Con la
colaboración de Mars El Grouchu
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Supervivientes 2016
(o el frikismo como virtud
elevada a rango televisivo)
Comienza
una edición más del formato de supervivencia que es en realidad
limitarse a fisgar como distintas personalidades más o menos
peculiares se arreglan para convivir pasando incomodidades tales como
dormir al raso, comer lo mínimo, carecer de la confortabilidad que
proporciona el consumismo, de cachivaches digitales o no poder
maquillarse ellas y maquillarse muscularmente ellos...
Pero
deben permitirme ustedes que no me explaye en describir a los
concursantes de una tacada, prefiero ir desmenuzando el concurso a
medida que transcurre el mismo porque, y no voy a engañarles,
despacharía el asunto en esta primera crónica y me dedicaría a
cosas más interesantes, pero lo hago por dinero, que escribir sobre
documentales de la invasión de la abeja africana puede que interese
más pero no pagan por ello...
La
dinámica es de sobra conocida en esta primera fase del programa: dos
equipos repartidos según ganen o pierdan pruebas en una orilla de
playa de mierda a priori y otra orilla de playa donde viven cebados y
confortables como los cerdos para cría de engorde en granja
industrial. Deben nominarse entre ellos para ser expulsados y cuando
esto sucede en lugar de volver al hogar son depositados en soledad en
otra orilla de otra playa donde si el público lo decide son
expulsados, esta vez ya definitivamente.
No
faltó el numerito de arrojarse al agua desde un helicóptero, pero
esta edición y
supongo que debido al alto número de concursantes
con prótesis mamarias y el riesgo de que reventaran si el gochazu
desde la aeronave al agua fuera muy bestial, el salto se realizó
desde una altura ridícula que los jóvenes solventaron sin
dificultad ninguna y el resto estaban ora acojonados ora atribulados
ante la tesitura del salto, pero aparte de gastar combustible en
vuelo estacionario, los saltos fueron anodinos y sin descalabrarse
porque era imposible a esa altura como dije antes.
Destaco
en esta ocasión tres concursantes que son reflejo del frikismo como
virtud, sin renunciar a su significado de persona extraña y
pintoresca para los parámetros sociales aceptables para el sistema y
aceptados por la ciudadanía elevado gracias a la telemierda a rango
televisivo. Porque ahora ser friki puede ser la oportunidad de
ganarse unos dineros que no se pueden ganar en trabajos como Dios
manda porque nadie contrata un friki salvo empresarios de ocio
nocturno y productoras televisivas que saben que nos encanta a los
comunes de los mortales ver y reírnos, si nos dejaran hasta
apedrearlos haríamos, de quienes catalogamos de diferentes
o distintos.
Hemos avanzado en no denigrar ni convertir en parias a las personas
que tienen minusvalías o nacen discapacitados, pero ahora la válvula
de escape a nuestra innata capacidad de crueldad es regodearnos
fisgando en las vidas de estos personajes frikis para poder decirnos
que bien y cojonudamente somos comparados con los y las frikis...
La
primera que me llama la atención ha sido también la primera en ser
expulsada, tras ser nominada por el 100% de sus compañeros de
equipo, una mujer que estéticamente trasciende tal hecho para ser,
seguramente, lo más parecido que encontremos al ser humano en una
civilización de otro planeta. Se cree y ve como artista, como
cantante de canciones absurdas y gorgoritos lamentables. Mujer que
causa hilaridad y perplejidad tanto a machos alfa como féminas. Para
ellos es ese oscuro objeto de deseo inconfesable, de afirmar a la
parienta que es un monstruo pero fantasear con ella en las duchas del
vestuario con los compañeros de trabajo...
Otro
ejemplo de frikismo es alguien de quien hemos seguido su descenso a
los infiernos de la infelicidad, de lo jodido que es ser no hetero
cuando tu sensibilidad es desgarrada por quien amaste, de pupas que
nos reconforta porque el sufrimiento ajeno es reconfortante y siempre
queda el reproche de pensar que su desdicha es castigo del Señor,
pero donde la realidad es que vemos una persona infeliz, algo
desquiciado que su inseguridad aumenta y distorsiona, pero rentable
para la cadena: Víctor Sandoval, que tiene miedo a nadar, a no tener
qué cenar y que no acaba de aceptar que para comer hay que pescar.
Es imposible odiarle y es posible hacerlo cuando habla y habla
lamentándose de sí mismo sin darse cuenta que ahora es un friki y
es rentable, tal vez si un día se percata vuelva a disfrutar de la
vida de friki sin añorar la anterior de periodista...
Por
último destaco el frikismo de Yola Berrocal que piensa que sus
sobredimensionadas tetas atraen y puede llegarse a entender que cada
uno y cada una están en su derecho de
ser estéticamente felices,
pero son prótesis desorbitadas y no pechos femeninos que es lo que
de verdad atrae la mirada de un macho alfa. Porque a Yola terminas
admirándola por su capacidad de soportar carros y carretas gracias a
su simplicidad intelectual aparente que terminas descubriendo como
una filosofía de vida y fabuloso medio de adaptación, aunque a ojos
profanos sólo resulte una mezcla estética de Ana Obregón y Leticia
Sabater con sistema cerebral mono neurona, pero así podemos reírnos,
consolarnos con sus extravagantes peculiaridades y asombrarnos de que
gane formatos de convivencia...
De
lo ocurrido estas primeras jornadas termino pronto: el derrumbe
previsible de Mila y que una semana ha estado en playa mierda el
equipo agua y ahora está tras perder la prueba semanal el equipo
fuego. Para saber más les recomiendo que vean el concurso porque lo
que les contaría ya lo cuentan otros y me llamaría la atención la
jefatura por plagio, así que lo dejo por hoy porque esto dura tres
meses y no es cosa de descubrir, ya, todo el género...
Pero
que conste que nos está invadiendo la abeja africana.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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