arabia Saudí y la especial idiosincrasia, y porqué no decirlo, de hipocresía, de los dirigentes saudíes que son a la vez custodios de los santos lugares musulmanes de Medina y La Meca.

El autor, con ágil estilo narrativo y nada farragoso para las entendederas nos muestra los orígenes paternos de Osama, su éxito profesional y económico como buen vasallo de la familia real saudí y la creación de un imperio económico basado en el orden familiar musulmán. Al principio puede el lector preguntarse si resulta necesario conocer tanto de su padre y sus dos hermanos sucesores del patriarcado y control de los negocios familiares si quien nos interesa es Osama. Pero es sólo una sensación fugaz porque no es posible ver en su justa medida a Osama sin comprender sus motivaciones.

Asistiremos y nos sumergiremos en el fascinante mundo islámico con sus contradicciones entre una vida de seguimiento de credos y a la vez una ostentosa vida de lujos y caprichos cuando no extravagancias de los poderes árabes, la influencia de la educación religiosa basada en el Corán pero contaminados quienes la enseñan por el nacionalismo político para encauzar e inducir a los jóvenes educados bajo su magisterio en la necesidad de la guerra contra el infiel y el levantamiento contra unos dirigentes árabes y sobre todo saudíes que dicen guardar unos preceptos y la realidad intramuros es que caen en los vicios que vienen de occidente y las relaciones de los Bin Laden con EEUU que nos sorprenderán más que gratamente, casi inquietantemente


Steve Coll nació en Washington en 1958, escribe para The New Yorker y fue premiado con un Pulitzer por Ghost Wars: The Secret History of the CIA, Afghanistan, and Bin Laden, from the soviet Invasion to September 10,2001.
Es presidente de la New American Foundation; trabajó, durante más de veinte años, como corresponsal extranjero y de editor jefe de The Washintong Post, datos como siempre extraídos de la contra portada y referentes al año de edición. Os dejo sin más unas breves pinceladas que os inciten a la lectura del libro:


Mohamed Bin Laden, padre de Osama y fundador de una dinastía empresarial...
Partió para África, sobrevivió a la travesía y encontró trabajo en algún lugar de Etiopía. Pero su viaje había de terminar en desastre. En la historia oral de la familia Bin Laden se conservan como mínimo dos versiones de lo ocurrido. En una, Mohamed trabajaba limpiando en una tienda o un pequeño negocio. De acuerdo con lo que su hermano Abdullah relató más tarde a la familia, su jefe era un hombre desconsiderado y colérico que siempre llevaba un manojo de llaves atado al cinto; cierto día, enfadado con Mohamed, le arrojó las llaves a la cara. La herida fue tan grave que el muchacho perdió un ojo. Una segunda versión, conservada por algunos de los Bin Laden que se quedaron en Yemen, sostiene que en Etiopía Mohamed trabajaba en el sector de la construcción, y que fue una barra de hierro caída por accidente desde lo alto de un edificio lo que, tras impactar contra el suelo, rebotó y le golpeó en el ojo. Sea cual sea la verdad, el caso es que Mohamed Bin Laden alcanzó la edad adulta con un ojo de cristal en la órbita derecha.”


Saud en el trono saudí...
En el momento en que Saud accedió al trono (1953), las compañías petroleras estadounidenses pagaban unos veinte millones de dólares mensuales al tesoro saudí. Mohamed Bin Laden recibía un porcentaje fijo. Por lo visto era la única persona, aparte de Suleiman y la familia real, que por entonces tenía acceso directo a los pagos de Aramco. En teoría, su asignación debía garantizar la financiación de los muchos proyectos que tenía a su cargo, ya se tratara de palacios o carreteras, según relata el secretario comercial británico J. M. Heath en su despacho confidencial dirigido a Londres. En la práctica, sin embargo, el estado de `caos administrativo´ en que vivía el reino significaba que Bin
Laden, pese a tener `contactos influyentes´, estaba `obligado a ejecutar una serie de trabajos que, de haber sido terminados, habrían agotado sus recursos (sobre los que, según parece, pesa ya una carga excesiva)´. Los encargos de Bin Laden estaban en un punto muerto, a excepción de los trabajos que podía sufragar con las mensualidades de Aramco. Una vez más, el despilfarro en palacios y lujos había dejado el tesoro real en un estado de `extremada escasez de líquido´.”


Mohamed Bin Laden con sus hijos mayores...
Mohamed dispensaba un trato especial a sus hijos mayores. La sucesión de en un negocio familiar como el de Bin Laden funcionaba de forma parecida a la familia real saudí, en el sentido de que se presuponía que serían favorecidos los hijos mayores, pero también había flexibilidad, para poder poner al frente al más capaz. Parece ser que en la década de 1960 Salem y Ali eran los favoritos de Mohamed. Ali era hijo único de una de sus primeras esposas y no había disfrutado de una educación en internados como sus hermanos, pues por lo visto su padre había preferido tenerlo a su lado, trabajando sobre el terreno. A medida que los proyectos relacionados con la guerra en la frontera yemení adquirieron más envergadura, Ali se hizo cargo de la delegación regional de Taif, un puesto de gran responsabilidad. Era un joven delgado, de piel oscura, y no pasaba mucho tiempo con sus hermanos. Si Ali parecía destinado a convertirse en una especie de jefe de operaciones dentro del vasto entramado de la empresa, no cabía duda acerca de a quién preparaba Mohamed para convertirse en presidente y director ejecutivo, en heredero de Mohamed en su faceta fundamental de hombre político y amigo de la familia real. Ese hombre era Salem, el hijo mayor de Mohamed Bin Laden y Fatimah Bahareth.”


El joven Osama...
Durante su adolescencia, Osama Bin Laden se desenvolvió con libertad entre dos mundos solapados. Acompañaba a la familia Bin Laden en sus excursiones y se dejaba ver en sus dos empresas principales, Bin Laden Brothers y Mohamed Bin Laden
Organization. Jugaba al fútbol y montaba a caballo con los amigos de su barrio en las afueras de Yedda. Los veranos, más o menos, hasta 1976, los pasaba con la familia materna en Siria, en un ambiente algo más laico, junto a la costa mediterránea, donde daba paseos por las montañas y donde por lo visto, se enamoró de una prima más joven, una muchacha que no usaba velo a la que conocía desde la infancia. Al mismo tiempo, frecuentaba grupos islamistas, tanto en el elitista instituto Al Thaghr como en Thafiz Al Koran Al Kareem, una escuela religiosa especial de La Meca. Osama continuó sus estudios matriculándose en 1976 en la Universidad Rey Abdulaziz de Yedda. Entre los dieciséis y los veintiún años, Osama había conseguido compaginar su profunda fe religiosa con su entusiasmo por los negocios y la naturaleza, así como su deseo de compañía sexual. A partir de 1973, tomaría posiciones en un islamismo exaltado del que ya nunca se desviaría.”


Guerra Santa contra el imperio soviético...
Azzam se trasladó a Peshawar en octubre de 1984 para crear la Makhtab Al Khadamar u Oficina de Servicios, una organización de apoyo a los combatientes afganos y servicio a los voluntarios árabes que viajaban a la guerra. El concepto de la oficina combinaba la caridad islámica y el marketing, y entre sus proyectos figuraba la revista Yihad, cuyo primer número, publicado en diciembre, se centraba principalmente en la recaudación de fondos. La inversión inicial fue realizada por Osama, que proporcionó unas inyecciones de capital de una media de entre 200.000 y 300.000 dólares anuales. También por primera vez, la familia Bin Laden contribuyó con personal del ámbito de la ingeniería y la construcción para apoyar la guerra. Un voluntario árabe que llegó a Peshawar en 1984 recuerda una reunión con un ingeniero de obras destinado allí por la organización de los Bin Laden. Durante la peregrinación del hajj del año islámico de 1405, que tuvo lugar en junio de 1985, Azzam se alojó unos días en una residencia de los Bin Laden en La Meca. `Toda la familia Bin Laden acogió a gente. Les daban de comer y les ponían autobuses para trasladarlos´, recuerda Abdullah Anas, a la sazón futuro yerno de Azzam. En un documento de ese mismo año sobre la labor de Osama se reflejan las aportaciones monetarias realizadas por la fundación de la familia Bin Laden.
Osama se identificaba con la voz radical de Azzam, y sin embargo seguía siendo una figura saudí completamente ortodoxa, un emisario menor de su clase dirigente. Su voluntarismo permanecía vinculado a la identidad de su familia y la estrategia comercial de ésta.”


El rey Fahd permite tropas extranjeras en su reino tras la invasión de Kuwait por Iraq...
En un gesto poco afortunado, Fahd intentó consultar a los ulemas y los líderes de las tribus a pesar de que la decisión de confiar en Washington para salvar el escollo era irreversible. El 14 de agosto, el gran muftí del reino, el jeque ciego Bin Baz, emitió oficialmente una fatwa bendiciendo la llegada de tropas no musulmanas como una resolución necesaria y permisible según la ley islámica. Se trataba de un documento menos convincente aún que los pronunciamientos divulgados por el jeque años antes sobre la situación de la Tierra como centro del sistema solar. Incluso los saudíes que respaldaban la decisión de Fahd se percataron, tal como Osama Bin Laden señaló tiempo después, de que la familia real estaba manipulando a los ulemas asalariados `para reforzar su legitimidad´ en un momento de crisis. El decreto de Bin Baz era particularmente ofensivo, sobre todo porque suponía `un insulto a la inteligencia de los musulmanes´. “


Osama se enfrenta a la familia real saudí...
Dirigía su veneno a la familia real saudí. Nunca se refería al hecho, conocido por todos, de que su familia era la responsable del diseño y ejecución de las reformas de La Meca que se suponía debían mantener a los peregrinos más a salvo y cómodos. Más que ningún otro ensayo conocido de Osama, éste parecía albergar un subtexto de resentimiento, rabia y desaprobación abierto dirigido a los Bin Laden, sobre todo los hermanos mayores a cargo de las reformas de La Meca y Medina. Dado que acababan de expulsarle de la empresa familiar por obediencia al rey Fahd, la rabia de Osama tal vez no resulte sorprendente, y transmitía, como siempre, que aún no podía expresarse directamente sobre el tema de su familia. No todas   las críticas de su ensayo implicaban a sus hermanos. Por ejemplo, argumentaba que el presupuesto del Gobierno saudí para La Meca y Medina no había sido adecuado, y que la familia real debería gastar más dinero en la reforma, un argumento que quizá los hermanos de Osama habrían agradecido de no haberlo esgrimido él. Sin embargo, otros aspectos de su crítica parecían expresar la ambición de Osama no sólo en derrocar al Gobierno saudí, sino de hacerse cargo de la familia Bin Laden, tal vez en colaboración con un nuevo régimen mejorado en Riad.”



Consecuencias para los negocios de la familia Bin Laden...
La repentina popularidad de Osama entre los saudíes comunes aumentaba la
complejidad de la posición de la familia Bin Laden: ¿habían llevado la vergüenza y la deshonra al reíno saudí, o habían criado a un nuevo héroe del pueblo árabe? No hacía falta ser un experto en relaciones públicas para ver que los inconvenientes de ese dilema mientras los Bin Laden buscaban una estrategia legal y de comunicación. Para complacer al público estadounidense, los Bin Laden tendrían que ganarse el perdón y renunciar a Osama. En el mundo árabe, donde la familia poseía sus principales intereses financieros, semejante postura se consideraría cobarde.”


Atentados del 11-S, ya nada era igual...
En el sexto aniversario de los atentados del 11 de septiembre, el operativo mediático recuperado de Al Qaeda, Al Sahab o `Las nubes´, produjo una nueva cinta de vídeo en la que Osama se ponía un vestido dorado y leía en voz alta un ensayo político a una sola cámara fija. Las imágenes eran borrosas, pero parecía ojeroso, lógico en un hombre de casi cincuenta años que vive en condiciones que es presumible que conlleven alguna presión. Los rasgos más impactantes de su aspecto reflejaban su abierta vanidad de hombre de mediana edad: desde su último vídeo, se había cortado y redondeado la barba larga y se había teñido los mechones grises de negro.”



Libro de lectura apasionante para conocer la génesis de un terrorista que ya pertenece a la memoria histórica de occidente y que en realidad no era más que un privilegiado del sistema islámico que tal vez logró lo que anhelaba: igualar cuando no superar la leyenda de su padre aunque para ello pusiera en apuros y en peligro el imperio familiar, pero también para conocer el sistema islámico y el drama de la ciudadanía árabe atrapada entre la tentadora e imparable atracción de un mundo globalizado consumista y una sociedad donde la religión es omnipresente tanto como norma social como en poder político.

Fascinante lectura para reposos retribuidos veraniegos, guardias nocturnas de agosto y estancias hospitalarias y para conocer un poco los entresijos de quienes son los primeros perjudicados por la imagen del terrorista árabe fanatizado y también las reglas no escritas entre esos poderes que sospechamos que existen en las alturas y si nos ponemos conspiranoicos tal vez este libro sea otra parte más de la campaña de la familia Bin Laden para limpiar su nombre del estigma de Osama, un niño rico utilizado por su poder monetario y que encontró en la religión la manera de igualar a su progenitor...

Quién sabe.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/ 

 
 
 
                                                     







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