Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
UN PADRE EN APUROS
(1996)
-Jingle All the Way-
Había
que tratar sobre cine navideño
y el equipo de cata cinematográfica de la redacción nos decantamos
finalmente por esta producción de 1996, que no os engañe el año
porque la peli sigue fresca y vigente como el día de su estreno como
ver veremos líneas más adelante.
Dirige
un tal Brian Levant que lo hace con oficio, sabedor de las reglas de
un género que se basa en distintos gags y el arte reside en
engarzarlos sin que chirríe ni se note. Protagoniza nuestro querido
Arnold Schwarzenegger bien flanqueado y arropado entre otros por
James Belushi, Martin Mull y la turbadora belleza ñoña de Rita Wilson que despertó pasiones erectivas entre el equipo de cata
cinematográfica en la escena matrimonial a la hora de acostarse
desvestida en un camisón azul que mostraba sus encantos pectorales y
que logra con sus muecas y miradas encandilarnos y soñar que sería
la madre perfecta para nuestros hijos o al menos del acto de
engendrarlos...
La
virtud de la película es su principal defecto: una tonta historia de
conseguir un juguete a última hora que se ha agotado. El arte es que
rodada en 1996, hace casi veinte años, la historia, el escenario y
los personajes son plenamente actuales ahora que somos un mercado
global pese a seguir siendo aldeanos planetarios.
La
historia podemos vivirla en estas fechas en que nos lazamos a orgías
consumistas quienes aún pueden o les dejan antes de entrar entre
rejas, pero salvo la capa más vulnerable de la sociedad, la inmensa
mayoría no podemos evitar gastar aunque sea cinco euros en la tienda
de los chinos para consumir, para regalar o regalarnos.
¿Hay
algo más común a los mortales por estas fechas que ver a la
infancia de la casa pedir compulsivamente ese juguete que se anuncia,
tiene serie en la tele y hasta puede que hagan una película?
El
escenario es el familiar y acogedor entorno de los templos del
consumismo, los centros comerciales con sus cristales panorámicos,
atentos empleados que se ríen de la inocencia de solicitar el
artículo más solicitado, la jauría humana alegre ante la desgracia
ajena que se convierte en furia tribal, el vecino jeta que se
aprovecha de la soledad como ama de casa de las madres y se apunta a
todo tipo de actos, francachelas, reparaciones y como hombro sobre el
que llorar. Podemos identificarnos en esa masa cargada de bolsas que
suben y bajan por las escaleras mecánicas, deambulando entre
escaparates, mostradores y estantes con esa alegría común y en
comunión que nos proporciona el consumismo en sus templos...
Y
es un fresco de una sociedad estadounidense que ya se da en todo el
orbe civilizado e incluso en algunos sitios aún por civilizar. Las
confortables urbanizaciones donde descansar tras largas jornadas de
trabajo y signo de estatus social que se derrumba cuando nos unimos a
las colas para comprar entre gente de todas clases que se unen para
indignarse porque el centro comercial de turno no abre hasta que sea
la hora...
El
detalle del cartero afro americano es genial y es impagable la escena
en la barra del bar cuando se cuentan sus recuerdos de infancia y la
frustración del cartero porque es un fracasado al no regalarle su
padre el juguete y podría haber llegado a ingeniero de haberlo
recibido, es entonces cuando Arnold ve a su hijo fracasar en la vida
por no regalarle el juguete... ¡vestido de cartero!
Una
metáfora sobre la discriminación positiva y de progreso de la raza
negra en EEUU que aspiran a algo más que trabajar de mozos de tren
mientras que el WASP considera ser funcionario público síntoma de
fracaso, igual que ahora en Europa aunque en 1996 hacerse funcionario
de correos era una aspiración...
La
película es un muy correcto producto salvo el infantiloide y
familiar tramo final y soportamos la espera entre gags con la
historia del vecino ligón. Es loable el esfuerzo de Arnold por
hacerse una parodia de sí mismo como héroe de acción y tratar de
actuar mediante gestos faciales, gestos que le encumbraron por encima
del Stallone en este tipo de cuchufletas y comedias.
En
resumen, que antes que ver títulos tipo La navidad más
santa de Santa, Regresan
los tíos por navidad o Jack
Klaus el pariente nazi de Santa Claus,
reíros un poco de vosotros mismos visionando esta película, que ya
os decimos que la escena en camisón de la Rita Wilson merece el
esfuerzo y, si os tercia a mitad de metraje, aliviaros manualmente o
con la parienta que los críos estarán entretenidos...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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