Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
AL LÍMITE (2010)
( EDGE OF DARKNESS)
Ahora
que vuelve a estar en el candelero la saga de Mad Max apetecía
el equipo de cata cinematográfica de ver una del Mel Gibson y
parecía una ocasión propicia esta producción de 2010 dirigida por
Martin Campbell y le acompañan en el reparto Ray Winstone, Danny
Huston, Jay O. Sanders y Bojana Novahovic con un argumento a priori
interesante como es el tema de la energía nuclear y más
concretamente los riesgos potenciales que conlleva para el ciudadano
de a pie y a los empleados en la misma.
Hay
pocas pero solventes películas sobre un tema que es industria
estratégica en EEUU donde se hace hincapié en el secretismo que
rodea a las incidencias de las centrales nucleares y como el sistema
no sólo permite sino que oculta a la ciudadanía cuando suceden
aunque conlleve un costo de pérdidas humanas al ser sometidas a
radiación. A priori la película era una vuelta de tuerca más de
este subgénero donde además de los tópicos tratados en otras
películas se añade la variante de la producción y venta de armas
nucleares con un psicópata dirigiendo la instalación siendo genial
su política anti intrusos donde si se cuela alguien es rociado con
polvo radiactivo como castigo a su osadía...
Además
de la solvencia del Gibson para este tipo de personajes solitarios se
añade un elenco solvente y cierta trama, sólo aparente, de novela
negra. Desgraciadamente estamos ante una sopa de ricos ingredientes
pero a la que le falta sustancia en el caldo siendo el resultado al
paladar de una sopa aguada, demérito no tanto de la trama y reparto
como del director que posiblemente quiso abarcar demasiado en el
tiempo de metraje.
Hubo
un pequeño susto en los compases iniciales cuando vemos al Gibson
hacer apología de su fe cristiana con una cadena y cruz de plata que
sale machaconamente, y casi indecentemente, en los planos así como
cierta sobre actuación en gestos que nos recuerdan demasiado a su
personaje de Arma Letal
aunque pasados los primeros quince minutos vemos a un Gibson que
maneja con sabiduría sus muecas faciales, que trata de actuar
destilando el resto de actuaciones precedentes en otras películas lo
cual siempre es confortable pero que termina decepcionando porque la
historia es, reitero, aguada por el pulso del director.
Nos
quedamos con gana de saber y ver más del psicópata ejecutivo de la
instalación nuclear interpretado por Danny Huston, secundario
solvente pese a que sus apariciones quedan incompletas y
lastradas por un rostro hierático sin profundizar en sus
motivaciones lastrando finalmente su personaje que se queda en el
malo de la película cuando podría haber sido uno de esos malos
entrañables que a todos nos gustaría ser al menos una vez en
nuestra vida...
No
falta en la trama el analista de turno, interpretado por Ray
Winstone, que se erige, en este caso con la excusa de que sabe que se
está muriendo, en salvaguarda de los valores de EEUU a los que ha
servido fielmente pero donde a la hora de prepararse para la muerte
medita sobre todas las cosas a las que ha renunciado por su profesión
y que busca una última redención consigo mismo ayudando a os
objetivos a neutralizar porque en el fondo él también ansiaba
cambiar un mundo que nunca cambia y donde el sistema siempre recurre
a tipos como él para salvaguardar el Sistema con el argumento de la
`seguridad nacional´. Por desgracia se queda en un arquetipo ya
visto otras veces en otras películas y resulta decepcionante pese a
la solvencia de la escuela británica a la hora de actuar.
En
cuanto al personaje femenino interpretado por Bojana Novohovic ni
despierta al entusiasmo ni levanta al mismo, apareciendo
esporádicamente como si su interpretación fuera deliberadamente
plana para no eclipsar a la estrella, limitándose a cumplir lo que
se espera de ella en las pelis de última hornada protagonizadas por
el Gibson: sana, casi virginal y sufriente paciente del personaje
principal saliendo poco en el metraje.
Lo
que acaba de cagar la película es el rollo de las apariciones
fantasmales al padre de su hija fallecida, contribuyendo al
batiburrillo de temas en lo que termina siendo el producto final
donde se aguanta por los actores, se agradece no obstante la falta
de imágenes sintéticas y los diálogos casi teatrales pese a sus
ínfulas plasmadas en las escenas de ser género negro, lo cual
seguramente decepcionará a las nuevas generaciones de espectadores
no habituados ya a ese tipo de acción basada en interpretación y
diálogos.
Película
para poder decir que sigues siguiendo a una estrella de Hollywood que
nos conquistó en Mad Max
y Gallipoli pero que
resulta decepcionante por falta de pulso del director, posibles
injerencias del Gibson en el mismo y que además es un tema incómodo
para el sistema pese a que el público solía gustar del mismo en los
80´s y que ahora en 2015 gusta de que le cuenten las historias con
los nuevos códigos visuales de la revolución digital.
Una
película en suma que queriendo ser cine negro termina siendo una
película oscura donde sólo se vislumbran personajes en la penumbra
de la trama...
Cosas
del Mel Gibson.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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