Suplemento cinematográfico cutre de
The Adversiter Chronicle
Hay
ocasiones en que la falta de presupuesto se equilibra con ingenio, humor y
plagio…
Y es
que en esta producción anglo americana de 1998 el director Paul Anderson echa
mano de las tres pautas anteriores para convertir un producto de serie b en un buen momento de
entretenimiento ante la pantalla.
El
ingenio en el guión, con diálogos que rayando en el absurdo nos muestra en dos
pinceladas la psique de los protagonistas. ¿Os acordáis del rubiales de Arma Letal? Pues es el capitán y está
genial con sus coletillas tipo: Mi padre
estaba en mantenimiento y siempre decía que una cosa que está estropeada no se
puede resolver a golpes; frases que sacan de quicio al petulante coronel
salido de West Point, inolvidable la escena en que ante el soldado protagonista
se mea en los pantalones con un primer plano de una cosa amarilla y líquida
empapando su bota.
Utiliza
el humor para suplir las carencias de producción pero sin caer en la parodia,
para ello son fundamentales los primeros planos del antagonista de pinta
oriental; queda el plagio que en jerga se denomina homenaje, induciendo a pensar que el director al rodar esas escenas
homenajea a títulos anteriores, en realidad es que es dar vueltas de tuercas a una
trama, así la sinopsis indica que “…la película rinde homenaje a Soldado Universal..” y aquella otra del
pistolero interpretado por el Alan Lad con niño incluido. Bueno, sí, pero el
director logra que los homenajes encajen, tampoco el argumento da para mucho
más…
Está
interpretada por el sólido pero no hierático Kurt Russel, el inolvidable Serpiente, un Kurt que a veces
protagoniza este tipo de películas donde el personaje de Serpiente siempre aletea en su interpretación, como cuando el Clint
Eastwood hace pelis de poli y seguimos viendo a Harry El Sucio; y en el protagonismo femenino la danesa Connie
Nelsen, auténtico bellezón que logra que nos sintamos protagonistas cuando el
Kurt se queda mirando absorto su blusa donde se vislumbran las tetas y su
aprendizaje basado en los reflejos condicionados de violencia durante su
adiestramiento se tambalea ante la imagen de fornicio con la rubia colona de
Arcadia el planeta basurero…
Desde
su nacimiento es apartado de la sociedad y pasa a pertenecer a las FFAA. Un
aprendizaje basado en la mejor escuela de las Juventudes Hitlerianas y el Konsomol
soviético. Un aprendizaje a base de hostias y zurriagazos donde si te quedas
retrasado en la marcha de instrucción sencillamente te pegan un tiro y si se
meten contigo en la escuela le metes una paliza hasta dejarlo muerto a tu
infantil compañero mientras los instructores anotan en su expediente la máxima
nota dada la capacidad inducida de no sentir empatía ni aprecio hacia el
semejante. Sólo las órdenes y los oficiales que las dan es lo más parecido al
cariño materno mientras que las FFAA sustituyen a la familia y todos sus
códigos de convivencia que nos vuelven civilizados. El soldado protagonista
sólo sabe ser soldado.
Tras
una delirante y sado maso pelea de probatura en cadenas colgantes para
ejercicios de trepar, el soldado es arrojado en Arcadia, un planeta vertedero
de basura, queda muy lograda la imagen del portaaviones escorado sobre el
desierto.
Aquí
ya intuimos que habrá una colonia de desheredados, cuando vemos a la familia
con niño ya intuimos que el soldado va a tener fornicio con la monona actriz
danesa, que el marido la va a palmar, aunque antes sufrió amputación de una
pierna, y que el soldado se va a cargar a todos sus kameraden de armas que le
dejaron obsoleto.
La
película se deja ver porque tiene escenas de naves espaciales, el Kurt es el
Kurt y se le tiene lealtad y porque una visita a la viuda de los cinco hijos tras visionar a la danesa no resulta
inapropiada.
Película
de 1998 para entretenernos hora y media, porque al fin y al cabo el cine es
entretenimiento y por una vez los defectos y carencias de producción quedan
compensados por el ingenio, el argumento y la danesa que está de toma pan y
moja…Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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