The Adversiter Chronicle

miércoles, 24 de julio de 2019

"Bits a bits", suplemento vídeoconsolador


Una sección de Kitapayá en exclusiva para The Adversiter Chronicle

JUST CAUSE 3

Estamos ya en plena época estival y muchos y muchas que no catan un vídeojuego desde la segunda mitad de los 70´s y los 80´s pues están de vacaciones y la mayoría tendrá infancia, adolescentes o jóvenes jugadores de vídeojuegos; una excusa perfecta lo de las vacaciones para retomar el saludable hábito de ponerse al mando del mando. Sé que soy reiterativo artículo sí y artículo también, pero si disfrutasteis en vuestro tiempo de los ya legendarios y clásicos Pong, la Atari y los primeros ordenadores domésticos tipo Spectrum, Commodore y MSX, sería una pena que por cortapisas tipo no tengo edad, estoy torpe o me faltan reflejos, os perdáis la oportunidad de volver a disfrutar de lo que se ha convertido en toda una industria ya omnipresente en las vidas cotidianas. Si aún no habéis reunido el ánimo pero notáis las ganas, os remito a los inicios de la sección donde encontraréis vídeojuegos gratuitos en Internet para volver a habituaros o sencillamente si por fin le pedís a vuestro entorno de vídeojugadores que os inicien...
Espero sinceramente que la sección os anime a retomar el vídeojuego.

Así que buscaba un título que fuera entretenido y sirviera tanto a novatos como veteranos para pasar deliciosos momentos aprovechando los días de asueto estival. El título es el tercero de una saga de la cual ni había oído hablar ni la había catado con una mínima toma de contacto pero que me ha supuesto una muy agradable sorpresa tanto por la calidad como el argumento y sobre todo una trepidante acción acompañada de momentos contemplativos en paracaídas en el maravilloso mundo abierto donde se desarrolla la historia. Pese a que pueda parecer en un primer momento que las misiones son bastante parecidas, a medida que se avanza en la acción hay detalles sutiles, sin que por ello no supongan una grata sorpresa, que hace que cada combate y cada acción requieran de estrategias distintas, uno de los puntos fuertes del título donde el jugador o jugadora puede elegir varias alternativas...

Volvemos al hogar que se ha convertido en una dictadura donde la belleza del paisaje oculta la mano dura de un general que ha encontrado además valiosos recursos naturales que en sus manos podrían ser una fuente de conflictos. Iremos liberando localidades, destruyendo por el camino las minas de mineral, conquistando plataformas petrolíferas descubriendo y eliminando bases militares del dictador. Contamos con armas portátiles, todo tipo de vehículos militares y civiles sin faltar medios aéreos. Con cada liberación tenemos la posibilidad de aumentar habilidades y nuevas armas mediante distintas pruebas que por sí solas ya son un vídeojuego en sí mismas. No falta colaboración de los habitantes que siguiendo nuestro ejemplar ejemplo se volverán guerrilla de apoyo a nuestras acciones.

Pero hay más. Yo me fui por libre y me lancé a la liberación vagando por los distintos parajes del maravilloso mundo abierto. No voy a enrollarme y mejor os cuento lo que me ocurrió: tras una ardua batalla con un puesto de control, se me ocurrió probar la capacidad del mundo abierto y ni corto ni perezoso me sitúo en la vía férrea esperando que pasara un tren. Cuando pasó, lancé el gancho que llevamos en una prótesis en el antebrazo y cuando el tren tiraba de mí, abrí el paracaídas. Me dejé llevar por el tren a la vez que tomaba altitud y os aseguro que me pasé hasta los túneles deleitándome con la sensación de ser parapentista y disfrutando de las vistas del mundo abierto donde me esperaba el típico limite con aviso de que te estás saliendo del escenario del juego...

Un mundo abierto que abarca desde parajes costeros hasta las altas cumbres y sin límite de espacio según las misiones o capítulos. Aquí se puede ir libremente de un lado para otro. Yo tras la lo del paracaídas logré dos cosas, pasarlo bien de forma inesperada, amén de placentera, y la segunda batir el récord de altitud en paracaídas. Porque en las pruebas y en las acciones competimos con otros jugadores indirectamente a través de las puntuaciones. Podemos buitrear armas a los cadáveres y sembrar el caos a base de explosiones, otro de los atractivos fundamentales del título y donde en cada nueva explosión llega un momento en que quieres superar el estruendo y estropicio de la anterior. Tanto con tanques como con aeronaves de ala variable y fija podemos crear auténticos estropicios con profusión de destrozos, un paroxismo sano que provoca una inmersión total y momentos donde el tiempo parece detenerse porque cuando miras la hora te han pasado las tantas...

Y poco más puedo contar salvo recomendar su juego. Se coge rápido el tranquillo al tema de mandos y botones logrando que la toma de contacto sea la mínima y empezar a disfrutar a los diez minutos de ponernos a los controles. Tanto si ya jugáis como si aún no os atrevéis, es un juego ideal para estas fechas y disfrutar del ocio. Y debo terminar como siempre termino:
¡Quien no se consuela es porque no vídeojuega!
 
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/
 




 
                                                                              




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