The Adversiter Chronicle

viernes, 21 de diciembre de 2012

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre


Suplemento cinematográfico cutre de
 The Adversiter Chronicle

 Soldado

Hay ocasiones en que la falta de presupuesto se equilibra con ingenio, humor y plagio…

Y es que en esta producción anglo americana de 1998 el director Paul Anderson echa mano de las tres pautas anteriores para convertir un producto de serie b en un buen momento de entretenimiento ante la pantalla.

El ingenio en el guión, con diálogos que rayando en el absurdo nos muestra en dos pinceladas la psique de los protagonistas. ¿Os acordáis del rubiales de Arma Letal? Pues es el capitán y está genial con sus coletillas tipo: Mi padre estaba en mantenimiento y siempre decía que una cosa que está estropeada no se puede resolver a golpes; frases que sacan de quicio al petulante coronel salido de West Point, inolvidable la escena en que ante el soldado protagonista se mea en los pantalones con un primer plano de una cosa amarilla y líquida empapando su bota.

Utiliza el humor para suplir las carencias de producción pero sin caer en la parodia, para ello son fundamentales los primeros planos del antagonista de pinta oriental; queda el plagio que en jerga se denomina homenaje, induciendo a pensar que el director al rodar esas escenas homenajea a títulos anteriores, en realidad es que es dar vueltas de tuercas a una trama, así la sinopsis indica que “…la película rinde homenaje a Soldado Universal..” y aquella otra del pistolero interpretado por el Alan Lad con niño incluido. Bueno, sí, pero el director logra que los homenajes encajen, tampoco el argumento da para mucho más…

Está interpretada por el sólido pero no hierático Kurt Russel, el inolvidable Serpiente, un Kurt que a veces protagoniza este tipo de películas donde el personaje de Serpiente siempre aletea en su interpretación, como cuando el Clint Eastwood hace pelis de poli y seguimos viendo a Harry El Sucio; y en el protagonismo femenino la danesa Connie Nelsen, auténtico bellezón que logra que nos sintamos protagonistas cuando el Kurt se queda mirando absorto su blusa donde se vislumbran las tetas y su aprendizaje basado en los reflejos condicionados de violencia durante su adiestramiento se tambalea ante la imagen de fornicio con la rubia colona de Arcadia el planeta basurero…

 Y es que el personaje protagonista es un producto de la teoría conductual y de los teoremas de Pavlov sobre el reflejo condicionado.

Desde su nacimiento es apartado de la sociedad y pasa a pertenecer a las FFAA. Un aprendizaje basado en la mejor escuela de las Juventudes Hitlerianas y el Konsomol soviético. Un aprendizaje a base de hostias y zurriagazos donde si te quedas retrasado en la marcha de instrucción sencillamente te pegan un tiro y si se meten contigo en la escuela le metes una paliza hasta dejarlo muerto a tu infantil compañero mientras los instructores anotan en su expediente la máxima nota dada la capacidad inducida de no sentir empatía ni aprecio hacia el semejante. Sólo las órdenes y los oficiales que las dan es lo más parecido al cariño materno mientras que las FFAA sustituyen a la familia y todos sus códigos de convivencia que nos vuelven civilizados. El soldado protagonista sólo sabe ser soldado.

 El caso es que aparece en la base un petulante coronel que viene acompañado de un nuevo pelotón de soldados, esta vez modificados en secuencias de ADN antes incluso de nacer convirtiendo en obsoletos al soldado protagonista y sus compañeros.

Tras una delirante y sado maso pelea de probatura en cadenas colgantes para ejercicios de trepar, el soldado es arrojado en Arcadia, un planeta vertedero de basura, queda muy lograda la imagen del portaaviones escorado sobre el desierto.

Aquí ya intuimos que habrá una colonia de desheredados, cuando vemos a la familia con niño ya intuimos que el soldado va a tener fornicio con la monona actriz danesa, que el marido la va a palmar, aunque antes sufrió amputación de una pierna, y que el soldado se va a cargar a todos sus kameraden de armas que le dejaron obsoleto.

La película se deja ver porque tiene escenas de naves espaciales, el Kurt es el Kurt y se le tiene lealtad y porque una visita a la viuda de los cinco hijos tras visionar a la danesa no resulta inapropiada.
Película de 1998 para entretenernos hora y media, porque al fin y al cabo el cine es entretenimiento y por una vez los defectos y carencias de producción quedan compensados por el ingenio, el argumento y la danesa que está de toma pan y moja…

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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